El Ángel del Rey [KageHina] Haikyuu!!

Capítulo 10- Salto

El Ángel del Rey

"Eres mi nuevo mundo...

Mi paraíso,

Mi perdición..."

~°~

Después de volver a su hogar para comer y desquitar su ira con algunas almohadas, decidió volver a salir. Nuevamente en el mismo lugar, buscando a la misma persona pero con un diferente plan. El mismo del comienzo; mirar por todos lados hasta que él mismo se aparezca para chocarlo como un idiota.

O por lo menos eso le había funcionado antes...

Recorría las calles, colina arriba esta vez, un fastidio. Pero por ese mismo suelo había pasado el ángel, ese suelo estaba santificado ahora. Así como la pluma que iba agitando, que también dejaba esa especie de paz y pureza en el ambiente. Ciertamente era relajante y lo distraía de sus frustraciones. Todavía era bastante temprano, era gracioso pensar que malgastaba sus días de esa manera.

Pero ahí estaba... totalmente hechizado por el encanto de ese ser.

¿Cómo era su vida antes? Ya parecía muy lejano. No es como si importara mucho, no es como si pudiera interrumpir sus pensamientos tanto tiempo.

"Cambiaste el color de mi vida..."

Y sin planearlo, había vuelto a sentarse en aquel lugar, frente a esa tienda donde un plebeyo le había obsequiado una paleta helada. La tienda se veía tranquila, no había gente, no había ruido, justo como le gustaba. Se dio la libertad de descansar sus ojos, disfrutando del silencio.

—¡Me llevaré estos entonces, Ukai-san! —Llegó a sus oídos de pronto.

"Tu canto iluminó mi alma..."

Fuerte y claro, retumbó como si fuera un eco.

"Del silencio se desmoronó mi calma..."

Como un espejismo, una bella ilusión, salió de las puertas de esa tienda, con pasos rápidos y elegantes que se veían en cámara lenta.

"El atardecer en tu cabello se removía suavemente..."

Entonces la silueta saltó, alto, tan alto...

"Hermosamente..."

Se quedó hipnotizado y asombrado, observando como justo delante de él, la hermosa silueta se abría paso en el aire, con una expresión de felicidad que valía más que todos los reinos del mundo.

"Y nuestras miradas se encontraron..."

De repente los ojos dorados que adoraba se abrieron con sorpresa. Esa brillante sonrisa que le agitó el corazón se deshacía lentamente, aún en el aire. En ningún momento se movió de su lugar.

—¡C-Cuidado...! —gritó con su melodiosa voz y una expresión de terror.

"Otro impacto..."

El contenido de una bolsa de papel cayó al suelo, y él también cayó al suelo, con el ángel encima.

Otra vez...

El plan del rey había funcionado milagrosamente.

~***~

Listo. Hasta la próxima semana, ¿Qué les pareció?