Capítulo 14

1.4K 67 38
                                    


La serie de Once Upon a Time y sus personajes aquí mencionados no me pertenecen.

Gracias a todos por leer, a los lectores silenciosos, a quienes me dejaron estrellita y muy especialmente a quienes me dejaron su amable review. ¡Me encantan!


Espero que el capítulo les guste y pueden disculpar cualquier error.

Espero que el capítulo les guste y pueden disculpar cualquier error

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Snow tomó aire armándose de valor antes de entrar a la alcaldía. Fue ahí aprovechando que Emma se había ido a la estación porque quería reclamar su derecho legítimo de ser ella quien ocupara el puesto de alcalde porque ese era su derecho y su gente.

Desde luego que el viejo alfa la hizo esperar un buen tiempo, como dándole a entender que no consideraba importante verla.

Cuando al fin la hizo pasar, la beta se percató que la oficina de la alcaldía seguía luciendo igual que como la recordaba, nada había sido cambiado hasta ese momento. Aún era la oficina de Regina

- ¿A qué debo tu visita? - preguntó George desde el escritorio sacando a la princesa de sus breves pensamientos.

Le volteó a ver y se relamió los labios sintiéndose insegura ahora de lo que haría. No estaba acostumbrada a tener ese tipo de conflictos por el gobierno del pueblo más que con Regina, y sus problemas nunca fueron solo por el reino

- He venido porque no estoy de acuerdo en la forma en que tomaste la alcaldía - dijo alzando un poco su barbilla, tratando de darse la importancia que se suponía tenía - Este es mi pueblo y si alguien debe mandar aquí, soy yo. Es mi derecho legítimo - aclaró antes de que el viejo alfa hiciera preguntas del por qué hacía eso

- Te recuerdo que no estamos en el Bosque Encantado - respondió con calma

- Lo sé - dijo de inmediato acercándose un poco más a él - Pero esta es mi gente - repitió y el alfa soltó una risa con tintes burlescos

- No tienes idea de cómo gobernar, princesa - le miró de una forma extraña - No fuiste criada para ello. Tu padre te consintió demasiado y jamás se preocupó porque aprendieras a gobernar - le sonrió de medio lado casi triunfante cuando vio la preocupación reflejada en los ojos de la beta - Y tú, tampoco te interesaste. Ni siquiera fuiste lo suficientemente inteligente como para intentar aprender algo de Regina - se mordió brevemente el labio inferior al mencionar a la reina y vio que la beta tensaba su mandíbula por lo mismo - Nunca nadie te preocupó, hasta que ya era demasiado tarde - concluyó satisfecho.

Le molestó que hablara de su padre y de su vida como si tuviera algún derecho, pero lo que más la enfureció fue que insinuara que Regina era mejor que ella en algo. No podía soportarlo.

Sin embargo sabía que lo que George decía era cierto. Su única preocupación en la vida siempre fue ser feliz y encontrar el amor, nunca le importó lo que sucediera con los demás realmente, siempre y cuando las cosas que sucedieran, le hicieran feliz a ella

BondingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora