Capítulo 30

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*Narra Kevin*
Debo de estar soñando, no me puedo creer que esté junto a ella otra vez. Me había prometido que no volvería a caer pero es que sus besos son una puta adicción... Y sus ojos... Mi mayor droga. Encima la imagen de ella toda mojada y la ropa toda pegada a su cuerpo me persigue... Y que ahora esté con un pijama corto blanco ajustado marcando sus dotes...

(***)

Estamos tan pegados que notamos el aliento del otro. Si uno se mueve un poco nuestros labios se tocarían.
- Jamás pensé que volvería estar así tan cerca de ti...
- Yo menos... Tenerte tan cerca es una tortura, no aguanto más. - me mira extrañada, intenta decir algo pero simplemente no puede por culpa de que mis labios están pegados a los suyos y mi lengua está dentro de su boca fundiéndose con la suya. Al tenerla tan cerca me di cuenta de lo muchísimo que la extrañaba... Y que jamás pude olvidarla.

*Narra Ela*
Estamos fundidos en un profundo beso, Kevin me sube como un koala agarrándome por el culo. Vamos lentamente hacia mi habitación, la única puerta abierta. Nada más entrar me tumba en la cama y se pone encima de mí sin dejarme peso. Poco a poco Kevin me va quitando la camiseta besando cada centímetro de mi abdomen subiendo hasta el pecho y de seguido, el cuello. Con su mano izquierda me acaricia mientras que con la derecha me desata el pantalón corto del pijama y me lo quita poco a poco... Gemidos de placer y satisfacción salen traicioneros de mi garganta y cuando ya no aguanto más agarro a Kevin y lo atraigo hacia mí para fundirnos en otro beso y ser yo la que le quite la ropa.

Estamos completamente desnudos, nuestras manos recorren el cuerpo del otro como si estuviera estudiando cada milímetro de nuestra piel. Gemidos de aquí para allá. Él poco a poco me vuelve a tumbar en la cama y traza una recta hacia abajo camino a entre mis piernas. Cuando está justo donde se empiezan a separar empieza a besar la parte interna de cada pierna, primero una y después otra. Grititos de frustración y deseo surgen de mi interior y no es hasta que noto su lengua en mi intimidad que suelto un gran gemido, tan alto que temo haber despertado a mis compañeros.
Poco a poco vuelve a subir y se coloca entre mis piernas, condón en la boca. Coge el envoltorio y lo abre, se lo pone y se coloca en la entrada hacia mi interior.
- La primera vez que te lo pregunté la cagué pero tengo que volverlo a hacer... ¿Segura que quieres hacer esto?
- No he estado tan segura de nada en mi vida - nada más decir eso siento como se coloca y de un solo empujón ya está dentro de mí y vuelvo a gemir muy fuerte, se queda quieto mirando mi cara y ahora se mueve lentamente incrementando la velocidad poco a poco hasta hacerlo fuerte acabando en un estrepitoso clímax los dos. Ahora estamos tumbados en cama con la respiración agitada, un "deseaba esto desde el último día que nos vemos" se escapan de nuestros labios. Miramos el uno para el otro y nos fundimos una vez más en un beso y luego nos quedamos dormidos abrazados.

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