*Narra Ela*
Paso al lado de Brayan y abro la verja, yo soy la primera en entrar para encender las luces. Cuando me doy la vuelta veo algo un tanto extraño. Kevin y Brayan hablando tan tranquilos, Kevin es el último en entrar.
- No sabía que conocías a Kevin.
- Pues sí... Desde hace más de un año. Tampoco sabía que le conocías tú.
- Malo si no me conoce él - se ríe -, crecimos juntos.
- ¿Sois amigos desde pequeños? - Brayan echa la cabeza hacia atrás y suelta una carcajada y Kevin sonríe divertido - ¿Qué os hace tanta gracia?
- Pregúntale a Kevin - dirijo mi mirada al otro.
- Es mi hermano - se ríe, Brayan tiene una mirada y sonrisa terrorífica cuando nuestros ojos se cruzan, algo que Kevin no parece percibir.
- ¿Hermanos? - los engranajes de mi cabeza van a toda velocidad. Kevin asiente. En resumen... Estoy liada con el hermano de mi jefe y este está detrás de mí, ¿puedo tener más mala suerte? - Jamás lo habría imaginado, sois tan distintos...
- Bueno Ela, toca trabajar. Los clientes no tardarán en llegar.
- ¿Trabajas aquí? Interesante.
- ¿Por qué? - lo miro desafiante.
- Así podré verte cuando quiera si estás trabajando - pongo los ojos en blanco y me dirijo a la cocina del bar para ayudar a la cocinera con las tapas cuando llegue, no me apetece aguantar al par de hermanitos. Son de la misma sangre, aún no lo puedo creer.(***)
Cuando por fin acabó la jornada laboral a las 8 de la tarde recojo mis cosas y me dispongo a irme hasta que Brayan me frena.
- ¿A dónde piensas que vas?
- A dormir, estoy agotada. No me dejaste casi dormir Brayan. Necesito descansar.
- No, no te vas a ningún sitio. Pasa a mi despacho.
- No, me voy a dormir Brayan. Déjame - decido plantarle cara, mi cansancio es demasiado.
- Aquí de momento mando yo y no tú. Te vienes y punto - me coge fuerte del brazo.
- Me lastimas... - suelto una mueca de dolor, me está arrastrando al despacho.
- Tú me obligas a hacerlo - nos mete en el despacho, me empuja dentro y cierra con llave. Deja la llave en la cerradura. Se aprovecha de que no hay clientes y la cocinera se ausentó para hablar con su marido.
- ¿Qué quieres Brayan?
- Te gusta mi hermano. ¿A que sí? - sorprendida le pregunto que de qué va todo esto - ¡Contesta!
- Es mi vida privada, no tengo que decirte nada. ¿Puedo irme ya?
- No me da la puta gana. Contéstame o no te irás nunca.
- ¡Sí! ¡Me gusta tu hermano! ¿¡Puedo irme ya!?
- ¡ESTÚPIDA! - me pega una fuerte bofetada, tan fuerte que me parte el labio otra vez - Te vas a arrepentir de haberte fijado en él - me agarra los brazos y me los pone detrás de la espalda de una forma dolorosa, no soy capaz de moverme. Él, ante mi inmovilidad, me rompe la camiseta, me arranca el sujetador y empieza a manosearme los pechos. Lo único que hago es tratar de librarme y gritar pero con cada movimiento los brazos me duelen más. Dirige mi mano hacia mis pantalones y con agilidad me desabrocha el botón, mete mi mano por debajo de mi ropa interior y va hacia mi intimidad. Asustada y con toda la adrenalina que recorría mi interior logré zafarme de su agarre de un tirón y le pego una patada en toda su intimidad tan fuerte que cae al suelo llorando de dolor.
- Tómate eso como mi finiquito. Eres un ser despreciable - digo mientras me abrocho el pantalón y me pongo la chaqueta para cubrir mis pechos, recojo también la camiseta y el sujetador - ¡Dimito!
- Esta me las pagas morenita - dice con la voz cargada de dolor.
- Ya no te tengo miedo - le escupo y abandono el despacho. Antes de irme me despido de Aurora, la cocinera, y me voy para siempre de este maldito bar.
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Mi historia
Genç KurguHistoria escrita totalmente por mí hace unos años. La subo ahora por el cariño que le tengo, la tengo escrita completa ya. Trata de lo que le va ocurriendo a Ela... La protagonista. Una chica de 17 años que trata ser fría con todos excepto con su h...