La Ley De Atracción[ Temporalmente Pausada]

Capítulo I

13 Diciembre

Despertar sin ánimos es una de las cosas más dolorosas que hay. Sentirse sin esa chispa de vida que todas las personas suelen tener, sentir que tus ojos no brillan, no brillan de vida, solo para derramar lágrimas, lágrimas que no merecen. Tener que levantarte sintiendo un peso en todo el cuerpo, un pesar del corazón. Todo por el dolor que causa una infidelidad, el echo de entregarte a esa persona y que esa persona solo te pague con una infidelidad. Nunca lo voy a entender, el porqué las personas tienen esa necesidad de ser infiel a la persona que más los ama, es algo raro. Sin embargo filosóficamente está comprobado que el mayor porcentaje de infidelidad proviene de los hombres, no los culpo, solo acabo de ser una víctima de esta dolorosa situación... ¿Algo peor? Mi pasado, no ha sido el más bonito, mi infancia no ha pintado a color de rosas. Sin embargo he aprendido a seguir, aunque sienta que no tenga las fuerzas necesarias.
Esa que se hace llamar Maria del Mar, esa que me quitó el amor de mi vida... Pero aprendí que la vida no es a color de rosas, nada es lo que parece.

Después de tres horas, mis pensamientos fueron interrumpidos.

—¡Te buscan! - era mi madre, Rosella. Una señora peli negra, alta, ojos negros como la noche, en cuanto a su personalidad, aveces cariñosa y aveces fría; pero siempre una persona afable con todos.

-¡Dile que se vaya! - respondí, no quería ver a nadie, yo pensaba que podía salir de una depresión sola, y odiaba que sintieran lástima por mí.

—Es Asley - entró mi madre a la habitación.

Me levanté corriendo a ponerme maquillaje para que no notara mis ojeras de tanto llorar.

Bajé a la sala. Y ahí estaba mi mejor amiga Asley, una rubia de ojos miel, siempre tan bonita y especial. Que sin haberle contado la infidelidad de Jose, (ahora mi ex) ella llegó, es tan linda.

-Paula, me enteré de lo sucedido con.. Ese imbécil, lo siento enserio, quiero matarlo... - parecía algo enojada, sin embargo sus ojos miel, decían otra cosa, dulzura. —Y hola- carraspeó.

Así es, ella es una mezcla de sentimientos en persona. Se resume con la palabra bipolaridad y eso sólo yo lo tolero de ella.

-Hola Asley, tranquila todo está bien- dije intentando parecer feliz.
Recordé que mi madre se encontraba ahí, había estado escuchando todo.

-Bueno está bien. Pero de igual manera lo mataré - rodó sus ojos, fingiendo una mirada de psicópata. Lo cual le salió como la de un osito cariñoso.
Ella no puede ser mala, siquiera fingir tal cosa, le sale mal.

-Lo sé, lo sé-dije guiñando un ojo.

Asley tiene un aura muy pura, tanto por fuera como por dentro es hermosa. Y tiene ese toque especial para hacer feliz a las personas en tan solo unos minutos.

-Pero bueno, cambiando de tema tengo el remedio perfecto para que lo olvides. ¡Y se dé cuenta de lo que perdió! - dijo mi amiga con una mirada de satisfacción. ¡Dios mío, ilumínala!

-¿A eso le llamas cambiar de tema? - dije al borde de la risa.

-Mejor te digo en qué consiste--me miró mal—Mañana habrá una fiesta a las siete de la noche. ¿Quieres ir?

—¡¿Fiesta?! Obvio no, prefiero quedarme leyendo un libro tomando un café, créeme es el mejor remedio
- intenté sonar convincente. No me agradan las fiestas.