Capítulo 57: Reunión de los Kages (2da parte)

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Madara resopló fastidiado, mientras estaba parado sobre uno de los grandes escombros. En frente suya, todos estaban ilesos y confundidos, detrás de Minato y Naruto.
Padre e hijo se quitaron el sombrero de Kages, para luego ver como Gaara y Mito se les unían. Shikamaru retiró a todos los guardias samurái y a los demás Kages con sus respectivos escoltas a un lugar seguro.

-El Hiraishin es un jutsu muy molesto, saben...- dijo el Uchiha.

-¡No debiste haber hecho eso!- dijo Mito.

De repente, tres sombras llegaron a espaldas de Madara, que sonrió vilmente. Eran Menma, Sakura y Sasuke.

-Minato va por Menma, Mito se encarga de Sakura y Gaara se encarga de Sasuke.- les dijo Naruto a sus aliados, que se separaron junto a su respectivo contrincante.

-¿Bailamos?- sugirió Madara, el cual se puso a 10 metros de Naruto en pose de batalla.

-Con mucho gusto.- dijo el rubio, que se preparó para enfrentar a su bisabuelo.

Mientras tanto, Sakura intentaba golpear a la nueva Jounin de Konoha, pero era en vano. La rubia la golpeó en su costado derecho y finalizó el combo con una patada al pecho que mandó a volar a la pelirrosa. Sakura cargó sus manos de chakra y chocó su puño derecho con el de Mito, que estaba cubierto de chakra del Kyubi.

Sasuke y Gaara se estaban dando duro, especialmente por parte del pelirrojo. El ojiverde cubrió sus puños de arena y le estaba dando una paliza al Uchiha. El azabache activó su Sharingan de tres tomoes y emparejó la balanza. Gaara comenzó a tomar distancia y trabajó la pelea con jutsus de largo alcance.

Menma y Minato estaban luchando cuerpo a cuerpo, pero el Kage iba perdiendo poco a poco. El pelirrojo era muy superior, sin contar que poseía un extraño poder oscuro que lo beneficiaba. Mientras más pasaba el tiempo, Minato se iba agotando cada vez más.

Naruto, que no podía matar a Madara revivido con el Edo Tensei, sabía que era una pérdida de tiempo. Creo 100 clones para que distraigan al Uchiha y realizó una larga secuencia de sellos manuales. Una barrera rodeó a un sorprendido Madara, que no había contemplado dicha maniobra.

Menma, Sasuke y Sakura comenzaron a emanar muchísima oscuridad, y la batalla se inclinaba a favor de los villanos. De repente, Sakura salió volando hacia una piedra, Sasuke intentó ayudarla y Menma vio que su puño derecho fue frenado por la mano de Naruto.

-¡Quítate de en medio!- gritó Menma, intentando darle un gancho a la derecha de la cara del rubio, que se agachó.

-¡Rasengan!- dijo el ojiazul, impactando la esfera celeste en el estómago de Menma y haciéndolo chocar contra Sasuke.

Madara había roto la barrera y se puso frente a sus alumnos. Los tres se reincorporaron echando un par de carcajadas cínicas, y dejaron de pelear.

-Vinimos a darles una advertencia: entreguen a los Bijuus o los iremos a buscar. Si no aceptan, iniciaremos la guerra.- dijo Madara, sabiendo de antemano la obvia respuesta.

Gaara, Mito y Minato se pararon detrás de Naruto, el cual tenía los brazos cruzados. El rubio desapareció de repente, pero los ojos Rinnegan de Madara apenas pudieron verlo correr hacia Sasuke. Su problema era que no lo podía detener en su estado de Edo Tensei, así que solo le tocó ver. El rubio le dio una fuerte palmada en el pecho al azabache y luego una patada en la cara a Sakura. A Menma la dio un severo puñetazo en la cara, y a Madara le dio un fuerte rodillazo en el estómago.

Todos vieron como Sasuke salía volando inconsciente y sin aire y se estrellaba contra una roca al igual que Sakura, mientras Menma dio veinte vueltas hacia atrás en el aire hasta chocar contra una roca y quedar incrustado. Madara escupió saliva por el fuerte golpe, y se tomó el estómago luego de que el Uzumaki saque su rodilla de allí. Naruto le dio una fuerte patada en los huevos a Madara, que se estremeció del dolor. Luego lo tomó de los pelos y lo obligó a mirarlo.

-Dalo por hecho que te destrozaré en la guerra.- dijo el rubio que lanzó a Madara a los brazos del reincorporado Menma.

-Ahora sí te voy a matar...- dijo el pelirrojo.

-Olvídalo, nos vamos.- dijo Madara sonriente entre carcajadas, y los cuatro desaparecieron en un humo negro.

-Malditos...- murmuró Mito.

-¿Cómo es que Menma tiene un Sharingan?- le preguntó Minato a su hijo.

-No es cualquier Sharingan, es el de Shisui...- dijo el rubio, sorprendiendo al Hokage.

-¿Se lo quitó a Danzo? Eso significa que el viejo...- dijo Minato.

-Está muerto de seguro, al igual que Kabuto y Orochimaru.- dijo el rubio Uzumaki, que tomó su sombrero de Kage y se lo colocó.

-¿Qué harás?- preguntó Mito.

-Preparar a mis 13 generales para la Cuarta Guerra Mundial Ninja, deberían hacer lo mismo con sus ninjas...- dijo el ojiazul, que se fue caminando escoltado por Shikamaru y Gaara.

A mitad de camino, el curioso Nara le decidió preguntar a Naruto sobre Menma.

-¿Qué tiene pensado hacer?- preguntó el pelinegro.

-Madara quiere juntar a los 9 Bijuus para revivir al Jubi, la bestia de 10 colas que casi destruyó el mundo del Rikudou Sennin. Pero Menma tiene planeado sumergir el mundo en uno de los Genjutsus más poderosos. Tarde o temprano deberá confrontar a Madara, y yo tendré que estar atento y vivo en ese momento...- dijo el rubio.

-¿Qué necesita Menma para el Genjutsu?- preguntó Gaara.

-El otro ojo de Shisui, que lo tiene Itachi.- dijo el Uzumaki.

-¿Vendrán a Uzu, entonces?- preguntó Shikamaru.

-Son fuertes, pero no idiotas. Saben que no pueden ganarnos en nuestro territorio. Probablemente lo obliguen a salir de Uzu y allí lo abatirán y me robarán el ojo de Shisui.- dijo Naruto.

-¿Crees que lo lograrán?- preguntó Gaara.

-Es probable, pero les saldrá caro. Hace tiempo coloqué un sello en los ojos de Itachi, obviamente con su permiso, para que cuando Sasuke quiera obtener el Mangekyou Sharingan Eterno, tenga que atravesar el Izanami. Sakura probablemente lo siga a él, y ambos dejarían el lado oscuro.- dijo Naruto.

-¿Izanami?- preguntó el pelirrojo.

-Es un poderoso Genjutsu de los Uchiha, en el cual crean un bucle eterno con sus oponentes y los obligan a redimirse. Pero el costo del jutsu es la luz de ambos ojos.- dijo el ojiazul.

-No estoy de acuerdo en sacrificar a Itachi...- dijo el pelinegro.

-Yo nunca jamás sacrificaría a un aliado si no estuviese seguro de que mis planes funcionarían. El tiempo te lo dirá todo, necesito que confíes.- dijo el Uzukage, dedicándole una sonrisa amistosa a su mejor amigo.

-Lo que digas...- dijo entre suspiros el Nara.

El Poder de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora