Capítulo 29

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No tengo internet, estoy en wifi -.- pero algo es algo:

Capítulo 29

Me detuve a ver como las ramas de los árboles danzaban al ritmo del viento que los empujaba cada vez con más furia. La tarde se había tornado oscura, unas nubes grises habían cubierto el gran cielo, amenazaba con llover, pero si eso ocurriera no me importa en lo absoluto, los días nublados suelen atraerme más que un día de sol, lo único que extrañaba de aquellos días soleados, era el perfecto tono azul sublime que adquiría el cielo. Seguí caminando dando vueltas sin ningún rumbo preciso y sin darme cuenta llegue al punto de encuentro, mire la vieja banca como la odiaba y quería al mismo tiempo, ¿cómo algo puede traerte buenos y malos recuerdos a la vez?.

Me senté en el viejo banco, pasando mis manos por la desgastada madera que el pasar de los años había deteriorado poco a poco, cuya pintura estaba decolorada por el tiempo. Por primera vez pensé en todo el tiempo que había pasado, en todo lo que había vivido, en todos aquellos momentos de felicidad, y me sentí agradecida, porque aunque se que no volverán tengo el consuelo de que una vez en tiempos buenos pasaron. Sentí que había pasado una eternidad desde aquellos tiempos, sentí que mi vida había pasado lenta y desde aquellos tiempos con un vacío que no me había permitido llenar, y pensé y si después de tanto tiempo había llegado la hora de perdonar. ¿Acaso ya estaba lista? No lo se. Pero sentía como una añoranza de los viejos tiempos crecía en mi corazón llenándolo de calor, derritiendo la barrera de hielo que impedía el acceso a todo lo referente a mi padre, un nudo se formó en mi estómago y me abrazo el sentimiento. Tal vez podríamos recuperar el tiempo perdido, tal vez ya no viviría en una familia rota. Se que no sería como antes, pero definitivamente serían mejor.

Suspire sintiéndome arropada por el viento. Todo en esta época tenía más vida, los retoños de las flores empezaban a florecer y las parejas se veían más felices que nunca, todos sabían que tan sólo faltaba una semana para el día de San Valentín, y caí en la cuenta que este año sería diferente, ya que yo también formaba parte de aquellas parejas, a pesar de no haberme querido unir al amor tiempos atrás, no odiaba dicha fecha, aunque me parece absurdo que sólo haya un día en particular para demostrar con más entusiasmos y fervor el amor, ya que lo correcto sería que eso pasara día a día. Sin embargo lo tomaba como una fecha oficial para celebrar el amor y recordar lo afortunados que son todos aquellos que pudieron encontrarlo.

A las dos en punto un sonriente Derek se posó ante mi.

-Que tal- saludo vagamente y luego sonrió- Luces genial para alguien que sólo a podido dormir unas cuantas horas.

Reí.

-Hola Derek- le tendí la mano tomando un papel más educado- Oh muchas gracias por el cumplido que lástima que no pueda decir lo mismo de ti- negué desaprobando.

Y luego ambos reímos como amigos de toda la vida.

-Has llegado antes que yo- afirmó el chico confuso.

-Si. Me gusta el lugar me trae buenos recuerdos.

-Si, es hermoso- Derek miro la calle más allá de los edificios y sonrió.

-¿Que sucede?

-Nada- aunque no parecía seguro, igual asentí- Cuéntame de ti, supongo que estarás disfrutando del último año.

-Así es, en unos meses estaré libre de las cadenas de la secundaria, para luego unirme a la esclavitud de la universidad- abrí completaste mis ojos en un gesto dramático.

-No es tan malo como parece...

-¿Que estudias?- lo interrumpí.

-Estoy en el segundo año de arquitectura- sus labios formaron una media sonrisa.

Someday Mine |ZM| En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora