Parte 11: Consuelo

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11-Consuelo

**Byakuya**

Las primeras hojas del otoño ya se están oscureciendo tras estos tres largos meses de verano. Meses de silencio sepulcral en el dojo desde que mi hermano Haruka nos repudió y por el que mi padre apenas ha salido de su habitación lo estrictamente necesario para subsistir comiendo o haciendo sus necesidades. Ver a su hijo pequeño partir con esos rebeldes, le ha destrozado interna y físicamente. Yo, sin embargo, he seguido día tras día luchando por este dojo, por cada uno de mis taikomochi. Ahora somos más que hace meses y me he centrado en adiestrarles para que empiecen a trabajar con clientes y así procurar que nuestros ingresos no bajen, aunque seguimos teniendo la financiación de Genryusai Yamamoto gracias a Soujun. Mi hermano y yo apenas nos hablamos desde que descubrí su desliz con el danna de Jushiro y le he prohibido terminantemente coincidir con el extranjero cada vez que viene a buscar al Ukitake para verle. Jushiro lleva un par de meses en cama y ese maldito Starrk viene más a menudo para hacerle compañía provocando la tentación de Soujun por verse.

Alzo la cabeza cuando veo entrar a mi hermano Sen con algunas gotas de sudor perlando su rostro y el pelo despeinado en su coleta con varios mechones cayéndole sobre la cara. Va vestido con un sencillo kimono sin tantas capas encima y por su aspecto cansado ha estado trabajando hasta tarde.

-¿Se han ido todos los clientes?-

-Sí y menos mal, porque ya estaba harto de prepararles té y reír sus tonterías-

-Buen trabajo. Mereces ese descanso- Sen me mira con ese halo de tristeza que llevo viendo en él desde que Haruka se fue, aunque no creo que ese sea el motivo por el que ya no sonríe ni incluso cuando está conmigo. Pensé que con Sen compartía todo, nuestros secretos más íntimos y miedos, pero creo que no es del todo sincero conmigo.

Al día siguiente decido dejar descansar a Sen y entro en la habitación de Soujun que ya está despierto y arrodillado frente a su escritorio escribiendo en un papel. Ni siquiera se inmuta ante mi presencia y sigue escribiendo elegantemente con su pluma entintada.

-Hoy vendrá Ichimaru a mostrarnos los kimonos para la temporada otoñal ¿le atiendes tú o necesitas mi supervisión?-

-En absoluto. Me sobro y basto para hacerlo solo, Byakuya. ¿Algo más?- siento una punzada de rechazo en mi pecho ante el tono de voz que está usando mi hermano hacia mí. Siempre he admirado a Soujun, es el primogénito y durante un tiempo fue el líder de este lugar. Me temo que nunca me perdonó que padre decidiera sustituirle por mí y de remate le he prohibido manifestar sus sentimientos por ese extranjero. No soy de piedra, me afecta tanto como a ellos el estar mal en familia. Ya he perdido a un hermano y tengo la sensación de que estoy perdiendo a los otros dos sin darme cuenta.

-¿Byakuya?- miro a Soujun que está observándome expectante mientras yo estaba pensativo. Me paso una mano por la cara maldiciendo internamente y trago saliva para que mi voz suene tan firme como siempre.

-¿Qué estás escribiendo?-

-Las reservas de alimentos que tenemos en la despensa, para ver que necesitamos comprar. ¿Quieres comprobarlo?-

-No. Me fío de ti, aunque no lo creas- veo la sorpresa en los ojos de mi hermano y salgo de su habitación para tomar el aire un rato, aunque todo mi cuerpo se paraliza al ver Sen en el jardín frente a Coyote Yhwach. Cojo aire profundamente intentando que los recuerdos del pasado no me atormenten y al acercarme observo que están hablando seriamente, aunque Yhwach mantiene su sonrisa venenosa incluso cuando se da la vuelta y deja a mi hermano solo en el jardín. En cuanto Sen alza su vista y me ve, observo el miedo reflejado en sus ojos al conectar con los míos y es de suponer que debo tener una expresión tan furiosa en mi rostro que le hace temblar.

"Kimono abierto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora