Capítulo 33 (Maratón 2/3)

2 1 0
                                    

*Narra Kevin*
Estamos casi todos listos para ir al parque de atracciones, ya hemos comido y recogido todo entre los tres. Ela y su hermana dijeron que salían en cinco minutos, yo ya estaba preparado de antes.
- Vamos que está Kevin esperándonos.
- Sí hermanita.
- Vamos preciosas. ¡El parque de atracciones nos espera!
- ¡¡¡SÍ!!! - sale corriendo.
- Hermanas... - suspira Ela sonriente.
- Estás hermosa - lleva unos vaqueros rotos que parecen hechos a su medida con una camiseta negra pegada al cuerpo y una chaqueta vaquera.
- Calla... - mira a otro lado sonriendo.

(***)
Llevamos dos horas en el parque de atracciones.
- ¿Y si montamos en esto?
- Subid vosotros... Yo me quedo aquí.
TRIXA: Jo, sin ti no es lo mismo Ela...
- Cierto. ¿La muchachita tiene miedo a las alturas?
- No tengo miedo, estoy cansada. Mientras subís descanso yo.
- Tiene miedo - le digo a Trixa fingiendo que disimulo pero haciendo que Ela me escuche.
- Yo también lo creo.
- Y dale... No subiré, no quiero.
- Porque tienes miedo - nos miramos, reímos y chocamos las manos.
- Cabrones... ¡Está bien! ¡Subiré!
- Lo pasarás bien, ya verás.
- Dudo que lo pase bien en la enorme montaña rusa.
- Lo harás, te lo prometo.

(***)
Decidimos ir a la montaña rusa, Trixa está en frente y a mi lado está una Ela muy nerviosa.
- Tranquila princesa, todo está bien.
- Te odio - se agarra a mí al sentir el primer movimiento - Ahora te odio más.
- A mí me gustas más - me sonríe, sonrisa que dura dos segundos ya que el chisme empieza a ir más rápido. Ela chilla, pero veo brillar sus ojos, creo que es algo bueno. En un momento va a tanta velocidad que Ela se agarra a mí, nos miramos a los ojos. Siento una conexión que no sentí nunca con nadie. Bajamos de la montaña rusa.
- ¿Te gustó?
- Mmmm... Está bien... Lo reconozco, me gustó. ¿Como lo haces?
- Hago milagros - la acerco y la miro fijamente a los ojos -, no lo olvides.
- Que tonto eres - sonríe, no aguanto más y la beso.
- No podéis negar que os queréis. Se os nota.
- Nunca lo negué - miro a Ela, la cual está mirando el suelo roja de vergüenza.

Mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora