La Ley De Atracción[ Temporalmente Pausada]

Capítulo XXXIV

Después de comprar lo necesario ya nos encontramos en el aeropuerto.

Claro, en una plena discusión.

¿Lo ven?

Mi vida no es normal, por todo es una pelea, o discusión absurda.

—¡Qué no! Compraremos los boletos a Costa Rica y punto - espetó mi amiga enojada, muy enojada.

—¡Es mejor ir a México! - peleó Dean entre suspiros molestos.

Quise decir algo pero claramente será echarle leña al fuego, como dicen.

—¿México? Oye no, quiero ir a Costa Rica, ahí vivo yo. Ahí están mis padres y tengo derecho a verlos, en cambio tú no tienes a nadie allá en México.

Buen punto Asley.

—¡Cállense los dos! - grité llamando la atención de casi todos en el aeropuerto.

Me miraron sorprendidos.

—No vamos ni a México ni a Costa Rica - le di una mirada a Asley y esta alzó sus cejas—Lo siento por los dos, pero no sería lo mejor ir a México cuando no conocemos nada. - murmuré.

—¿Y entonces como es que viniste a Francia sin conocer nada? - me dijo Dean serio.

Suspiré jalando mi cabello, a la misma vez que le daba una mirada asesina.

—Con Andrew - dije en un hilillo de voz.

En seguida mis ojos se aguaron y una ola de tristeza me evadió por completo, quedé en una sola posición como estatua mirándole a los ojos.

—Lo siento - Dean bajó su mirada dándose cuenta de que no ayudaba con mi sentimiento de culpa.

—¡Idiota! - Asley le pegó una palmada en su brazo—Bueno, entonces dejaremos que Paula decida a donde iremos. Ella después de todo lo que pasó sabe lo bueno y lo malo, y él porqué lo hace así que mejor que elija ella-dijo sabiamente mi mejor amiga comiéndose un popi color rojo.

Dean observó su acción, se quedó mirando el popi, y luego sus labios.

Si no tuviera tantos sentimientos oscuros en este momento, si no estuviera debatiendo entre perdonarme, si no tuviera un huracán de emociones ahora. Estaría peleando junto a ellos.

Pero simplemente no puedo.

Solo siento odio.

No paro de pensar en una cosa.

Venganza.

Dolor, amor, culpa.
Tantas cosas.

—Iremos a... España. - sonreí y Asley me regaló una mirada de emoción.

Siempre habíamos deseado ir juntas a España.

Es hermoso, es mi sueño hecho realidad, hacer nuestras vidas en ese paraíso llamada España, que tanto amo.

—Es lo mejor. No podemos ir a Costa Rica ¿que le diríamos a nuestros padres? No nos creerán, piensen en lo ficticia que se ha convertido nuestras vidas. No les vamos a decir que peleamos, que nos secuestraron cazadores. Jamás.

Recordé que hace mucho había llamado a mi madre contándole parte de esto, y bueno, con "parte de esto" me refiero a que le dije, que vendría a buscar a Asley. Solo eso, ya sé soy mala hija pero¿y ella? A pensar de muchos sé que el papel de mi madresita querida es más invisible que lo trasparente.

Asintieron pensando lo obvio de la situación.

—Y lo más importante, no les podemos decir que Andrew... - bajé la mirada con rabia—Murió.
Terminé de decir.