"𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒃𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂" #1 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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Roma y yo habíamos llegado al departamento. Tenía exactamente diez minutos esperando. Lo sé, estaba contando el tiempo porque las ansias me estaban matando. Entendía que yo había hecho mal hacia él, pero él me hizo más a mi y sin embargo, quería perdonarlo. Roma estaba en la cocina preparando unas palomitas, Ximena y Sasha estaban en su departamento y para ser sincera, no había visto a Karina en todo el día.

-Roma, ¿Dónde está Karina? -dije levantándome del sillón y yendo a la cocina.

-Zabdiel vino con Christopher, trataron de hablar pero no sé que resultó. Creo que fueron a hablar más relajados a un lugar público para no discutir.

-Seamos sinceras, a Karina jamás la ha detenido una multitud de gente cuando se trata de pelear.

-Lo sé -ambas reímos. Todo era diversión hasta que se escucharon unos golpes en la puerta. Sabía que era él y no estaba preparada para afrontarlo.

Roma y yo nos estábamos mirando a los ojos y sabía que yo quería que ella abriera la puerta. Cuando empezó a caminar hacia ese cuadro blanco yo corrí al espejo de la cocina. No sé ni siquiera porqué hay un espejo en la cocina, era parte de la decoración que venía incluida. Me arreglé lo mejor que pude el cabello y me fui a mi cuarto, me encerré. Quería que él sintiera que no lo estaba esperando. Aunque en realidad sí. Escuché como la puerta se abrió y la sangre empezó a bombearme tan rápido que la cabeza comenzó a dolerme. Una vez que la puerta se cerró, escuché que alguien se dirigía para mi habitación, a lo que yo fingí que estaba ocupada.

-¿Ina? -escucho la voz de Roma detrás de mi puerta.

-Dime -dije tragando saliva.

-Christopher ya llegó. Anda, los dejaré solos. Iré con Sasha y Xime -yo me levanté de la cama de un salto y me dirigí a la puerta. Cuando la abrí, ahí estaba él tan perfecto como siempre- Bueno, no se maten, por favor -dijo para después salirse.

Yo seguía parada frente a él en mi habitación. él tenía la cabeza agachada y yo solo lo miraba con pena. Lucía triste, muy diferente a hace rato. Me sentía mal por él. Pero creo que él en ningún momento se puso a pensar en mi cuando estaba besando a esa chica, y no estoy consiente de que más pasó...

-Lo siento, ¿vale? -dice por fin cortando la incomodidad que estaba inundando el departamento -yo... yo no sabía que estaba haciendo. Todos estábamos tomando y perdí la cabeza. Esa chica se acercó a mí y simplemente no sé qué pasó. No me encontraba en mis cinco sentidos. Yo... -suspiró- perdóname.

-Siempre lo sientes, Christopher, siempre pierdes la cabeza, siempre estas tomado, nunca eres tú, si no el alcohol. ¿Hasta cuando parará esto? -dije acercándome a él- Yo solamente quiero que me digas en verdad qué es lo que sientes por mí. Leí lo que pusiste en Instagram, pero como sé que eso no solo son simplemente palabras para decorar una foto. ¿Cómo sé que en verdad sientes eso? -en este punto él ya tenía la mirada en mí y yo tenía mis ojos ardiendo por evitar llorar- Tú sabes por lo que tuve que pasar. Siempre, pero siempre el amor me juega la peor carta. Siempre soy yo la tonta que se queda esperando como estúpida en el sillón con ingenuidad hasta el tope pensando que su novio va a estar bien y no necesita dudar de él. Incluso aún peor, ¿Cómo vas a recuperar mi confianza?. De nuevo.

-Lo sé. Soy una mala persona. No sé que pasó. No te voy a mentir ni le dejaré todo el cargo a esa chica. Sí, la besé. Pero no sabes cuanto me arrepiento. No estuviste ahí para ver qué pasó después. Sus labios no eran iguales a los tuyo y fue ahí cuando me di cuenta que eso no era lo que quería. Me he hecho codependiente a ti. Te necesito más de lo que Joel necesita el aguacate -yo reí. Joel en verdad amaba el aguacate, a todo le ponía aguacate. Los extrañaba, mis chicos. Al ver esta reacción mía, su mirada cambió. Ahora tenía un poco más de confianza en sí mismo. Lucía menos acabado- te necesito, Ina. Por eso he vuelto. Sé que no es la prueba más grande de amor pero he vuelto por ti -se acercó a mi y me tomó las manos- he vuelto para demostrarte cuanto te amo. He vuelto porqué necesito que me abraces y sentirte conmigo.