Capítulo 29: Finales (2da parte)

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Naruto ya estaba en el palco de los participantes, y notó que la pelea entre Lee y Omoi. El de Kumo recibía puñetazos en todo su cuerpo, y no tenía ninguna probabilidad de defenderse.
Rock Lee lo mandó al cielo de una patada, y el propio chico de corte de razón voló hacia Omoi. El de Kumo notó que Lee estaba detrás suyo, pero cuando quiso reaccionar fue rodeado por las vendas del chico. Comenzaron a descender en picado a la vez que brotaban sobre su eje.

-¡Loto primario!- dijo Lee, el cual saltó una milésima de segundo antes de estrellarse contra el suelo.

Cuando el humo generado se disipó, se podía ver a Omoi con la cabeza enterrada en el suelo e inconsciente. Genma dio como ganador a Lee y los enfermeros llevaron al de Kumo a la enfermería.

Ahora era el turno de Kenpachi y Menma, los cuales saltaron a la arena y aterrizaron a pocos metros de distancia.
Kenpachi puso su mano derecha en la empuñadura de su espada atada a la cintura, y el pelirrojo sacó un kunai de su bolsa. Comenzó la batalla, y ambos chocaron firmemente sus armas. Debido a su destreza natural como espadachín, Kenpachi era claramente superior a Menma. El ojiazul tomó distancia y realizó una larga secuencia de sellos manuales.

-¡Fuuton: Gran penetración!- dijo el chico, y una ráfaga de viento azotó a Kenpachi, que clavó su espada en el suelo para no salir volando. El pelinegro aprovechó que tenía la espada clavada para hacer unos sellos de manos y volver a empuñar su espada.

-¡Suiton: Lanzas de agua!- dijo el pelinegro, y de las grietas del suelo salieron varios chorros de agua afilados hacia Menma.

El pelirrojo los esquivó de gran manera, y aterrizó tranquilamente luego de que Kenpachi saque su espada del suelo. Viendo que no tenía más opción, Menma sacó varios kunais de tres puntas, que el público pareció reconocer. Todos comenzaron a alentar al pelirrojo, que lanzó los kunai en todas direcciones, y se quedó con uno en la mano.

-Veremos qué tan rápido son...- pensó Naruto, activando su Sharigan en secreto.

El pelirrojo comenzó a desaparecer en destellos rojos y reaparecer cerca de Kenpachi para golpearlo y desaparecer. El rubio de las gradas sacó un cronómetro y comenzó a medir el tiempo. El pelinegro no podía reaccionar, hasta que pasados varios minutos logró esquivar un ataque cada tanto. Al cabo de varios minutos más, Kenpachi ya podía seguirle el ritmo a Menma.

-15 minutos.- dijo para sí mismo Naruto, sorprendido de que Kenpachi lo logró en ese tiempo.

Menma, frustrado, detuvo su embestida y preparó un ataque final. Creó 10 clones de sombras, los cuales se lanzaron a Kenpachi. El espadachín los destrozó a todos, pero hubo uno que estalló en rayos y lo dejó paralizado. El pelirrojo apareció en un destello rojo con una esfera azul en la mano.

-¡Hiraishin de nivel 2: Rasengan!- dijo el pelirrojo, impactando su técnica en el pecho de Kenpachi y mandándolo a volar.

Kenpachi se estrelló contra la pared del Coliseo, y su prenda superior ya no estaba. Tenía una grave herida en el pecho, y todavía sostenía su espada. Comenzó a reír como loco desquiciado, mientras su chakra se tornaba amarillo y se materializaba como una calavera gigante a sus espaldas.

-Vaya...interesante...- dijo Naruto.

-¡Namikaze, vas a...!- intentó decir el pelinegro, pero de repente esa energía lo abandonó y cayó inconsciente al suelo.

Menma se quedó perplejo: su oponente parecía haber obtenido un nuevo poder nunca antes visto, pero fue tanto el daño que sufrió que cayó inconsciente al suelo. Genma lo dio como ganador del combate, y ambos oponentes salieron de la arena, aunque Kenpachi fue trasladado por los enfermeros.

Estaban pasando por un pasillo con la camilla de Kenpachi, pero un rubio se les cruzó en el camino.

-¡Atrás! ¡Esta es una emergencia!- dijo un enfermero.

-Yo me hago cargo...- dijo Naruto, cuyos ojos eran rojos y con 3 tomoes negros.

Los médicos dejaron la camilla en el suelo y se fueron. Naruto le dio un poco de chakra a Kenpachi y lo curó de su grave herida. El pelinegro despertó, y se asustó al ver a Naruto.

-Tranquilo, vengo a hablar...- dijo el rubio.

-¿Qué se te ofrece?- preguntó Kenpachi.

-Soy el que ayudó a tu padre a liberarse de ese Genjutsu. He ayudado a Kiri en la rebelión, soy el que derrotó a Yagura.- aclaró Naruto, sorprendiendo a Kenpachi, que recién se había incorporado.

-Mi padre me contó de un sujeto que lo liberó de la maldad. Le quiero agradecer, Naruto-Senpai.- dijo el pelinegro, postrándose ante el ojiazul.

-Solo dime Naruto, es incómodo sino...- dijo el rubio.

-Naruto, ¿Qué te puedo ofrecer preguntó Kenpachi.

-Verás, tenía la idea de formar un escuadrón internacional que fomente la seguridad y protección de toda la población mundial. Y por lo que veo, tu equipo está dentro de las calificaciones requeridas. Debo pedirle permiso al Hokage y seguramente ya esté arreglado el asunto.- explicó Naruto.

-Entiendo, estoy seguro de que mis compañeros estarán de acuerdo en unirse. ¿Cuándo crearás el grupo?- dijo Kenpachi.

-Probablemente en unos años, nos veremos en ese entonces.- se despidió el rubio, desapareciendo en un torbellino de fuego.

Reapareció justo para ver el combate entre Samui y Dosu. Salvo por una cosa, Dosu no estaba en ningún lado. Un ANBU llegó al lado de Genma y le susurró algo al oído, para luego irse de nuevo.

-Bueno, me acaban de informar que el participante Dosu ha muerto ayer a la noche, así que la ganadora de este combate es Samui de Kumo.- informó Genma, y en el público lo único que se escuchaba eran cuchicheos.

-Otro muerto más, la previa a la invasión está yendo demasiado lejos...- pensó Naruto.

-¿Ya estás listo para luchar en la invasión?- preguntó Kurama.

-He superado ampliamente el poder del mismo Sandaime Hokage, pero no sé todavía cuáles Kage son aliados o enemigos...- dijo el rubio, mirando al palco de los líderes.

Allí estaban Minato, Yondaime Hokage de Konoha; Ay, Yondaime Raikage de Kumo; Mei Terumi, Godaime Mizukage de Kiri; Rasa, Yondaime Kazekage de Suna; y Onoki, Sandaime Tsuchikage de Iwa.
Naruto sabía que podía derrotar a cada uno de ellos con algunas dificultades en un mano a mano, pero si dos de ellos se unían, poco podía hacer.

-Todavía te quedan el Sharingan y el Mokuton como último recurso. Eso sin contar el Hyouton y el poder de la marca de los dragones...- intentó calmar Kurama, a lo que su Jinchuriki asintió.

La conversación terminó cuando los siguientes finalistas saltaron a la arena dispuestos a comenzar su batalla, era el turno de Mito y Kurotsuchi.

El Poder de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora