Capítulo 12- Obsequio

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El Ángel del Rey

"Y la felicidad emergió...

Cuando conseguí la llave...

De las puertas del cielo..."

~°~

Los regalos reales no tardaron en llegar. Día tras día, en la puerta de su casa, a su espera se encontraba su majestad, siempre impaciente y emocionado por su presencia.

—¿Y ahora qué...? —se cuestionó el afortunado, observando como en la entrada estaba en efecto su alteza real, no sólo con cetro, capa y corona, sino también con una bicicleta último modelo que tenía ciertas características especiales.

"Alas de ángel..."

La decoración del vehículo era infantil y excesivamente llamativa. A sus costados poseía dos preciosas alas blancas que daban vergüenza ajena, pero más allá de eso, tenía escrito "Ángel" en enormes letras doradas sobre el tubo inferior, donde debería estar la marca.

El chico de cabellos anaranjados se quedó en silencio, mientras que el otro lo miraba ansioso, esperando su opinión.

—¿Y... mi bicicleta? —Fue lo que se animó a decir, totalmente incrédulo ante las acciones del más alto.

—La arrojé a la basura —respondió su majestad sin inmutarse, sin cambiar ese rostro de ansiedad y nerviosismo que le provocaba estar a su lado.

—¿Por qué demonios hiciste eso? —Seguía extrañado, intentando entender la actitud ajena. Vaya que era un tipo raro.

—Porque era espantosamente una mierda. —Aún sin inmutarse, como si fuera de lo más natural posible.

—¡Que cruel! —Y quiso golpearlo, si no fuera por el aroma que llegó a sus fosas nasales de repente—. Esos son... ¡¿bollos de carne?! —Inevitablemente su expresión cambió a una sorpresa y el entusiasmo se apoderó de él. Como una presa que muerde el anzuelo, terminó por acercarse para verificar que dentro del canasto del vehículo había una bolsa con comida.

—¡Por supuesto! Deberías estar agradecido, te estoy dando el privilegio de comer conmigo después de todo. —Sonrió orgulloso de haber llamado la atención del ángel, alzando el mentón y poniendo sus manos a cada lado de su cintura, sin soltar su preciado cetro.

En medio del silencio incómodo se escuchó un gruñido, proveniente de ambos estómagos.

—¿Te... parece mitad y mitad? —dijo un tanto ruborizado, sin dejar de estar ansioso. Ante eso el ángel comenzó a reír.

"Como una caricia a los oídos..."

—¡Eres un tipo raro! —dijo aún entre risas. Había ablandado su expresión por completo, permitiéndose relajar y olvidar la locura del más alto por unos instantes.

"Era tu hermoso canto..."

—¿Entonces vas a comer conmigo? —Quiso sonar más a una afirmación. La risa del chico había llegado a acelerar su corazón, sacando a relucir su timidez.

—Bueno... no me estarías dejando tranquilo de todas formas... —Se acercó aún más, tomando la bolsa del canasto sin quitar esa sonrisa refrescante que le había cautivado desde el primer día. Pero entonces detuvo sus movimientos abruptamente, deshaciendo también aquella sonrisa lentamente—. Espera... ¿No les pusiste nada raro, verdad? —preguntó poniéndose a la defensiva a la vez que levantaba su mirada para encontrarse con los azules ojos ajenos. Había vuelto a recordar con quién estaba tratando.

El rey desvió la mirada, delatándose solo con esa pésima disimulación.

—¡¿Cuál es tu maldito problema, rey loco?! —Enseguida retrocedió a más no poder, volviendo a levantarle el dedo para señalarlo como si fuera un bicho raro. Sin perder tiempo comenzó a correr, queriendo dejar al otro atrás, pero éste también comenzó a correr.

Después de todo, el rey también sabía dónde trabajaba el ángel.

~***~

Jajajaja, amo esta cosa. ¿Qué les pareció? Sé que los caps son cortos pero hace muchísimo que no escribo seriamente nada de nada, así que voy a ir a de poco. Espero que les haya gustado, si tienen alguna pregunta o comentario... sólo déjenlo acá abajo, saludos UwU 

El Ángel del Rey [KageHina] Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora