Capítulo 36: Deserción

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Menma se acababa de despertar en el hospital de Konoha, y se sentía muy débil. Logró levantarse y se miró al espejo. La zona que rodeaba su ojo izquierdo estaba toda quemada, y parecía no tener cura. Miró sus brazos, los cuales estaban corroído por el chakra del Kyubi. Recordó lo que pasó, y una ira inconmensurable apareció en él. Ya no tenía el chakra del Kyubi, y todo por culpa de Naruto. Sus padres y su hermana no lo fueron a visitar, cosa que lo irritó aún más. Miró a la mesilla de luz, y allí vio un paquete rectangular bastante grande con una carta. Abrió la caja, y vio una espada muy conocida dentro. Leyó la carta, la cual había sido escrita por Orochimaru.

"Aquí tienes mi Kusanagi. Ve a las puertas del norte a medianoche, si es que quieres irte de este mugroso basurero. En el perchero tienes algo..."

Menma abrió el ropero y encontró una túnica negra larga, y un atuendo negro por completo como el de un ANBU. Miró a la ventana, viendo como el sol se estaba ocultando.

-Ya casi es hora...- dijo el pelirrojo, vistiéndose y saltando por la ventana.

Mientras tanto en el barrio Uchiha, un pelinegro se encontraba en el sótano de la casa principal. Sus ojos Sharingan de tres tomoes brillaban en la oscuridad, y miraban a una piedra escrita. Una cajita en el suelo era iluminada por velas, y el chico la abrió. Un pergamino bastante viejo se encontraba dentro, lo cual le provocó una sonrisa algo tenebrosa.

-Los secretos del Sharingan...el mundo verá que soy un Uchiha de élite...no, ¡el más grande de la historia!- dijo Sasuke, el cual salió del sótano luego de guardar el pergamino en su bolsillo.

Al salir, tres figuras lo rodearon. La luz de la luna era lo único que le permitió ver las caras de los atacantes.

-Sasuke Uchiha, tú vienes con nosotros...- dijo Sakon.

-¿A dónde?- preguntó el Uchiha.

-Orochimaru quiere tomarte como discípulo.- dijo Jirobo.

-Hay que estar en 10 minutos en las puertas del sur.- dijo Kidomaru.

Sasuke asintió y recibió una túnica negra para taparse. Ahora sí, Naruto iba a pagar por creerse mejor que él.

Mientras tanto, Naruto era el único que quedaba en el funeral de Hiruzen. Le dejó un ramo de flores que compró en la florería de los Yamanaka y se dio media vuelta. Recordó que tenía que ir al Consejo a la mañana del día siguiente, lo cual lo fastidió. Caminó hacia el departamento de IT, donde una pelirroja era sometida a una interrogación. De los tres niveles, Naruto solo tuvo que bajar dos pisos y caminar por un largo pasillo hasta la última celda. Tayuya era electrocutada violentamente por Anko, la cual fue detenida por el rubio. El ojiazul tomó una silla y se sentó de frente a la chica.

-¡Ya se los dije, no se nada!- dijo cansada y triste la chica de Oto.

-¡Deja de mentir y dime dónde está el escondite de Orochimaru!- gritó Anko, sacando sus Senbons.

-Tranquila.- fue la orden del rubio, deteniendo a la pelimorada.
-Tayuya, ¿Cómo conociste a Orochimaru?- preguntó el rubio.

-Mi familia había sido asesinada por un grupo largo de asesinos de clase A. Yo estaba a punto de ser capturada, pero él me salvó luego de matar a los asesinos. Me llevó con él a su escondite, y me mordió el cuello. Antes de caer inconsciente, fui arrojada a una celda gigante. Cuando desperté, cientos de monstruos se me lanzaron encima, y en un arrebato de poder los maté a todos.- dijo la pelirroja.

-¿Qué pasó después?- preguntó el ojiazul.

-Orochimaru me juntó con Sakon, Kidomaru y Jirobo, y allí nacimos los 4 del Sonido. Meses después tuvimos que venir a Konoha a intentar invadirla.- dijo Tayuya.

