"𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒃𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂" #1 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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Al día siguiente me levanté temprano. Mi situación con Christopher no me había dejado dormir mucho pero quería estar temprano en una de esas agencias de empleo. Una vez que llegué ahí, todavía no abrían. Me esperé unos minutos, los cuales me dieron tiempo de pensar cuál era el trabajo que era mejor para mí. Tal vez un restaurante, en mi vida en México yo solía ser mesera en un bar y se me daba bien. Podría ser también una niñera... aunque en realidad no soy muy fan de los niños, pero de igual manera me pagarían bien. Un tipo pelirrojo con lentes y de un sobrepeso un poco alarmante entró en la agencia y abrió. Yo no quería perder oportunidad, normalmente estos lugares se llenan demasiado de gente, esta vez sería la primera.

-Buenos días. Mi nombre es Ina, tengo 18 años, casi 19 en este mes... -el chico pelirrojo no estaba poniéndome atención a través de ese cristal que nos separaba- ¿hola... -dije buscando su nombre por todos lados. Por fin lo encontré...- Steve?

-Mira niña, toma un turno. Esta es mi hora de almuerzo. Espera a que te nombre -miré el reloj de mi teléfono.

-Pero son las diez de la mañana -dije un poco molesta.

-O tomas tu turno, o diez personas llegarán y te quitaran las mejores ofertas de empleo -con los brazos cruzados me dirigí a un tipo de dispensador de turnos y tomé el mío. El chico del mostrador estaba comiendo donas y tomando café, eso podría explicar un poco su desbalance corporal, lo cual me recuerda que necesito meterme a un gimnasio.

-Pase el primer turno -grita Steve. Me levanté y le di mi solicitud de empleo.

-Veamos que tenemos para ti. ¿Quieres un trabajo de medio tiempo o tiempo completo?

-Pues de medio tiempo está bien -Steve continuó escribiendo en su computadora de escritorio, vaya que era muy vieja.

-Okay, encontré cinco opciones que te pueden servir, pero antes, ¿estudias? -asentí- ¿en la mañana o en la tarde?.

-Estoy en una pasadía pero necesito un trabajo. Pero estudio en el día -mentira, en realidad necesitaba una distracción y que mejor que trabajar. Aún así tengo un mes para decidir que hacer con Miami.

-Okay. Las cinco opciones siguen en pie. La primera es en un hospital de mascotas, tu te encargarías de bañar, cortar el pelo y sacar a pasear perros -gracias, el que sigue. moví la cabeza diciendo que no- bueno, el siguiente es de niñera -casi podría jurar que sería el trabajo perfecto pero ser niñera no creo que sea un trabajo de medio tiempo así que...

-¿Otro? -dije con una voz aguda.

-Bueno, el otro sería repartidora de pizzas -casi no conozco la ciudad aún. Tal vez para después. Podría jurar que Steve vio mi cara porque después dijo...- el último es uno de cajera y otros trabajos variados en una tienda de discos que está en el downtown de la ciudad. Es una de las disqueras más famosas, se llama Amoeba Music, así que yo creo te convendría irte ahí, niña. Te pagarían, ochenta dólares la semana.

Sonaba muy buen trabajo, era una tienda de discos así que tenía un presentimiento de que me divertiría. Tal vez podría conocer buenas personas que me ayuden a distraerme un rato, cosa que planeo. Aparte me pagarían bien y eso me alcanzaría para ahorrar un poco y poder ir a visitar a mi familia en México.

-Acepto -sin pensarlo dos veces esas palabras salieron de mi boca. No sé en que momento pasó pero en la agencia ya había una fila de gente desesperada sentada en unas sillas con sus turnos en mano.

Steve me dio unas hojas con datos de la tienda. Era la dirección y un posible contacto para hablar por teléfono. Tenía que ir a firmar unos papeles a la tienda. Me subí a la Jeep y conduje hasta ahí. Llegué. Era una tienda demasiado grande. Cuando entré un mundo de gente inundó mis ojos y la música de fondo amenizaba el ambiente. Me dirigí a una de las cajas a preguntar por el gerente. La chica con piercings en la cara y tatuajes en los brazos me indicó el lugar. Llegué a una oficina que tenía fotos de varias personas en la pared con famosos cantantes.