Optimista, pero no tanto.

Kankuro y Shizune.

Kankuro volvía al hospital con una bolsa con dos sándwiches que acababa de comprar en la esquina, Shizune ya se encontraba mucho mejor, pues cuando entró a la habitación, ella estaba sentada en la cama hablando por teléfono con su hijo, eso quería decir que ya estaba con Temari.

Se sentó en una silla al lado de la cama y esperó a que la chica terminara de hablar. Cuando colgó, su actitud parecía haber cambiado, ya no estaba distante con él sino que ahora le sonreía.

-Creo que ya es tiempo de hablar -le dijo al chico, quien se disponía a comer pero dejó el sandwich en la bolsa y asintió -Te contaré todo desde que nos separamos aquella vez, ¿te parece?

~Hace 4 años~
Una Shizune de unos 22 años, comentaba alegremente con su amiga, que había sido escogida para el congreso que se llevaría a cabo en Kumo, donde se reunirían los mejores estudiantes de todo el país, pero desafortunadamente, su amiga, Kurenai, no había alcanzado los requisitos para ir.

-No te preocupes por mí, ve y disfruta por ambas -le dijo su mejor amiga, cuando todos los estudiantes seleccionados se preparaban para irse.

-Pero voy a estar sola, no hablo con nadie que no seas tú -le decía Shizune, dudando si subir al bus.

-No seas tonta, anda. Es una muy buena oportunidad -Shizune lo sabía, así que asintió y abrazó a su amiga, subió al bus y se despidió de ella por la ventanilla.

El viaje estuvo tranquilo, y llegaron a Kumo luego de ocho horas de viaje. Al llegar, fueron al hotel, le había tocado compartir habitación con otras dos chicas que ella no conocía.

Les habían dejado ese día para desempacar y relajarse, pues las actividades comenzarían al día siguiente.

Shizune decidió ir a un café de esos que le gustaban, era una cadena conocida, así que estaba en todas partes, luego de caminar por el centro un rato, encontró el lugar. Pidió lo que quería y fue a sentarse a una mesa junto a la ventana.

Se fijó que en la fila había un chico castaño mirándola desde hacía rato, a ella le pareció muy guapo, así que no creyó que se fijaría en ella, seguro estaba leyendo un cartel detrás de ella.

-Hola, ¿está ocupado este lugar? -le preguntó, ella se sonrojó, luego negó con la cabeza y miró su café -¿Puedo sentarme? -la chica asintió.

Shizune era bastante tímida, pero sentía que debía decir algo, era obvio que él estaba interesado en ella, y no quería espantarlo como había hecho con todos los chicos que se le habían acercado en toda su vida.

-M-me llamo Shi-Shizune -dijo ella apenas audible, pero él la escuchó.

-Y yo Kankuro, un placer conocerte -le sonrió, ella le devolvió el gesto -¿Eres de por aquí?

-No, de hecho llegué hace un par de horas, estoy aquí por un congreso -contestó.

-Ah, fíjate que coincidencia, yo igual... Seguro eres de Konoha, las chicas de Konoha son las más lindas -ella rió.

-Seguro le dices eso a todas -ya no se sentía tan tímida.

-No es cierto, no soy así -dijo él algo ofendido de que ella pensara que era un don Juan.