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Advertencias:
Lenguaje maduro, violencia, abuso y demás temas duros de tratar. No intento sensualizar nada, solo mostrar la crudeza de la realidad. Mi intención es escribir una denuncia social y de paso el  protagonista tiene diesiseis-diesisiete. Les dejo un enlace externo para que la lean completa. Voy a editar algunas partes para no tener problemas.

https://wordpress.com/post/cachorrosyamos.wordpress.com

Por favor, sus comentarios me ayudan a mejorar, no se olviden de dejarlos.

Ese era su rostro. Ese chico guapo de enormes ojos azules...

No era él. ¿O sí?

Sintió que se veía en un espejo nuevo, uno en el cual jamás se hubiera atrevido a mirar. Tal sensación hizo que su corazón diera un vuelco, olvidándose de cómo palpitar.

Era él, esos eran sus ojos, su expresión perdida. Reconocía la chaqueta de piel que en un tiempo había escondido su escurrido cuerpo. Esas eran las calles a media luz por las que caminaba a mitad de la noche. Vio cómo la imagen, en la pantalla enorme y luminosa, cambiaba. Ahora aparecía su rostro, sus ojos brillantes, mirando directamente a la cámara, los labios entreabiertos y su cuerpo totalmente desnudo.

Perdió la noción del tiempo. Todo a su alrededor desapareció, la multitud presente, la música ambiental y aun las voces en su mente. Todo. Sólo era él y las imágenes que se sucedían unas a otras, en la pantalla.

Piel blanca sobre fondo negro, como la luna sobre la noche, así se veía su cuerpo expuesto. Era él esparcido sobre la cama, mirando hacia la cámara, la cabeza sobre la almohada, el cabello alborotado y la boca entreabierta. El vientre hundido, su pecho liso, los brazos a los lados y las manos apretando las sábanas. Tenía las piernas estiradas, sus rodillas separadas, su sexo visible y reposado, sobre su ingle.

Recordaba ese momento, cuando Luka le tomó esa foto. Había tenido la estúpida idea que se iba a resbalar de la cama si no se sostenía de las sábanas. No tenía idea de lo que ese hombre quería de él. Sólo dijo que le tomaría unas fotos, nada de sexo.

El zumbido de voces lo regresó a la realidad. La multitud de desconocidos tenían los ojos puestos en la gigantesca pantalla y otros en las fotografías enmarcadas sobre las paredes. Abrumado, Noel retrocedió un paso, pero la mano tibia de Luka no lo dejó escapar.

—Luka, ¿qué es todo esto?  —se escuchó preguntarle y su voz se perdió en el bullicio que se desató a su alrededor.

Apenas dieron unos pasos, una multitud se les acercó aplaudiendo.  Luka le soltó la mano y lo rodeó de la cintura apretándolo contra su cuerpo.

—¡Espectacular! —Una mujer alta, muy alta y delgada los abordó primero. Lo que más le llamó la atención fue su cabello recortado como un casco militar—. Espectacular como siempre, Lukas. El tema que elegiste es, cómo decirlo... C'est magnifique.

—Me confieso sorprendido —añadió un sujeto bajito y regordete, apareciendo tras la mujer que hablaba con Luka—. No me esperaba este giro tan... ¿Cómo llamarlo? ¡Inesperado!

Noel no sabía a qué se referían, pero el tono de voz de ese hombre y la intensa mirada de la dama no lo engañaban. Pudo percibir cierta suspicacia por parte de ella. Así como cierta mala intención en el modo como los miraba a ambos ese sujeto bajito.

A decir verdad, todos en esa sala lo hacían, era el centro de atención. Al darse cuenta de ello y si no hubiese sido porque Luka lo tenía sujeto contra su cuerpo tibio, hubiera retrocedido.

—Qué gusto verte, Silvia —respondió Luka, mientras tomaba la mano extendida de la mujer y la besaba.

—¡Eres un encanto, Lukas! De esos que ya no se encuentran.

Cachorros y AmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora