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Advertencias:
Lenguaje maduro, violencia, abuso y demás temas duros de tratar. No intento sensualizar nada, solo mostrar la crudeza de la realidad. Mi intención es escribir una denuncia social y de paso el  protagonista tiene diesiseis-diesisiete. Les dejo un enlace externo para que la lean completa. Voy a editar algunas partes para no tener problemas.

https://wordpress.com/post/cachorrosyamos.wordpress.com

Por favor, sus comentarios me ayudan a mejorar, no se olviden de dejarlos.

Acababa de sentir vibraciones. Eran pisadas de alguien acercándose. Encerrado en un hueco en el suelo, ese ligero temblor era lo único que le recordaba que seguía vivo.

En medio de la absoluta oscuridad, apenas podía sentir sus extremidades. Noel había dejado de moverse hacía tiempo, porque le era inútil buscar comodidad en ese espacio tan reducido. Las paredes se achicaban, se le pegaban a los hombros, a los dedos de los pies y quería gritar, quería apartarlas, pelear contra ellas.

Imposible. Casi no tenía espacio donde encogerse para que no lo aplastaran. Se ahogaba bajo ese bozal. Estaba dispuesto a someterse a lo que fuera con tal que salir de ese agujero. ¿Cuánto tiempo más iba a seguir ahí adentro, sin aire que respirar?

El demente ese te dijo una semana.

Mintió, ya parecía un año. ¿O no?

En medio de tanta oscuridad, las voces en su mente le hacían compañía. Conversaban entre ellas, se empeñaban en ignorarlo y le echaban la culpa de lo ocurrido. Daba igual, en ese agujero, sin poder moverse, sin poder respirar solo quedaba morir en medio del silencio y soledad.

Silencio y soledad. Si pudieras mantener el hocico cerrado, no estaríamos aquí. ¡Es tu culpa! Nos tienes a nosotros, malagradecido. Si no fuera por nosotros ya estarías loco, imbécil.

Es mi culpa.
¿De quién más? Bicho estúpido.
¿Jade? ¿Eres tú?
Eso quisieras, bichito. Como serás de inútil, que Devan te tuvo que vender.
No. Me estoy volviendo loco.
Hace rato. De verdad que das lástima. Perdiste tu libertad y ahora la cabeza. Das pena, bichito. Ahora, cuando el demente de tu amo te saque, si es que lo hace, empieza a portarte bonito.

Noel, debimos irnos lejos. Tenía un plan, un mapa, tren, bus, todo. Ya estaríamos lejos de aquí.
Pat, no, tú no entiendes. No es tan fácil.
Eres un cobarde. Prefieres ser el perro pulgoso de Devan, del hijo de puta de tu amo y ahora te vas a quedar para siempre en ese hueco en el piso. Nos pudimos largar, tú arruinaste todo.
Pat.
¿Qué? ¿Te vas a arrepentir ahora? Ya es tarde, perdiste la oportunidad y esas solo llegan una vez en la vida.
Luka.

¿Ahora qué vas a hacer? Mejor será que cierres la boca o vas a terminar como Lyon, con un hueco en la garganta.
Nunca vas a salir de aquí. Ese sonido, esa vibración, es una más de las que escuchas dentro de tu mente.
No es nadie, solo tu imaginación. Ya te dejó «tu amo» aquí dentro, para que te mueras.
No, esta vez es real. Son pasos. Alguien viene.
No te muevas, quédate quieto y sé obediente.
Sé una buena mascota, tu amo se va a enojar si no te portas bien.
No te resistas, se va a enojar, va a ser peor.
Ahora es «tu amo».
Devan te vendió. Olvida a Luka y a Pat, por tu propio bien.
No puedo.
Inútil.
Silencio, silencio, silencio. Alguien viene, alguien viene.

Sobre su cabeza, la puerta de la trampilla se abrió con un sonido chirriante. El cachorro se contrajo todo lo que pudo y la luz entró como torrente. Tuvo que esconder la cara, porque le lastimaba los ojos. De pronto, un par de manos lo asieron con firmeza y sintió que su cuerpo se elevaba hacia la libertad. Al sentirse fuera, se hizo un ovillo. Las lágrimas que ya no tenía pugnaron por salir disparadas de entre la gruesa costra que tenía sobre los lagrimales. Intentó llenar sus pulmones con desesperación y hasta le sintió sabor al oxígeno. Quería gritar, rodar por suelo, liberarse de las ataduras, poder ver de nuevo. Imposible, en ese momento se sentía como un mosquito moribundo y deslumbrado por luz iridiscente.

Cachorros y AmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora