El Poder de los Dioses

Capítulo 61: Fin de la Guerra

Naruto advirtió a los demás Kages lo que había pasado con uno de sus clones, y todos se asombraron por la fuerza de Madara.
La guerra continuó por unos días, hasta que los zetsus fueron totalmente destruidos. Los revividos desaparecieron de la nada, pero Naruto sabía que Itachi había matado a Kabuto porque se lo comunicó previamente. Los Kages se prepararon para luchar y se fueron del cuartel, dejando a Shikaku Nara a cargo.

Los 6 Kages llegaron al campo de batalla, en el cual Madara estaba asesinando uno por uno a los Shinobis. Naruto pidió a las tropas que se replegaran, y los 6 se prepararon para luchar.

-Tú eres mío.- dijo Menma, el cual mandó a volar a Naruto para alejarlo de Madara.

Naruto se recompuso en el aire e inició una batalla de Taijutsu con su hermano. Era bastante pareja, pero el rubio no estaba usando todo su poder.
Mientras tanto, Madara había activado el Susanoo y les estaba dando una paliza a los 5 Kages, que apenas podían esquivar los ataques del ser de Chakra.

Naruto veía esto e intentaba sacarse de en medio a Menma para poder acudir en su ayuda, pero el pelirrojo cada vez era más fuerte. De repente, Menma recibió un Rasengan y salió volando. Mientras intentaba reponerse, Menma recibió un puñetazo en la espalda que lo mandó hacia abajo, y antes de tocar suelo recibió dos puñetazos recubiertos en chakra Suiton con apariencia de leones.

-Nos hacemos cargo, ve.- dijo Hinata, la cual había rematado a Menma.

-Nos encargamos.- dijo Sakura, que fue la que le dio el puñetazo.

-Salva al mundo.- dijo Mito, la que le encestó el Rasengan.

-Está bien, tengan cuidado.- dijo Naruto, desapareciendo en un destello amarillo.

Madara estaba a punto de rematar a los Kages con las dos espadas de su Susanoo, pero el de Naruto cubrió el ataque con sus espadas. Naruto y Madara desactivaron el Susanoo y lucharon en Taijutsu, el cual estaba bastante parejo.

-Peleas parecido a mí y a Hashirama.- dijo Madara, el cual recibió de repente dos golpes en la cara y una patada en el pecho que lo hizo retroceder.

-Voy a tener que usar todo para liquidarte...- dijo el ojiazul.

-¡Katon: Gran devastación!- dijo Madara, escupiendo una enorme ola de fuego.

-¡Suiton: Muralla de agua!- dijo el ojiazul, escupiendo una enorme pared de agua que lo protegió del fuego.

Se formó una cortina de vapor, que fue disipada por el Rasenshuriken de Naruto. El rubio había creado un clon de sombras, el cual le infundió chakra Katon al Rasenshuriken.

-Mierda...- murmuró Madara, que fue atrapado por la espalda por un clon de Naruto.

-¡Katon: Rasenshuriken en llamas!- gritó el rubio, lanzando su ataque.

Madara estalló en llamas, mientras hojas microscópicas de viento lo cortaban. Era el momento: Naruto preparó un sello muy poderoso y un frasco de metal. Madara estaba hecho polvo literalmente, pero dentro de poco se iba a reconstruir. Naruto puso las cenizas en el frasco y lo selló, poniéndole fin a la guerra.

Menma vio esto y se dio cuenta que no tenía oportunidad alguna de ganar. Se libró de las tres mujeres y las mandó a volar de varias patadas y puñetazos, para luego desvanecerse en humo negro. Era un clon del pelirrojo, pero había escapado al fin y al cabo.

Los Shinobis vitorearon animados por la victoria, y Naruto suspiró de cansancio. Habían ganado, y eso era lo único que importaba ahora. Naruto fue declarado héroe de Guerra, aumentando al máximo el prestigio de Uzu. Las zonas de Guerra estaban siendo reconstruidas, y la paz se estaba acentuando a lo largo del mundo. Los 13 generales de Uzu obtuvieron un equipo de ANBU y Jounin para cada uno y se pusieron a erradicar a los renegados y mafiosos del mundo, con ayuda de las grandes naciones por supuesto. No había noticias de Menma, pareció haber desaparecido de la faz de la Tierra.

Naruto había desbloqueado grandes poderes con su espada, como la capacidad de reflejar ataques enemigos con más fuerza, y que la espada se materialice de la nada y con la forma que Naruto quiera (podía darle forma de martillo, por ejemplo).

Hinata y Naruto se casaron con 21 años, y pensaron que sus vidas iban a marchar de lujo todo lo que les restaba de existencia. Pero les llegó una triste noticia desde Konoha. Mito llegó a Uzu muy ensangrentada, y el equipo de medicina de Uzu la atendió en urgencias. Cuando despertó, Naruto estaba a su lado.

-¿Qué te pasó?- preguntó el ojiazul.

-Menma apareció en casa y mató a nuestros padres...- dijo entre lágrimas la rubia, sorprendiendo de sobremanera a su hermano.

-¿Luchaste contra él?- preguntó Naruto.

-Hicimos todo lo que pudimos, pero toda Konoha fue devastada. Murió la mitad de la población, entre ellos estaban Kakashi, Asuma y demás...- dijo triste Mito, haciendo que Naruto se preocupe.

-¿Sabes dónde está?- preguntó Naruto.

-No tengo ni idea, apenas pude escapar porque Jiraiya me dio tiempo...- dijo la rubia.

-Ya vuelvo.- dijo Naruto.

El rubio llegó a Konoha en un destello amarillo, y vio que Mito no bromeaba. No quedó ni un edificio en pie, ni una sola persona estaba por el lugar. Sintió un cúmulo de pequeñas presencias en los refugios, por lo que se calmó un poco luego de encontrar a la población en el monte Hokage. Caminó por la Aldea, pero una luz roja oscura le llamó la atención. Corrió rápidamente hasta el lugar, pero lo que encontró casi lo hace vomitar.

"No eres Dios" y "Disfruta de las vistas" era lo que estaba escrito con sangre en una gran pared, en la cual estaban clavados los cuerpos de Minato, Kushina y Kakashi.
Naruto siguió buscando, y entre los escombros encontró a Jiraiya, o por lo menos la mitad superior.

-Naruto, es muy fuerte...- murmuró el peliblanco, que había perdido sus piernas.

-No te dejaré ir...- dijo el rubio.

-¡Naruto, no lo hagas! ¡Los Dioses no tolerarán que cambies las reglas de la física!- dijo Kurama, y Naruto lloró de impotencia.

Jiraiya murió allí, y Naruto lo enterró en el cementerio de Konoha, o lo que que quedaba del cementerio. Naruto, mientras ponía flores en la tumba de su padrino, prometió matar a Menma.