Casada con un desconocido.

Capitulo 32

¿Sabes cuánto amo tu olor? Pregunta hundiendo su cabeza en el hueco de mi cuello.
Me embriaga, creo que es mi nuevo perfume favorito desde ahora.- dice sobre mi cuello.
Siento como sus labios rozan mi piel y me erizo, empieza a mordisquear mi cuello y sonríe sobre él al sentir como me pone.

-Lucas.- logró decir tratando de pararlo pero sonó más como un gemido desesperado.
Aleja su boca de mi cuello para encontrar la mía, su lengua es tan cálida y encaja perfectamente con la mía. Me encanta la manera que muerde mi labio inferior y luego lo lame para aliviar el dolor.
Luego se aleja porque sabe que aún me cuesta.

-duerme conmigo.- dice con esa voz roca y llena de desesperación, niego con la cabeza y rápidamente hace puchero en forma de protesta hasta que me convence.
Fuimos a su habitación y nos tumbamos en su cama, me rodeo por la cintura y me sentí protegida. Me pesaron los párpados y en menos de lo que me di cuenta me dormí.

-¡Abbril!.- despierto de un salto y veo a Lucas revolcándose sobre las sábanas, sudando frío y peleando con si mismo.- ¡No!.- vuelve a gritar.

-Lucas.- digo poniendo mis manos sobre sus hombros para despertarlo pero no tengo resultados.- ¡Lucas!.- digo y sacudo nuevamente pero con más fuerza.

De repente abre los ojos, están llenos de miedo y angustia. ~Estás aquí~ dice y me abraza por la cintura, apoyando su rostro en mi vientre.

-aqui estoy, aquí estoy.- repito varias veces y beso su cabellera.- ¿Estás bien?.- pregunto.
El solo asienta con la cabeza y se queda callado. 
¿Que soñaste?

- que te perdía.- dice aún un poco agitado. Me suelto de su agarre y tomo su rostro con mis manos.

-Jamás.- respondí y su mirada se suaviza.

Luego de unos minutos de tenerlo abrazado, oculto en mi cuello se duerme finalmente.

Desperté gracias a los mordiscos que Lucas hace sobre mi cuello y gracias a sus manos que viajan por mi estómago, de arriba hacia abajo.
Doy la vuelta para mirarlo y tiene el pelo alborotado y sus ojos aún están chinos pero siguen tan verdes como siempre.
Buen día.- digo adormilada aún, Lucas me da un beso en la frente, luego en los párpados, pasa por mi mejilla y finalmente me da besos cortos en la boca.
¿Como amaneciste?.- pregunta con una sonrisa.
-Mal.- respondi y él frunce el ceño

-¿Por que?.- pregunta con intriga.

-Porque quería ser yo quien te despierte, queria ser yo quien te llene de besos por la mañana.- dije y hice puchero.
El al instante me suelta y se tumba a la cama boca arriba, adelante dice cerrando los ojos.
Reí al ver como finge estar durmiendo y me quede mirándolo por un momento.

-¿Vas a hacerlo?.- dice sin abrir los ojos-. Por que si no lo haces lo haré yo, estaré encima tuyo antes de que puedas contar hasta 3.- reí y lo seguí mirando-. Te lo advierto.- amenaza

Me le acerqué despacio, deposité besos en su mejilla lentamente, bese la punta de su nariz y sus párpados cerrados, comencé a besar su cuello y a mordisquearlo siento como aprieta la mandíbula y me alegra su reacción, pase la lengua muy delicadamente por su oreja y también la mordisqueo. El comienza a introducir su mano por debajo de mi camiseta y la aparto.

-Estás dormido, no puedes hacer eso.- dije lo más sexy que pude ser y muerdo su labio inferior.

-¡Jesús!.- protesta-. Esto es imposible
Dice y en menos de lo que me doy cuenta él está encima mío besando mi cuello.
Pongo mi cabeza hacia atrás dándole más acceso a el, me encanta lo que está haciendo. Su mano empieza a viajar desde mi cuello hasta mi pecho y finalmente llega a mi estómago, luego pasea su mano por mi muslo sin dejar de besar mi cuello. Entrelazo mis dedos y en su cabello y tiro un poco de el y lo escucho gruñir.
Regresa a mi boca y nuestras lenguas se encuentran en una batalla, su mano llega al borde de mi pijama y deshace el nudo que la sostenía e introduce la mano, las yemas de sus dedos se pasean por mis bragas y comienzo a sentir el mismo calor que sentí la primera vez pero mucho más intenso.

-Necesito hacerlo nena.- dice con una voz ronca y llena de deseo.
Se levanta y me saca la pijama de un tirón, "Estas en bragas delante suyo, que vergüenza" dice mi subconsciente pero los besos Lucas en mis muslos me sacan de mis pensamientos, comienza a tocar mi sexo encima de las bragas y se siente tan jodidamente bien, incluso me hace sentir con la necesidad de que empiece a actuar.
¿Quieres que lo haga? Pregunta y yo solo asiento con la cabeza.
¿Que quieres que haga? Dímelo.- dice y me muerde mi labio sin dejar de tocar-. Dímelo o me detendré.- amenaza ¿por que quiere que lo diga? El sabe perfectamente que quiero. Abrí la boca para decirlo pero tocan la puerta.
Mierda.- protesta, qué pasa Sara dice sin dejar que ella entre.
-Cariño Stacy a venido a verte.
¿Que? ¿Porque diablos está aquí? Lucas me mira sin saber qué decirme todo lo que sentía se volvió furia.

-¿Ella que hace aquí? Pregunté.