Capítulo 16: Resistencia (parte final)

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Yagura se terminó transformando por completo en el Sanbi, y lo extraordinario de esto era que lo podía dominar por completo. Naruto decidió enfrentarlo de igual a igual, por lo que desactivó su M.S y entró en modo chakra de Kurama. El chakra amarillo se expandió y formó un zorro de 9 colas de chakra, que igualaba en tamaño al Sanbi.
Ambos titanes cargaron una Bijuudama, y las lanzaron para que terminaran colisionando. Una gran explosión los hizo retroceder, pero ahí no acabana la pelea.
Naruto no podía romper el caparazón del Sanbi y recibía balas de agua que lo debilitaban.

-Intenta usar el Susanoo.- sugirió el Kyubi, y su Jinchuriki volvió a activar su Mangekyou Sharingan.

Un chakra blanco comenzó a emanar de Naruto, y pronto una armadura cubrió al zorro de chakra. Era de estilo samurái, y tenía dos katanas enfundadas en la cintura. El zorro tomó ambas espadas y las clavó en el caparazón del Sanbi, logrando hacerle mucho daño. Naruto voló hacia el cielo y cargó un Rasengan planetario en cada cola de Kurama. Además creó una Bijuudama, la cual devoró el zorro.

Los 9 Rasengan impactaron en el caparazón del Sanbi, y el zorro escupió una ráfaga de energía que produjo una gran explosión. Cuando el paisaje se aclaró, se podía ver como mucha agua se había evaporado, y el océano intentaba cubrir el gran cráter en el fondo.
Yagura había vuelto a su estado normal, y todavía no se rendía. Comenzó a atacar a Naruto con Suiton, pero el rubio simplemente los esquivaba. Yagura entró de vuelta en el modo de chakra del Sanbi, pero recibió un gancho en la mandíbula que lo mandó a volar. Naruto sostuvo su mano izquierda hacia el suelo con la derecha. Los rayos se acumularon en su mano, y al haber mucho chakra Raiton, cubrió todo su brazo izquierdo.
Con el ataque preparado, Naruto saltó hacia el Karatachi, que intentaba atacarlo con bolas de agua desde el aire. El rubio las esquivó todas, y cuando Yagura estaba a punto de golpearlo con su garra, lo atravesó como un fantasma. Naruto se dio vuelta en el aire y finalizó el combate con su nueva técnica rango S.

-¡Raiton: Descarga a tierra!- dijo el ojiazul, dándole un puñetazo en la espalda a Yagura y haciéndolo descender mediante el gran rayo que salió de su mano.

El Mizukage cayó al agua, y luego de estar sumergido durante un rato comenzó a flotar. El rubio cayó de pie a su lado, y notó con su M.S un Genjutsu puesto sobre el peliverde y el Sanbi.

-¡Tsukuyomi!- pronunció el ojiazul, y su ilusión quebró a la otra impuesta sobre ambos.

Yagura quedó inconsciente, y Naruto creó a un clon para que lo lleve a la aldea.

-¿Qué vas a hacer?- preguntó Kurama.

-Siento algo en ese cráter...- murmuró el rubio, saltando al gran agujero que provocó su anteúltimo ataque.

Tuvo que nadar un pequeño rato, hasta que en el fondo encontró un símbolo de agua. Al tocarlo, el sector donde estaba ese símbolo desapareció y el rubio fue absorbido por la tierra. Comenzó a atravessr un túnel hasta llegar a una fosa subterránea bastante antigua. Había oxígeno, y esa mini cueva estaba alumbrada por antorchas. En una piedra estaba clavada una espada celeste, y un par de esqueletos a los costados. Naruto supuso que esos dos la habían encontrado pero no pudieron sacarla, a lo que él decidió intentar.
La espada salió con un poco de esfuerzo, pero al final no pasó nada. El rubio se estaba por ir, pero vio una nota detrás de uno de los esqueletos.

-¡Si ves esto, corre por tu vida! ¡Esas te envenenarán y morirás lentamente!- decía la carta, a lo que Naruto sintió una presencia y se dio vuelta en guardia.

-¡Oye, tranquilo!- pidió Susanoo.

-¡He leído esa carta!- dijo el rubio.

-Esos dos murieron porque no fueron dignos de tomar mi espada, y les envié un castigo.- dijo el Dios.

-¿Qué haces aquí?- preguntó el ojiazul.

-Vengo a informarte por parte de Shinigami que está muy contenta por las almas que le enviaste. Y otra cosa, ten mucho cuidado con tu hermano...- dijo el Dios de las tormentas, desapareciendo.

Naruto le restó importancia y desapareció en un vórtice con forma de remolino. Reapareció al lado de Mei, y le indicó que Yagura había sido derrotado. Luego de enterrar a los difuntos, la Resistencia festejó por la gran victoria frente a las fuerzas de Yagura. Mei se impuso como la Godaime Mizukage, y llamó al rubio a su nueva oficina.

-Has colaborado en gran manera para esta victoria, y por eso te dejaré pedir lo que quieras...- dijo la castaña.

-Quiero la Kubikiribocho, encontraré a su sucesor algún día...- dijo el ojiazul, sorprendiendo a Mei por la petición.

La mujer le señaló a la pared, y el rubio tomó la gran espada que estaba apoyada en dicho lugar y se la colocó en la espalda por encima de su túnica. Se puso su máscara y salió de la oficina, sin siquiera voltear a saludar. Naruto llegó al cementerio, y de su sello de antebrazo sacó dos ramos de flores para poner en las tumbas de Zabuza y Haku. Luego de eso se fue caminando hacia Konoha, un viaje bastante largo para caminar sobre el agua.

-¿Para qué quieres esa espada?- preguntó Kurama.

-La voy a resguardar hasta encontrar a un digno heredero de ella.- afirmó el ojiazul.

-¿Y conoces a alguien que la merezca?- preguntó el Kyubi.

-No por ahora, pero estoy seguro de que lo encontraré...- dijo el rubio.

-¿Y la usarás?- preguntó el zorro.

-Todavía no encuentro un espadachín que me obligue a usar mi espada liberada, por lo que voy a usar la Kubikiribocho hasta enfrentar a un buen usuario de espada.- explicó el Uzumaki.

-Suerte con eso...- murmuró el Kyubi, que se fue a dormir.

Ya se había oscurecido por completo, y Naruto recordaba como Zabuza lo obligó a usar su Shikai, pero probablemente sería el último. Tanta fue su distracción que no se dio cuenta que un grupo de matones lo rodearon.

-Danos tu dinero.- ordenó el líder, apuntándole con un kunai.

-No gracias.- respondió Naruto, tomando su nueva espada y realizando un tajo circular. Los 4 matones cayeron muertos al suelo, y el rubio guardó su espada en la espalda para seguir su camino a casa.

El Poder de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora