🔹Un negativo despertar🔹

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Siete días después de la limpieza espiritual en nuestra casa, recibimos una llamada telefónica que nos asustó de nuevo. Era la madre de Eliseo, informándonos sobre la condición de su hijo después del derrame cerebral.

—Cecil, tengo que contarte algo sobre Eliseo —comenzó la madre de Eliseo—. El neurólogo nos dijo que mi hijo sufrió una lesión cerebral traumática leve y que ahora está experimentando amnesia.

Mi madre escuchaba en silencio, su rostro pálido reflejando la preocupación que sentía por Eliseo.

—¿Amnesia? ¿Qué significa eso exactamente? —preguntó mi madre, con los ojos abiertos.

—Significa que mi niño no recuerda nada de lo que pasó antes de desmayarse y golpearse la cabeza —explicó la madre de Eliseo—. Los médicos quieren saber que ocurrió exactamente para causar la conmoción cerebral, es que Eliseo no puede recordar nada.

Sentí un nudo en el estómago al escuchar las palabras de la madre de Eliseo. Sabía que mi madre se sentiría aún más culpable por lo que había sucedido, aunque la amnesia de Eliseo fuera solo temporal.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —exclamó mi madre—. No quiero que Eliseo sufra más a causa de lo que pasó.

—Creo que es mejor inventar algo que decir la verdad sobre el fantasma de Antoine —sugerí, tratando de encontrar una solución para el dilema en el que nos encontrábamos—. No queremos que Eliseo se preocupe más de lo necesario, y tampoco queremos que su mamá se ponga loca y nos culpe por lo que pasó.

Mi madre asintió lentamente, comprendiendo la gravedad de la situación. Sabía que tendríamos que ser cuidadosas con lo que decíamos para proteger a Eliseo y evitar que su amnesia empeorara.

—Está bien, hagamos lo que sea necesario para protegernos y que no piensen cosas locas—dijo mi madre con determinación—. Pero necesitaremos idear una historia convincente para explicar lo que ocurrió esa noche.

Con ese pensamiento en mente, comenzamos a elaborar un plan para protegernos y mantener oculta la verdad sobre la aparición de Antoine. Sabíamos que no sería fácil, pero estábamos dispuestas a hacer todo lo posible para evitar que Eliseo sufriera más a causa de nuestros secretos.

—Bueno, le diremos que se asustó al saber que tienes 56 años. Era tu cumpleaños y le diremos que se impactó al saber tu edad real —dije—, y encomiendemosnos a Dios para que la mujer lo crea.

—Muchachas, esa es una idea terrible —respondió mi abuela mientras preparaba un té de limón para mi mamá— es posible que su amnesia se evapore de un minuto al otro, porque su pérdida de memoria es temporal.

—Estoy un poco nerviosa, pero será mejor no decir nada, así no tendremos que hacernos cargo de nada —dijo mamá mientras dejaba su teléfono sonar.

"No es una difícil tarea", pensé contando con la facilitad que implica ignorar a la madre del profesor de educación física.

—¿Es ella otra vez? —preguntó mi abuela.

—Sí, debe estar preocupada la señora.

—Me pregunto como reaccionará Eliseo cuando vuelva en sí —pregunté.

                            ..............

Eliseo recobró la memoria después de una semana y media, pero lo que recordó no fue lo que mi madre, Cecil, esperaba.

Decidió alejarse de ella, argumentando que no podía seguir adelante con su relación después de lo que había sucedido. Fue un golpe devastador para mamá, quien había puesto su corazón en su relación con Eliseo.

—No puedo creer que esto esté pasando —dijo mi madre, con su semblante lleno de tristeza, mientras compartía la noticia con nosotras—. Después de todo lo que hemos pasado juntos, ¿cómo puede simplemente alejarse de mí?

—Lo siento mucho, vieja. Debe ser difícil para vos —respondí, sintiendo la angustia que emanaba de mi madre—. Pero tienes que pensar que Eliseo no es el único hombre de este mundo. Siempre estaremos aquí para vos, pase lo que pase.

A pesar del dolor que sentía, mi madre trató de mantenerse fuerte. Pero las cosas empeoraron cuando nos enteramos de lo que Eliseo había estado haciendo en el colegio donde trabajaba.

—Eliseo está divulgando rumores sobre vos en el colegio —informó uno de mis colegas, Ray, el profesor de música, con una expresión de preocupación en su cara—. Está diciéndole a las otras docentes que vos, tu madre y tu abuela, son espiritistas y que practican rituales de espiritismo en tu  casa.

—Todo esto es horrible, Eliseo no sabe nada y está muy confundido —le respondí con seguridad.

—No lo sé. Será mejor que yo no me involucre, no quiero quilombo en el colegio —dijo Ray, con la mirada brillante.

Me quedé atónita al escuchar las palabras de mi colega. No podía creer que Eliseo fuera capaz de difundir mentiras sobre mi familia de esa manera. Sabía que debíamos hacer algo para detenerlo antes de que los rumores se extendieran aún más.

—Tengo que hacer algo al respecto. No podemos permitir que Eliseo arruine mi vida de esta manera —dije, sintiendo una mezcla de ira y determinación—. Necesito encontrar una forma de detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

—Mejor olvida todo —dijo Ray.

—Pero esto es injusto... —añadí poniéndome el delantal blanco.

Él me detuvo, quedó falto de aliento y me miró a los ojos. Hubo un largo silencio. Yo estaba estirada sobre el pizarrón de la pared, con el corazón acelerado como un martillo.

—¡Sos la hechicera más bella de este colegio! ¡Qué linda te ves cuando estás molesta y enojada! —dijo el profesor de música, mientras me sujetaba las muñecas.

—¡Ray, esfumáte o compáñame a hablarle a ese idiota! —le exigí a Ray.

Decidimos buscar y confrontar a Eliseo de frente y exigirle que se retractara de sus mentiras. Pero cuando lo hicimos, él simplemente se burló de nosotros y nos ignoró por completo. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que él lo fingió todo con mi madre.

A medida que los días pasaban, me di cuenta de que la reputación de mi familia estaba en peligro. Los docentes y los padres de los alumnos comenzaron a mirarme con recelo, y pronto nos encontré marginada y excluida en el colegio donde había trabajado durante años.

La traición de Eliseo había causado estragos en el ambiente laboral y me di cuenta que tendría que luchar con todas nuestras fuerzas para recuperar nuestra reputación y restaurar nuestra dignidad.

Pero, por ahora, estaba sola en esta batalla, enfrentando el desafío con valentía, pero también quería inventar cosas locas para destruir la reputación del profesor.

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METEORA y las secuelas de la muerteOnde histórias criam vida. Descubra agora