Capítulo 7

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La serie de Once Upon a Time y sus personajes aquí mencionados no me pertenecen.

Regina caminaba a paso inseguro hacia las habitaciones principales del Jolly Roger

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Regina caminaba a paso inseguro hacia las habitaciones principales del Jolly Roger. Hook había ofrecido muy "amablemente" sus aposentos para que Henry descansara y en el preciso momento que habló, la reina y el príncipe cruzaron sus miradas incrédulos ante esas palabras, como si fueran dos cómplices, ellos precisamente, la Reina Malvada y el Príncipe Encantador.

Tragó pesado al entrar al lugar y ver cómo había quedado todo después de que ella y David estuvieran ahí, teniendo sexo sin freno alguno por tres días completos. El lugar aún olía a ellos y la cama era un completo desastre.

No pudo evitar que imágenes del alfa sobre ella, aferrándose a su cuerpo, besando su cuello, sus pechos, muy dentro de ella en esa misma cama agolparan su mente. Su cuerpo se estremeció ligeramente y sus mejillas comenzaron a arder ante el recuerdo e inmediatamente llevó sus manos a su rostro para taparlo reprimiendo un gemido mortificado.

Se apresuró a dejar la habitación impecable con su magia, le había solicitado solo un momento a su pequeño hijo y los demás estuvieron de acuerdo sabiendo perfectamente el porqué de esa petición.

Cuando acabó, se quedó mirando la cama fijamente y se mordió el labio inferior mientras sentía que sus mejillas se encendían levemente al recordar que lo último que vio ahí fue el perfecto y varonil cuerpo del alfa tendido y profundamente dormido en ese mismo lugar. No, no podía acostar a su hijo ahí.

Dio media vuelta decidida a salir y solicitar otra habitación, aunque no estaba segura que hubiese otra en el barco, cuando Henry entró

- ¿Ya puedo dormir? - le preguntó, su voz era somnolienta y antes de que la reina pudiera oponerse se subió a la cama recostándose.

La omega suspiró un poquito cansina por la situación, pero estaba muy feliz de tener a su hijo sano y salvo y quien además afortunadamente no se había percatado de la situación en la que se encontraban. Aún era muy pequeño para que su verdadera naturaleza se mostrara y de cualquier forma pronto todo eso acabaría por lo que era mejor que no hiciera preguntas.

Se acercó a la cama y se recostó enseguida de Henry quien le miró con sus ojitos a medio cerrar. Movió su mano sobre el corazón de su pequeño conjurando un hechizo

- ¿Qué es? - preguntó Henry haciendo una pequeña mueca de incomodidad

- Es un hechizo para que nunca nadie pueda tomar tu corazón de nuevo. Jamás - respondió Regina

- Gracias, mamá - dijo el niño tomando la mano de su madre

- Descansa mi pequeño príncipe. Pronto estaremos en casa - se inclinó para depositar un beso en la frente de su hijo quien cerró al fin sus ojos para dormir.

Regina salió cuidadosamente de la habitación y cerró la puerta tras ella, después se recargó en la misma alzando su rostro mirando hacia el techo, era hora de volver a Storybrooke y dejar todo lo que había ocurrido en esa isla atrás.

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