🔹Amor post mortem🔹

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La segunda cita de mi madre con Pocho finalmente había llegado, y mientras ella se preparaba con nerviosismo en su habitación, yo me encontraba en el patio colgando la ropa al sol, esperando con ansias para escuchar al vecino tocar el timbre para llevar a mamá a un restaurante para almorzar.

Como mi madre es bastante coqueta, siempre se demoraba bastante tiempo en peinarse, maquillarse y eligiendo su atuendo.

Cuando se fueron seguí limpiando la casa, esta vez tenía que lavar los baños y fregar los pisos de la cocina con detergente y lavandina, ya que no tenía que ir a trabajar.

Pero lo que sucedió a continuación fue algo que ni yo ni mi madre podríamos haber anticipado.

Después de pasar toda la tarde haciendo la limpieza, finalmente recibí un mensaje de texto de mi madre. Decía que la cita había ido bien y que habían comido pastas con mariscos, que ella estaba contenta de haber tenido la oportunidad de conocer a Pochito más a fondo y que el restaurante quedaba cerca del cementerio, que iría a dejarle unas flores a mi papá y de paso a pagar la mensualidad al casero que se encargaba de la limpieza de las tumbas.

Más tarde recibí un mensaje de mamá, pero lo que realmente me dejó perpleja fue la foto adjunta que mostraba la tumba de papá con un arreglo floral que tenía una nota en una tarjetita escrita a puño y letra.

La nota decía: "Antoine, siempre te amaré, Rosaura".

Mis ojos se abrieron de par en par al leer esas palabras y mirar el arreglo floral de rosas rojas. ¿Esto es verdad...?

No podía creer lo que veía. ¿Acaso mi papá tenía una amante llamada Rosaura que seguía expresando su amor por él incluso después de su muerte?

Sin poder contener mi curiosidad, decidí llamar a mi madre de inmediato para preguntarle más detalles sobre lo que había sucedido en el cementerio. Después de todo, esto era demasiado inesperado como para dejarlo pasar sin obtener más información.

—Mamá, ¿qué está pasando? —pregunté, tratando de mantener la calma a pesar de la confusión que sentía—. ¿Quién es Rosaura y por qué dejó una nota para papá en la tumba?

Mi madre suspiró al otro lado de la línea, claramente sintiéndose incómoda con la situación, a parte de tener al lado a Pocho.

—Meteora, fue una sorpresa para mí también —respondió, con la voz temblorosa por la decepción—. No tengo idea de quién es Rosaura o por qué dejó una nota para Antoine en su tumba.

—Mamá, esto es una mierda. ¿Quién carajo hace eso? —exclamé nerviosa.

—Solo una caradura puede hacer esto —sentenció mamá.

—¡Ay...! —me quejé.

—¿Rosaura es una más para añadir a la colección de zorras que tenía tu viejo? —me preguntó irónicamente.

—Lo sé, esto es realmente una mierda y todo es demasiado extraño —tales palabras se me escaparon de mi boca.

La confusión y la incredulidad se apoderaron de mí mientras intentaba procesar lo que mi madre me estaba diciendo. ¿Cómo era posible que mi padre hubiera tenido una amante secreta que seguía expresando su amor por él incluso después de su muerte? Y lo más importante, ¿cómo había afectaría esto a mi madre y a su proceso de duelo?

Decidí ir al cementerio para ver la nota por mí misma y averiguar qué estaba pasando. Me vestí y me tomé un taxi rápidamente.

Cuando llegué a la tumba de mi padre, vi el arreglo floral de rosas rojas y la nota con mis propios ojos. La vergüenza ajena me invadió al leer las palabras de la nota y darme cuenta de la situación incómoda en la que mi madre se encontraba, sobre todo por Pocho que también había visto todo.

Justo en ese momento, vi al vecino que venía hacía mi y tomó la nota entre sus dedos.

—¡Hay que ser hijo de puta, eh! —se rió, con una expresión burlona en el rostro—. Parece que tu madre sigue siendo cornuda incluso después de muerto.

—¿Mi madre donde está?

—La llevé a tu casa. Volví para ver esto, no quise verlo cuando estaba ella aquí, podría dar una impresión a tu madre —dijo Pocho.

Mis mejillas se encendieron de vergüenza ante el comentario insensible de Pocho, y sentí una oleada de ira y frustración ardiendo dentro de mí. ¿Cómo podía burlarse de la situación tan descaradamente y sin compasión por los sentimientos de mi madre?

—¡Cállate, Pocho! —exclamé, furiosa por su falta de tacto—. No tienes idea de lo que estás hablando.

—Bueno, Meteora, no vas a negar que esto es bizarro. Perdona si te ofendí, no es mi intención herir los sentimientos de ustedes dos —se excusó el hombre.

—Esto es terrible, ya no sé que mierda pensar de mi propio padre —chillé.

—Bueno, por lo menos Antoine ya no hará nada más, nunca más podrá hacer de las suyas a espaldas de tu vieja. Yo también soy viudo y a veces me pongo a crear paranoias en lugar de cerrar ese capítulo de mi vida —dijo Pocho intentando arreglar las cosas.

—Claro está que esta tal Rosaura aún está mal por perder a papá. Lo más bizarro es que quizás ella ni siquiera sabe de mi existencia —dije, mientras una lágrima rodaba por mi rostro.

—La verdad que es mejor perdonar y olvidar. Hay que dejar que la vida siga su curso —dijo, mientras fingía ser indiferente ante esta situación.

—Creo que esto aún no ha terminado. Por favor usted haga como si esto nunca sucedió, Pocho —dije amablemente.

—Sí, ahora se trata del bienestar de tu mamá y de ti —anunció. No hay palabras para explicar lo avergonzada que debe estar Cecil ahora.

Aunque la situación era incómoda y embarazosa, sabía que tenía que ir a casa para apoyar a mi madre y ayudarla a enfrentar la verdad sobre el pasado de mi padre, por más doloroso que fuera. Y con eso en mente, me preparé para lo que vendría a continuación, lista para ser su fuerte en tiempos de tormenta.

 Y con eso en mente, me preparé para lo que vendría a continuación, lista para ser su fuerte en tiempos de tormenta

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METEORA y las secuelas de la muerteOnde histórias criam vida. Descubra agora