"Kimono abierto"

Parte 10: Victoria

10-Victoria

**Haruka**

No quiero cruzar el umbral de la puerta que tengo que atravesar a la fuerza. Sé lo que me espera dentro y no estoy preparado para entregarme de este modo. Yo no he decidido esta unión, mi hermano Soujun tampoco decidió tener a Genryusai como su danna, pero nuestro padre es el que se ha ocupado de todo quitándonos la voz y voto. Es tradición que se haga de este modo, pero aún así no lo comparto.

-¿Haruka?- oigo el tono susurrante de Kyoraku Shunsui al que encuentro sentado sobre unos cojines encima del tatami de la habitación del cuartel de los Shinsengumi. He visto cómo me miraban sus subordinados al entrar en el cuartel con mi kimono aguamarina y gotas de lluvia ribeteadas de color oro en mi obi. Obviamente es el primer regalo de mi danna, y en nuestro primer encuentro es imprescindible que vea lo mucho que me ha gustado su presente.

-Dioses....estás increíble, pequeño....- observo cómo sus ojos grises se abren al mirarme de arriba abajo y trago saliva alzando mi barbilla como si con ello pudiera mostrarme valiente pese a mi temblor interno.

-Danna-sama....- le hago una reverencia arrodillándome en el suelo pese a que este kimono apenas me deja moverme bien y Kyoraku bate su mano hacia mí con aspavientos.

-No hace falta que te inclines tanto. Imagino lo pesado que es el kimono y no me gustaría verte sufrir- me incorporo al oír esas palabras y aguanto el temple cuando sus dedos acarician mis mejillas y luego mi pelo suelto adornado con una pequeña flor de cerezo tras la oreja.

-Haces honor a tu nombre. Me encantan las flores en el cabello de los taikomochi, os hacen preciosos-

-Agradezco su halago....-

-Tutéame. Puedes llamarme Shunsui, no me gusta tanta formalidad. Bebe conmigo, Haruka- Shunsui me ofrece un vaso lleno de sake y veo como se lo traga de golpe, por lo que le imito aunque no lo haya hecho nunca.

-Se nota que es tu primera vez- sonríe al verme toser por el ardor de mi garganta y noto como me sostiene con sus manos acariciando la tela de mi kimono.

-Hace juego con tus ojos. Siempre procuro elegir los mejores kimonos para mis amantes-

-¿Amantes?- lo sabía. La fama de conquistador del comandante Kyoraku con hombres y mujeres es verídica. No sé si sentirme celoso o humillado al ser uno más en su lista.

-Tú ahora eres mi favorito. No mantengo económicamente a todos mis amantes, sería mi ruina- Shunsui ríe ampliamente pero yo no muevo mis labios para nada. No estoy cómodo en esta situación y deseo irme cuanto antes. Es un hombre atractivo a su modo...pero a mí no me gusta.

-No pareces muy alegre de compartir esta noche conmigo-

-¿Me respetarás?- alzo la cabeza con decisión mirándole directamente a los ojos. –Necesito saberlo, para estar preparado-

-¿Preparado?- me pongo más tenso cuando Shunsui se sienta a mi lado sobre los cojines y me acaricia el mentón con una mano. –No tienes que estar preparado para nada, Haruka. Yo seré tu maestro sexual y te trataré bien-

-Tengo quince años....aún es pronto....-

-Cuanto antes aprendas a complacerme, mucho mejor. Tú también disfrutarás, pequeño y te prometo que si confías en mí, jamás te faltará de nada- cierro los ojos al sentir su insistencia y oigo su profunda respiración mientras toca mi cabello de nuevo.

-Voy a quitarte el kimono. Lentamente...no te asustes....- reprimo un sollozo mientras sus manos expertas empiezan a desatarme el obi dejándolo a un lado del tatami. El kimono no tarda en deslizarse por mi piel, que se eriza por el frío exterior y el miedo que tengo. Pensé que esta noche se conformaría con hablar y conocernos un poco más, pero he sido muy iluso al creérmelo. Sou-nii me dijo que su danna le tomó toda la noche la primera vez que estuvieron juntos, así que debería estar contento por ser desvirgado por un hombre como Shunsui y no por un viejo baboso.