Capítulo 44

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*Narra Ela*
Después de irse Kevin me quedé sentada en la cama con la vista fija en el suelo. Estoy agotada física y mentalmente. Decido dormir unas horas para desconectar.

(***)
Cuando despierto son las nueve de la mañana del día siguiente. Dormí toda la noche del tirón, el cansancio acumulado era demasiado grande. Me levanto y voy a la cocina, desayunar me vendrá bien. Preparo mi tazón de leche con cereales y me siento a comerlos. Cuando llevo la mitad ya siento ruido en la habitación de Max, adiós a la paz.
- Oh, hola Ela - dice al verme cuando llega junto a mí.
- Hola Max - sigo comiendo.
- ¿Cómo estás? Lilya y yo pensamos que como no habías dormido casi nada en dos días necesitarías un buen descanso.
- Gracias, la verdad es que sí. Me vino muy bien. Y estoy bien.
- ¿Segura? ¿Qué pasó ayer con Kevin? Se fue bastante mal.
- Me da igual como se haya ido.
- No me mientas, no te da igual. Cuéntame que pasó, desahógate.
- ¿Por qué no me dejáis en paz de una buena vez? Max, sé que tus intenciones son buenas pero no quiero hablar del tema. Pero si tanto insistes - grito furiosa, cansada ya de que no paren de meterse en mi vida -, con Kevin me fue mal. Es un idiota integral, vino a reprocharme que le diese una patada en los huevos a Brayan, su hermano. ¡Si lo hice fue por algo! Antes de que interrumpas preguntando que es ese algo ya te lo digo yo. ¡Casi abusa de mí! - me levanto y voy a mi cuarto para cambiarme y salir de aquí.
- ¿¡Cómo dices!? - me grita - ¿¡Por qué no me dijiste esto!? ¿¡Se lo dijiste siquiera a Kevin!? Ela, Kevin ahora estará pensando que estás loca por haberle hecho eso a su hermano sin un motivo aparente y tú no haces ni dices nada para evitarlo.
- Max, para. Si el decidió creer a su hermano sin siquiera pensar un poco en como soy es que no me conoce lo suficiente y no le intereso. Por mí puede irse al infierno. Y te advierto, si le dices a Kevin algo de lo que te dije... Estarás muerto para mí también - acabo de cambiarme y salgo del piso dando un fuerte portazo.

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