ser Un Heroe. BNHA

II

Se podia ver la figura de una persona en un callejon, al rededor de esta se podian ver a 4 personas en el suelo inconcientes

—ugh, es humillante usar esto —decia la fugura quitandose una mascara con la imagen de all might mostrando el rostro de hiro— aunque es bueno hacer esto para adquirir experiencia

Un tiempo atras el chico estaba pensando acerca de lo que haria a partir de ahora, desde que era pequeño siempre habia pensado que conseguiria un trabajo cualquiera, pero luego de lo ocurrido con el tipo de el quirk de las espadas, hiro no paraba de pensar en la idea de convertirse en un heroe por mas imposible que sonara, por lo que empezo a salir todas las noches a pelear contra delincuentes menores para ir adquiriendo experiencia, obviamente trataba de,mantener un bajo perfil ya que lo que hacia se podia decir que era ilegal.

Actualmente el chico se encontraba tras la pista de unos delincuentes que suelen asaltar a las personas en las calles, segun su informacion estos se reunen en una casa que supuestamente se encontraba abandonada, por lo que se dirigio hacia alla, pero pronto se arrepentiria de su imprudencia, ya que apenas entro a el lugar hiro recibió un fuerte golpe en la cabeza dejandolo inconciente.
Al abrir los ojos se encontraria con que estaba atado a una silla metalica que habia sido soldada a el suelo, la habitacion en la que estaba parecia ser un laboratorio, ya que habian repisas llenas de tubos de ensayo con líquidos de todo tipo de colores, ademas de haber una enorme cantidad de artefactos los cuales no sabia para que eran tirados en una mesa. En cuestion de unos minutos aparece por la puerta lo que parecia alguna especie de cientifico que le daba muy mala espina a hiro.

—muy buenos dias, señorito hiro. Veo que ya despertó —decia el hombre mientras se acercaba a la silla donde se encontraba hiro— fue muy imprudente de tu parte el haber entrado asi como si nada a la base de los malos ¿no crees?

—callate, ¿como es que sabes mi nombre? —decia el menor intentando zafarse con todas sus fuerzas sin exito alguno

—hoho, todo a su debido tiempo, ¿que tal si te explico un poco lo que pasa —decia el mayor colocandose frente a hiro viendolo con una leve sonrisa que mostraba maldad— como veras, yo soy un humilde científico, y las personas con las que haz peleado son simples conejillos de indias que estan bajo mi control... Me haz causado muchos problemas, mocoso. Gracias a ti mis experimentos han estado retrasandose... Por tu culpa el mundo en el que siempre he soñado se esta alejando...

—¿de que rayos estas hablando? —el chico se notaba confundido ante las palabras de el mayor

—tu deberias anhelar esto mas que nadie... Despues de todo no tienes quirk —al decir eso el mayor mostró una sonrisa desquiciada— dejame contarde sobre mi trabajo. Hace unos años descubri que si se aplica a una zona especifica de el cerebro una formula especial creada por mi  cualquier persona va a obtener un quirk, pero claro, para esto debe ser alguien como tu que ha nacido sin tener ninguno —decia mientras sacaba una jeringa que contenia un líquido color rojo intenso— pero en consecuencia el sujeto de pruebas vivira un intenso dolor que hara que desees estar muerto, muchos han perdido la cordura... Veamos que pasa contigo— dijo para acto seguido inyectar el suero a el menor.

Tras recibir la inyección inmediatamente el menor empezaria a gritar mostrando el intenso dolor que provocaba aquel suero. Podia sentir como si cada célula de su cuerpo se quemara provocándole un intenso dolor que duraria durante unas 12 horas, luego de que el dolor cese el chico se encontraria sin nada de energia por lo que el cientifico tomaria su cuerpo inconciente y lo tiraria en una camilla donde nuevamente lo ataria para que no escape. Una vez atado el científico despierta a el menor para seguir con el experimento.

—felicidades, ya tienes un quirk —decia mostrandole una sonrisa— pero no lo haz despertado, asi que yo te ayudare con eso —el mayor saca un bisturí para inmediatamente clavarlo en el muslo de el chico haciendo que este deje salir un gran grito— ¿sabes? Dicen que muchas personas despiertan sus quirks ante situaciones de peligro —dijo mientras tomaba otro bisturí para clavarlo esta vez en el hombro de el chico— oh, no te preocupes, soy un profesional... Puedo durar semanas torturandote sin matarte, asi que nos divertiremos