Parte 5: Erotismo

204 15 2
                                    

5-Erotismo

**Starrk**

Me he puesto mi mejor traje para acudir al dojo de los taikomochi esta noche. He oído los rumores de que se celebra un gran espectáculo que durará hasta el amanecer y aunque no soy muy amante de estas veladas, al menos podré disfrutar de la compañía de Jushiro.

-Hola hermano- dejo de mirar el espejo mientras me ajusto las mangas de la camisa para ver a Shunsui apoyado en la puerta, vestido con un kimono negro y ese haori de flores tan ridículo que suele llevar cuando no está de servicio. Se acerca hacia mí sin dar ni un paso vacilante y con esa sonrisa boba que tanta grima me produce. A veces me recuerda demasiado a nuestro padre, esa sonrisa...que no sabes identificar si es buena o mala.

-No te he visto desde que desembarcasteis. Tomé unas copas con Zangetsu y padre, pero tú eras inexistente.-

-Estaría ocupado-

-Oh sí, en el dojo Kuchiki. Uno de mis hombres te vio entrar-

-¿me estás espiando?-

-En absoluto. Eres el hermano que más aprecio-

-Tampoco tienes a muchos para elegir-

-Jaja, desde luego que no. Pero hace años que no nos vemos y te he echado de menos. Ven aquí- cierro los ojos resignándome al abrazo de oso que me da Shunsui y noto sus manotazos en mi espalda. Uf, ya me huele a alcohol y eso que todavía no ha anochecido.

-¿Vienes conmigo?-

-Me encantaría, pero tengo guardia. Tendrás que disfrutar por mí de los placeres de los taikomochi, yo luego me pasaré por el distrito rojo-

-Sigues siendo un putero-

-Mmm...sí. Mi "honor" atrae muchos y muchas amantes, pero veo que tú prefieres los retos-

-He vuelto a ver a Jushiro. Es un hombre increíble-

-¿no es un poco mayor para ti?- juraría que puedo notar cierto desdén en esa pregunta, pero Shunsui no me habla con maldad. Me quiere demasiado como para ser cruel, a no ser que me meta en su territorio.

-En fin, tú sabrás. Los taikomochi no son fáciles de conquistar, tienen normas muy estrictas....así que ten cuidado- Shunsui sale de mi cuarto dejándome pensativo, pero mi preocupación se esfuma cuando termino de arreglarme la camisa y salgo a la calle. Quizás debería empezar a acostumbrarme a usar ropa japonesa, mis partes "nobles" irían mucho más cómodas sin pantalones, pero tengo que acostumbrarme.

En cuanto piso el jardín de los Kuchiki, alzo una ceja sorprendido al ver la cantidad de gente que hay ya dentro. Uau...sí que deben ser famosos sus habitantes, aunque claro, las vistas son espectaculares.

Nada más pasar el umbral de la puerta principal, veo a un hombre joven de largo cabello rubio y ojos verdes que pasa por mi lado mirándome de reojo. Me quedo algo prendado por su belleza y él me mira seriamente antes de desaparecer saliendo al jardín. Sigo mi camino viendo que algunos clientes están chocando sus vasos de sake y riendo a carcajadas mientras otros jóvenes preciosos vestidos con kimonos exquisitos les atienden con una sonrisa. La verdad es que estoy mirando a mí alrededor a ver si encuentro a Jushiro, pero no hay ni rastro de él, aunque no tardo en localizar a un hombre casi idéntico a él, aunque juraría que más joven y con el pelo cobrizo oscuro que va vestido con un kimono pardo que hace juego con sus ojos.

-Disculpa, estoy buscando a Ukitake Jushiro ¿está....?-

-¡Oye tú! ¿Qué crees que haces?? He pagado por estar con mi pelirrojo ¡lárgate!!- un tío de pelo corto moreno y lentes oscuras con bigote me empuja hacia atrás haciendo que me ponga en guardia hasta que el muchacho se pone de por medio.

"Kimono abierto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora