Capítulo 5

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Izuku despertó muy asustado, la habitación estaba oscura, pero sabía que seguía en el mismo sitio pues podía sentir la jaula aprisionándolo.

Nunca había estado tan agobiado en su vida, casi no podía moverse, además recordaba a cada segundo que, según dijo Todoroki, estaban adiestrándolo, recordó a su mamá, su alma suplicaba a gritos uno de sus abrazos.

Al igual que a un animal cautivo, sentía mucho miedo, ¿Qué le harían? Y más importante ¿Qué le obligarían a hacer? Sintió un nudo en la garganta, pero antes de comenzar a llorar prefirió concentrarse en la situación.

A su lado derecho, Uraraka roncaba muy fuerte, en otras circunstancias el sonido habría sido molesto, pero estando ahí era tranquilizador, al menos le hacía pensar que no estaba solo.

Su mente pensó en que debía obtener toda la información que pudiera de esas chicas y así idear un plan para juntos poder escapar.

Sintió mucha pena por esas chicas, esa noche se había quedado dormido mucho después que sus compañeras, la primera en caer había sido Uraraka, la chica no dijo nada, solamente lloró hasta quedarse dormida.

Izuku aún recordaba el miedo que sintió cuando Todoroki trajo a la castaña de regreso, la arrastraba por uno de sus brazos y sin ninguna pizca de delicadeza la arrojó dentro de la celda.

-¿Cómo te sientes cachorro? - el hombre se había inclinado para verlo más de cerca.

-Me... me due... le - Midoriya no supo qué decir y temía no responder.

-Eso es bueno, jamás olvides ese dolor, volveré por ti pronto - sonrió y luego se marchó, el peliverde observó su macabro semblante de locura infinita.

Pasaron unos minutos interminables en los que solo se escuchaba el llanto de la chica, Izuku no sabía si debía o no preguntarle su estado, pero finalmente se decidió por mantenerse en silencio.

-Debe estar muy mal... Es por eso que debes hacer todo lo que ellos te digan sin importar que sea raro, vergonzoso o doloroso - Momo le había susurrado al chico del cabello verde cuando la castaña ya no podía escucharlos.

Izuku se estremeció pensando que dentro de poco sería su turno, esperaba no contar con la "mala suerte" de que ambos captores decidieran torturarlo en conjunto.

Aunque para ser sincero, Bakugou le inspiraba muchísimo más miedo que Todoroki, a pesar de que el bicolor parecía más inestable, el rubio parecía más violento.

Su mente se había hundido en los recuerdos de unas horas atrás, pero ahora debía volver a la realidad: Su encierro en la oscuridad, Uraraka roncando a su derecha y Momo a su izquierda.

Izuku no tardó en darse cuenta de qué era lo que lo había despertado, en su mente se mantenía el sonido metálico de la puerta de la celda y en seguida entendió por qué.

- ¿Está despierto? - una voz masculina susurró a su lado izquierdo.

El muchacho peliverde se tensó y agradeció a las estrellas por no haberse movido ni un poco hasta ese momento, no quiso ni imaginar lo que pasaría si ese extraño se enterara de que él lo escuchaba.

Él no podía reconocer a quien pertenecía la voz de quien estaba en la celda de la chica de cabello negro, sin dudas a cada minuto sucedía algo más y más extraño.

-Creo que aún duerme - la chica pelinegra susurró -Por favor no te vayas, lo ves está dormido... - la mujer suplicó en un sollozo.

-¿Estás segura? Sabes que no deben descubrir que vine - el hombre susurró nuevamente.

Sumisión [KatsuDeku] [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora