Después del incidente en el cementerio y la confusa revelación sobre la misteriosa mujer llamada Rosaura, mi madre y yo nos sentimos más decididas que nunca a descubrir la verdad sobre el pasado de mi padre. Decidimos que la mejor manera de hacerlo era investigar en su iPhone en busca de pistas que pudieran arrojar luz sobre quién era esta mujer y cuál era su conexión con Antoine. De pronto se estaba volviendo una asquerosa obsesión.
Nos sentamos juntas en el sillón de la sala, con el celular de mi padre en nuestras manos temblorosas y nuestra mente agitada. Sabíamos que lo que estábamos a punto de hacer podría revelar secretos oscuros y dolorosos, pero estábamos dispuestas a asumir el riesgo si significaba encontrar la verdad.
—¿Estás lista para hacer esto, mamá? —pregunté, mirando a mi madre con determinación en los ojos.
—Sí, lo estoy —respondió ella, con una mirada decidida—. Necesitamos saber quién era esa mujer y por qué dejó una nota en la tumba de Antoine.
—Será difícil, porque ya lo he revisado antes y no he visto su nombre por ningún lado —expresé.
—Hija solo busca, busca e intenta leer entre líneas. Sabes que el canalla de tu padre podría haber usado otro nombre —dijo con determinación.
Con la mente abierta encendimos el iPhone y comenzamos a revisar los mensajes y las aplicaciones en busca de cualquier indicio de la misteriosa Rosaura.
Revisamos los mensajes de texto, los correos electrónicos y las redes sociales, buscando desesperadamente alguna pista que nos pudiera llevar a la verdad.
Después de horas de búsqueda intensiva, finalmente encontramos lo que estábamos buscando: un chat en la aplicación de mensajería que mi padre había tenido con un hombre llamado: Sandro Rosauro.
La conversación era corta pero reveladora, y dejaba claro que había una conexión íntima entre mi padre y el misterioso "hombre".
—Mirá mamá, aquí está el chat con el tal Rosauro —exclamé, señalando la pantalla del iPhone —. Parece que hablan en código.
Mi madre miró la pantalla con una mueca de incredulidad y tristeza en los ojos mientras leía los mensajes de mi padre y este siniestro personaje.
Era evidente que había una relación íntima entre ellos, pero aún no sabíamos la naturaleza exacta de su conexión, porque solo hablaban de comprar un auto de alta gama.
—Esto confirma mis sospechas —murmuró mi madre —. Antoine tenía una amante secreta y la cubrió con la fachada de este energúmeno y esta hija de puta pretende estar en contacto incluso después de su muerte.
Al otro día fuimos a la concesionaria que citada en los chats y pedimos hablar con Rosaura. Casi nos mata de susto, ella apareció y nos saludó como si nada. Parece que esa joven de cabello rubio nunca supo que su querido Antoine tenía una esposa y una hija.
La verdad que quería cagarla palos en ese preciso instante, pero mamá me frenó. Ella dijo que solo hablemos calmadamente con ella.
—Verás Rosaura, ella es mi madre Cecil y es la viuda de Antoine —dije lanzándole una mirada cínica.
—¿Cómo? ¿Es una maldita broma? Antoine, mi querido Antoine, que Dios lo tenga en la gloria ...—chilló la mujer bastante desesperada por la noticia.
—No es un chiste, no es una broma, no es una humorada. Soy su hija y ella es la esposa —volví a decirle.
—¡Ustedes están mintiendo y seguro que están detrás de la fortuna de mi novio! —exclamó y empezó a sollozar.
—Señorita, usted no pertenece a nuestra familia, usted no es nada, solo sos una rata —dijo mi madre señalandola con el dedo.
—Ustedes están de demente. ¿Ven este anillo en mi dedo? —dijo y nos mostró el dedo.
—¡Ja! No me digas que estabas comprometida y pensabas que te ibas a casar con mi marido ¿verdad?
—Nos comprometimos y él me juró que ibamos a tener una boda soñada y una luna de miel en Las bahamas —chilló mientras le temblaba todo el cuerpo.
—Pues te mintió, te mintió en la cara y tenés que olvidar todo lo que ocurrió con mi papá—sentencié.
—¡Nunca lo olvidaré, jamás! —dijo mientras le comenzaba a sudar el rostro.
—Él está muerto... ¡Muerto! —exclamó mi madre colérica.
—Claro que está muerto, ustedes son unas zorras —gritó.
—Y vos sos una ingenua de mierda —sentencié.
—¡Estúpidas, ya lárguense de aquí! —gritó la muchacha y comenzó a llorar con fuerza.
—Solo quiero decirte que no te acerques a la tumba de mi finado esposo, porque vendré aquí y lo lamentarás. Haré que te despidan de este trabajo por zorra —le advirtió mi madre.
—Parece que la única persona que quiso genuinamente a Antoine, fuí yo —dijo Rosaura sin vacilación o temor.
—Cállate, cállate mujer estúpida —le dije con malicia.
La jovencita camino para atrás con los ojos encendidos como bombilla de luz incandescente, luego se desplomó sola. Cayó al suelo desmayada y no tuvimos que ponerle un solo dedo encima a esa muchacha. Parecía que le bajó la presión o la glucosa.
Los empleados que presenciaron la disputa se asustaron y corrieron a llamar a la ambulancia.
La revelación fue un golpe duro para nosotras, y apuesto que también fue así para Rosaura, pero esto también nos brindó un sentido de cierre y resolución.
Finalmente sabíamos quién era la maldita arpía y donde encontrarla en caso de tener más dudas sobre mi padre y su relación con esta joven mujer. Ahora solo quedaba enfrentar las consecuencias
Sin embargo, esta revelación y seguir adelante con nuestras vidas, sabiendo que estábamos unidas por el amor y el apoyo mutuo.
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METEORA y las secuelas de la muerte
Cerita PendekAlgunas personas juran amor y fidelidad eterna cuando se casan, pero llega un día inesperado, donde la oportunidad de tener sexo y lujuria con otra persona lo cambia todo.