-¿Recuerdas dónde estaba la base?- preguntó el rubio.

-Es inútil, Orochimaru no deja cabos sueltos. Ya sabe que me abandonaron, y ya cambiaron de base. Hasta puede ser que la haya destruído...- dijo la chica.

-¿Recuerdas cómo eran tus padres preguntó el Uzumaki.

-No.- dijo sinceramente la pelirroja.

-Entonces ya estaríamos por hoy. Puedes dormir en esta celda.- dijo Naruto, retirándose con Anko.

-¿Por qué tan amable?- preguntó la pelimorada cuando salieron al exterior.

-Estaba seguro de que estaba sometida bajo la voluntad de Orochimaru, tú misma deberías haberlo sabido...- dijo el rubio, el cual desapareció en un mini tornado de fuego.

El rubio reapareció en su nueva casa por fin, y allí se fue directo a la cama. Necesitaba descansar, por una vez en toda la semana.

Menma llegó a las puertas del norte, y allí vio a los dos guardias dormidos. Una figura encapuchada como él estaba en la puerta, esperándolo.

-¿Qué quieres, Danzo?- preguntó el pelirrojo.

-Orochimaru me dijo que te reclute. Te ofrezco mucho poder, para que te puedas vengar de esta Aldea...- dijo el viejo halcón de guerra.

Menma fue rodeado por un aura oscura, la cual incluso alarmó a Danzo. Tomó la Kusanagi, para que Danzo saque un kunai por las dudas. Pero el aura oscura se fundió en la espada y se desvaneció.

-¿Qué estamos esperando?- preguntó el pelirrojo, haciendo sonreír al pelinegro.

-Mañana tengo una reunión del Consejo. Tendrás que encontrarte con Sasuke y los 3 de Oto en la Aldea de Orochimaru, confío en que llegues tranquilo.- dijo Danzo, desapareciendo en un Shunshin de hojas.

Mientras tanto, los 3 de Oto y Sasuke ya estaban por fugarse de la Aldea, pero una pelirrosa se les atravesó en el camino.

-¡Muévete niña!- dijo Jirobo.

-Sakura...- dijo Sasuke.

-¿La conoces?- preguntó Sakon.

-Era mi compañera de equipo.- dijo el azabache.

-¿Qué quieres?- preguntó Kidomaru.

-Quiero irme con ustedes.- dijo la ojiverde.

-¡Debes de estar loca, no sirves para nada!- dijo a carcajadas Kidomaru.

-Tengo muy buen control de chakra, podría aprender a usar jutsus médicos y ayudarlos en la retaguardia...- dijo la pelirrosa.

-Ahora que lo pienso, casi no tenemos médicos...- dijo Jirobo.

-Haz lo que quieras, pero recuerda que no te voy a cuidar la espalda en todo momento...- dijo Sasuke.

-Está bien, ponte esto y apresúrate.- dijo Sakon, sacando una túnica negra de un sello y dándosela a Sakura.

Los 5 se fueron de la Aldea, pensando que nadie los había sentido.
Naruto abrió un ojo, había sentido como la barrera era penetrada desde dentro hacia afuera, lo que significaba la fuga de alguien sin permiso. Decidió no prestarle atención por el momento y volvió a dormir, ya vería quién fue.

Las cosas se ponían difíciles: el hijo del Hokage se había ido de la Aldea, al igual que el único Uchiha que era leal a la Aldea. Ahora, solo quedaba prepararse para un posible contraataque de Orochimaru, que se esperaba que sea dentro de un largo tiempo.
Orochimaru estaba sufriendo de dolor en sus brazos, mientras Kabuto lo curaba como podía. Ambos sabían que esto no llegaba a ninguna parte.

-Kabuto, tenemos que encontrarla...- dijo el Sannin.

-No me diga que quiere buscar a...no, es imposible hallarla...- dijo el peliplata.

-Pues entonces haremos un esfuerzo máximo. ¡Necesito que Tsunade Senju me cure los brazos!- dijo Orochimaru desesperado.

El Poder de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora