Capítulo XXXXIV

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-¡¡Corre idiota, corre!!

Seguí corriendo esquivando cada cosa que se atravesaba.

-¡¡Es por tu culpa estúpido!! ¡¡Eres un imbécil!! - grité con todas mis fuerzas corriendo por aquella fábrica abandonada, faltaba poco para salir.

-¡¡Si no hubieras abierto tu estúpida boca nada hubiera pasado!!

-Yo solo hice lo correcto, estúpido niño ¡me ibas a culpar a mí! - seguí corriendo y gritando maldiciones.

Y se preguntan, ¿cómo terminamos así?

Bueno es una larga historia, voy a decir que...

Cuando nos fuimos a la dirección, yo estaba haciendo todo lo posible por salir bien e ilesa, claramente nada salió como esperaba y Diego empezó a culparme por cosas graves que nunca hice todo para salvar su trasero, pero obviamente no me quedé de brazos cruzados.

Y ahora nos encontrábamos en problemas, siendo perseguidos por dos guardas de la institución.

Como nos encuentren y estamos muertos.

Salimos un poco de la universidad, corrimos y topamos con una fábrica desconocida y abandonada.

-¡Shhh! ¡Cállate! Ven por acá- me indicó.

-¡¿Eres idiota o te haces?! - grité haciendo las cosas más difíciles.

Así es, así es.

Él se escondió detrás un bloque, estilo tanque.

Bloque, estilo tanque.

¿Notaron lo estúpida que puedo ser?

Era una especie de cosa gigantesca, y al frente de esta había un estante de madera, en el que me escondía yo.

Había un pasadizo que separaba el bloque del estante.

-Ven, ahí te pueden ver,Paula.

-¡Que me vean! ¡Es mi problema! Idiota.

Cerró sus ojos maldiciendo por lo bajo.

Me puse en alerta al escuchar unos pasos acercarse.

Diego me hizo una seña para guardar silencio.

Miré a los guardias por una endija.

-¿Ves algo?

-No, no...

Siguieron acercándose.

-Estos niños, están en serios problemas.

¡Ay si no me dices no me doy cuenta!

Rodé los ojos.

-Es una tontería, vamos en algún momento van a volver,no creo que duerman en una fábrica llena de ratones y arañas.

Ahogué un grito de terror.
¿Acaba de decir... Arañas?...

Iba a gritar, podía imaginarme una cosa de esas.

Pero luego recordé unas palabras.

Hay que vencer tus mayores miedos...

Y...

No me acordé de lo demás pero, sé que una persona una vez me habló sobre cómo vencer mis mayores fobias.

Y sí, es Andrew.

-Vámonos entonces.

Se fue alumbrando con la linterna hacia todos lados.
Justo cuando salieron de la fábrica me digné a hablar.

La Ley De Atracción[ Temporalmente Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora