Capítulo 13

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- ¿Y eso qué más da?
- No sé... simplemente tengo curiosidad. Yo, por ejemplo, no soy de dar mi confianza a cualquiera. Por eso sólo confío plenamente en dos personas.
- ¿Ah sí? ¿Quiénes son?
- ¿Curiosidad verdad? - asiento - Pues hagamos un trato. Te digo primero el nombre de la primera persona, tú me dices en quien confías y luego te digo el nombre de la otra persona. ¿Trato?
- ¿Tantas ganas tienes de saber sobre mi vida? Está bien. Trato. - es la primera vez que llegamos a un trato sin discutir.
- La primera persona se llama Lucas. Es mi mejor amigo.
- Ahhhh... bonito nombre.
- ¿Y tu persona de confianza?
- Mi única persona de confianza se llama Trixa.
- Tu mejor amiga supongo.
- No, es mi hermana pequeña.
- ¿Y no tienes ninguna amiga en la que confíes? - niego - ¿Ninguna... ninguna?
- Que no. Solo confío en mi hermana. Ya lo sé, suena patético.
- No, suena raro. Pero no patético. Pero no lo digo con maldad. Si quieres te presento gente.
- No, no es necesario.
- ¿Por qué? Harías amigos nuevos.
- No. No soy muy sociable - miro para el suelo.
- Conmigo lo estás siendo.
- No me has dicho a tu otra persona de confianza. ¿No cumples tus tratos? - dirijo mi mirada fijamente a sus ojos.
- Hagamos otro trato. Te diré el otro nombre si mañana sales conmigo y mis amigos.
- Kevin... yo... n... - me interrumpe el timbre.
- ¡La pizza! A cenar. - se levanta y me evita para evitar mi negativa. Este chico es imposible...

(***)

Kevin ha puesto la mesa y también música, supongo que para evitar mi negativa. Tal vez no sería tan mala idea... Cojo el control del aparato de música y lo apago.
- Kevin... con respecto a lo de salir contigo y tus amigos...
- No hace falta que vengas si no quieres, realmente no te voy a obligar - dice sin mirarme, centrando su atención en cortar la pizza en porciones lo mas iguales posibles.
- Pero...
- Tranquila, si no quieres no quieres.
- Que no es eso Kevin... Es que... - otro timbre me interrumpe, pero esta vez es el de la puerta. Kevin se levanta y se dirige a ella.
- ¡Hola amor! ¡Te he echado de menos! - una rubia despampanante de estas que se pueden comparar con las muñecas aparece y abraza por el cuello a Kevin mientras le besa efusivamente... Yo me levanto de la mesa y me escabullo a la habitación de invitados. Me parecería patético ver sus muestras de afecto mientras yo estoy marginada.

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