ROMEO Y CENICIENTA.

INCENDIO MISTERIOSO

Narración normal:
La pareja se dirigía a la casa de la oji-azul para recoger algo de ropa, pero en eso, escucharon una sirena de los bomberos, dirigirse a la misma dirección a la de ellos, de eso se empezó a preocupar la chica por la interrogante que tenía...«¿Será mi casa?»

De eso su pareja se dio cuenta de la reacción de esta, comentó algo que puso tranquila a ella.

- ¿Conoces un atajo para ir rápido a tu casa? Es más seguro que lo averigüemos nosotros.

La azabache asintió con la cabeza y se dirigieron al atajo que llegaría para su casa...

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Lamentablemente, cuando llegaron se veía como los vecinos veia la casa de la azabache se consumía entre las llamas en frente de los ojos de Marinette, de eso se arrodilló enfrente de la anterior casa y comenzó a caer lágrimas en su rostro, lágrimas de mucho dolor que antes no sentía.

La verdad, es que lloro de esa manera hace mucho tiempo, en eso ella era solo una pequeña niña de 6 años que descubrió que su madre, había fallecido en un accidente automovilístico, ese fue la primera vez que sintió el dolor, pero no es el dolor físico, sino el emocional, con una pulsación en el corazón como si lo estuviera perforando en el medio de este.

Y ahora, nuevamente sentía ese dolor insoportable en su corazón, pero más profundo, es como si sus padres, estuvieron en ese accidente automovilístico de esos años...
No, es como si ella estuviera en sus últimos segundos de su vida, viendo en frente de sus ojos su vida parar, como si fuera las hojas que el viento empujaba hacia a la deriva.

Llegaron los bomberos para detener el incendio lo más pronto posible, de eso Adrien se arrodilla al lado de la chica, que en ese momento está sufriendo, con eso se acerca y le da un abrazo, que rápidamente lo corresponde con mucha fuerza.

- No entiendo porque...- sollozó la azabache entre el pecho de su amado.- Cuando ya me siento mucho más mejor... Ahí algo o alguien que me lo arruina totalmente.

- Tranquila princesa, encontraremos la culpable... Aún que ya sabemos quién puede ser...

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Al detener el fuego, los bomberos platicaron con la chica de cabello azabache para pasar un reporte de lo sucedido, de eso le entregaron le entregaron dos objetos que tranquilizaron a la chica; un par de ratones que se encontraban en una pequeña jaula como para un habter, la otra era el recetario que estaba algo sucio por la cecinas del incendio.

- Mire señorita...- comentó el jefe de los bomberos hacia ella.- encontramos este libro escondido en un agujero con estos ratones, al parecer deben de ser sus mascotas que intentaron rescatar algunas cosas.

- Si son mis mascotas, y muchas gracias por detener el fuego, no se que podría hacer.

- De nada señorita, si nos disculpas, nos retiramos.- Asintió la oji-azul, y se retiraron los bomberos.

De eso ella de dirigió con el rubio con los objetos que le dieron los bomberos, con eso al llegar con el lo abrazó y le planto un beso en la mejilla.

- ¿Y que te dijeron?- comentó el oji-verde al ver lo que tenía en manos.

- Lo único que se rescató fue esto.- ella mostró los objetos.- de eso, ellos dijeron que este incendio fue provocado a propósito, ya que al entrar olieron un rastro de gasolina desde la cocina.

- Esas malditas, te juro que si las veo les voy a partir su put* ocico.

- Tampoco te rebajes a su nivel amor, será lo mejor evitarlas cuanto antes...

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Hola amigos lectores, espero que les guste esta parte, y en estos momentos de fiestas les vengo a decirles gracias por apoyarme en mis historias y por seguirme, aunque seamos pocos, les quiero dar una feliz Navidad y un próspero año nuevo. Sin nada más que decir nos vemos pronto.