Capítulo 14- Caminata

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El Ángel del Rey

"Jamás creí necesitar a nadie...

Nadie me podría necesitar...

Pero ahora realmente necesito tenerte"

~°~

A la salida del trabajo también, sin falta ahí estaba. De camino a su casa, jamás podría faltar. La trayectoria se la sabía de memoria, seguía exactamente las mismas pisadas del ángel, como si estuviera celoso de que alguien más las tocara.

Era un completo idiota, un rey idiota...

Una vez más el cielo estaba en pleno ocaso, acompañando a los dos adolescentes en su caminata diaria.

—¿Realmente nunca vas a sacar tus alas? —preguntó mientras observaba la espalda del más bajo.

—Por octava vez en este día, no soy un ángel —respondió con indiferencia, muy cansado de esa pregunta. Sin importar cuántas veces lo repitiera, ese tipo no parecía entender y mucho menos paraba de perseguirlo.

—¿Por qué sigues diciendo eso? ¿Acaso es para despistarme y que otro más te tenga? —Frunció el ceño, volviendo a demostrar unos extraños celos psicópatas. Comenzó a caminar más rápido, provocando que el otro también lo hiciera.

—Porque si te ignoro comienzas a ponerte fastidioso y parece que vas a golpearme —se quejó el de ojos dorados, tembloroso y resignado de mala gana a que tendría que seguir conversando con el rey aun cuando éste se pusiera así de insoportable, si es que no quería problemas mayores a los que ya le daba.

—¿Qué dijiste?

El ángel sintió un aura oscura detrás de él, no se atrevió a voltear al escuchar ese tono de voz tan suave y escalofriante.

—Dije que... esta es mi casa, así que... adiós, rey loco —saludó con una sonrisa forzada mientras sacaba sus llaves a toda velocidad para sacarse de encima al sujeto que lo perseguía como si fuera su propia sombra. Su casa era el único lugar al que no entraba.

—¡Espera! ¡Llevo demasiados días con estas dudas, así que no puedes irte así, idiota! —gritó con desesperación a la vez que lo tomaba del brazo con un poco de brusquedad. Cada vez que se separaban se ponía un tanto inquieto.

—¡No es mi problema! ¡S-Suéltame, rey idiota! —Tironeó con fuerza, aunque la del contrario fuera mayor.

—¡No me llames "idiota", ángel idiota! —dijo con molestia, tomándole del otro brazo también, teniéndole frente a frente ahora.

—¡Tú comenzaste! ¡Déjame ir, estúpido loco! —Cerró sus ojos y se atrevió a darle una patada en la pierna que detuvo todo movimiento del azabache por unos instantes. Sintió un viento helado chocar con su piel.

—¿Qué... acabas... de... hacer? —soltó suave y entrecortado, apretando ligeramente los dientes al hablar, y si bien mantenía sus ojos azules ocultos detrás de su cabello, apenas elevó la mirada se pudo sentir la presencia del mismo demonio habitar allí. Una oscuridad siniestra y peligrosa empezaba a formarse alrededor.

—¡N-No, y-yo no... n-no q-quise...! —trató de retractarse, queriendo echarse hacia atrás pero el apretón en sus brazos se había intensificado de sobre manera, poniéndole los pelos de punta y haciéndolo temblar como una hoja, además de que el más alto no dejaba de acercarse con una expresión para nada amistosa—. ¡E-Espera, espera, cálmate! ¡P-Podemos arreglarlo de otra manera, no hay que recurrir a la violencia, nooo! —Y cerrando fuertemente los ojos, esperó lo peor.

—¡Hinata, deja de estar jugando afuera! —La puerta se abrió de golpe, mostrando a su jefe con un cucharón de madera en la mano con el cual le apuntaba y en la otra unos papeles—. ¡Fuiste aceptado en la preparatoria Karasuno! ¡Ahora podrás unirte al equipo! —exclamó victorioso con una gran sonrisa mientras agitaba el papel.

Ambos adolescentes se quedaron quietos y en silencio en la misma posición.

—¿Eso quiere decir que finalmente podré jugar vóley con los demás? —preguntó aún sin creerlo, con los brazos en el aire aún siendo sujetados por las manos contrarias.

—¿Karasuno? —El nombre se le hizo familiar. Su semblante se relajó de repente, al igual que el agarre que anteriormente le estaba cortando la circulación al ángel.

El rey ya sabía a qué preparatoria debía ir.

~***~

El vóley no puede faltar con estos dos. Tengo curiosidad de saber qué opinan. Hace poco una amiga leyó este fanfic y dijo que estaba medio confundida porque no entendía si estaba situado en la época actual o edad media y si Kageyama era un rey de verdad o qué onda. Y bueno, la realidad es que está situado en la época actual y es muuuy similar a la historia original, lo que agregué es mínimo :,v

Quítenme  la duda de si escribo terrible o si la cabeza hueca (Con mucho amor, bebé >3) se confundió porque sólo leyó los primeros caps. Muchas gracias por leer, saludos!!

El Ángel del Rey [KageHina] Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora