El Poder de los Dioses

Capítulo 14: Nami (parte final)

Naruto se levantó tarde, y logró escuchar un grito desde la casa de Tazuna. El rubio notó a dos matones de Gato intentando secuestrar a la mujer, hasta que el pequeño Inari los insultó. Estaban a punto de matarlo, pero el ojiazul los asesinó con un kunai en sus espaldas.

-Gracias...- murmuró el niño.

Naruto sonrió y salió corriendo con gran velocidad hacia el puente.
Mientras tanto, una niebla había cubierto la construcción, indicando que el demonio escondido en la neblina estaba de nuevo. Pero lo peor de esto era que no estaba solo, estaba acompañado por Haku y un hombre misterioso.

El usuario del Hyouton encerró a Sasuke en una cúpula delimitada por espejos de hielo. Kakashi intentaba hacerle frente a Zabuza, pero no sabía que el desconocido iba a atacar a Tazuna.

Una gran ventisca disipó la niebla y alejó a ese atacante del constructor.
Era Naruto, que ya había llegado al rescate de todos. Se reveló que el otro acompañante de Zabuza tenía el pelo verde y despeinado hasta los hombros, ojos violetas y un traje enterizo azul. En su mano derecha portaba una espada muy reconocida por todo el mundo.

-Creo que la espada del Nidaime Hokage no te pertenece, Aoi Rokusho...- dijo Naruto, que sentía como si la espada lo llamase.

-Aoi, encárgate del niño y de Tazuna, pero no te confíes...- dijo el Momochi.

-¡Con gusto!- dijo con cara de loco el peliverde, intentando cortar la cara de Naruto a la mitad.

El rubio paró la estocada con un solo dedo sin sufrir ningún tipo de daño. Aoi siguió intentandi cortarlo, pero el chico seguía parando los ataques con un dedo. El peliverde lo golpeó en la cara, pero lo único que logró fue moverle la cabeza un poco. Naruto volvió a mirar hacia adelante, y apuntó con dos dedos hacia el pecho de Aoi.

Pareció un movimiento flash, pero de repente el peliverde salió volando lejos por un puñetazo en el pecho. El ojivioleta se levantó escupiendo sangre, y divisó a su oponente acercándose. Tomó su espada eléctrica e intentó cortarlo por la mitad, pero una katana empuñada por su enemigo lo paró. La espada de Naruto estalló en llamas, haciendo retroceder al peliverde.

-¡Katon: Corte Vertical!- dijo el rubio, haciendo un tajo al aire y propagando una hoja de fuego hacia Aoi.

Este último intentó frenar el ataque con su espada, pero recibió mucho daño. Lo raro fue que Naruto ya no tenía los ojos azules, y que ese rojo sangre con tres tomoes negros sería lo último que recordaría de la realidad. Aoi sintió como varias estacas atravesaban su cuerpo, y cayó muerto al suelo. En el mundo real solo pudieron ver al hombre gritar del dolor y caer muerto al suelo.

Naruto tomó la Raijin no Ken, y esta de repente se unió a su espada provocando un resplandor. El rubio vio su espada, y notó que no sufrió ningún cambio de apariencia pero sí era más poderosa. La guardó en el sello y fue a ayudar a Sasuke, que hasta esa altura del partido parecía un alfiletero.

Haku vio como sus espejos se rompían, y se molestó cuando divisó a Naruto.

-No soy tu enemigo, ahora soy tu aliado.- dijo el rubio, tomando a su compañero y llevándolo donde estaba Sakura.

Luego vio a Zabuza atrapado e inmovilizado por los perros ninja de Kakashi, y a este peliplata a punto de atravesarlo con su Chidori. Haku se interpuso, esperando el impacto que nunca llegó.

-¿Por qué frenaste la estocada?- preguntó el Hatake.

-Ya no son nuestros enemigos...- dijo el rubio, señalando al final del puente.

Gato y sus 200 mercenarios habían llegado al lugar, y parecían muy soberbios y confiados de que iban a ganar.

-¡Gato, ¿Qué significa esto?!- preguntó Zabuza.

-¡Eres muy caro, y no cumples tu trabajo! ¡Mira, este ya está muerto!- dijo el magnate de los negocios, pateando el cuerpo de Aoi.

-Kakashi, parece que ahora no somos enemigos...- murmuró el portador de la Kubikiribocho, empuñando dicha espada.

-No hace falta que te metas...- dijo Naruto, adelantándose al asesino.

-¿De qué hablas, acaso estás loco? Son 200 mercenarios...- dijo Zabuza, pero se quedó congelado al ver una máscara blanca en la parte trasera de la cintura del ojiazul.

-¿Qué es eso?- preguntó Haku.

-No puedo creer que él sea...- murmuró asustado el demonio oculto en la neblina.

-¿De qué hablas?- preguntó Haku.

-¿Recuerdas cuando nos cruzamos a ese enmascarado, que era bastante aterrador?- preguntó Zabuza, y su discípulo pareció entender.

-Ahora que lo mencionas, recuerdo habérmelo cruzado en la aldea de los mercenarios.- dijo Haku.

-Su nombre como cazarrecompensas era Kuroi Kosen, completó 20 misiones rango D, 20 rango C, 30 rango B, 80 rango A y 50 rango S. Básicamente se limpió medio libro bingo...- explicó Zabuza, y Haku terminó comprendiendo.

Naruto realizó un solo sello de manos y juntó todo el aire que pudo, para luego escupir una gigantesca ola de fuego que arrasó a todo el ejército de Gato y al mismo magnate.

-¡Katon: Gran aniquilación!- dijo el rubio luego de acabar su técnica, viendo el mar de cuerpos chamuscados.

Por fin el pueblo era libre del maldito Gato, y todo gracias a ese chico de Konoha. Naruto se acercó a Zabuza y Haku, que dieron un paso atrás.

-Estoy fuera de servicio, pueden calmarse...- dijo el ojiazul.

-¿Qué quieres?- preguntó Zabuza.

-He recolectado la fortuna de Gato, y pienso darle la mitad al pueblo...- dijo Naruto.

-¿Y la otra mitad?- preguntó Haku.

-Estoy al tanto de la situación en Kiri, y pienso darles este dinero y mi colaboración a la Resistencia.- dijo el rubio.

-Muchísimas gracias, te esperamos...- dijo el demonio oculto en la neblina luego de recibir el dinero, y posterior a eso se fue con Haku.

Naruto y el equipo 7 esperaron a que el puente esté terminado, y luego volvieron a su aldea. La gente del pueblo se reunió para discutir el nombre del puente, pero al final decidieron ponerle el nombre de su héroe. "EL GRAN PUENTE NARUTO" era la placa que se había colocado en la columna que daba el ingreso a la isla.