Normalmente levantarme temprano no es lo mío. Hoy tuve que hacerlo porque llegaron mis abuelos de Guadalajara y tenemos que ir por ellos a la central de autobuses. Hoy también empieza el globo. Desde mi escuela alcanzo a distinguir que ya hay pocos elevándose en el aire.
Mis papás me dejan en la escuela y se disponen a pasar por mis abuelos a la central. Entro a la escuela con la misma cara de desagrado de siempre. Niños de secundaria ew.
En mi colegio hay una rivalidad muy fuerte entre los chicos de preparatoria y los de secundaria así que por ende, los odias. Caminando con tanta flojera que el mismísimo Igor de Winnie Pooh iría más rápido, estoy un noventa y cinco por ciento segura de que sí. Iba con mis audífonos a todo volumen reproduciendo Kakkmaddafakka cuando de repente...—Hola amiga— esa voz chillona. Jamás la confundiría.
—Hola Fernanda, ¿qué pasó?— aquí vamos de nuevo.
—Uy— dijo mientras levantaba las manos como símbolo de defensa —Solo te recuerdo que hoy a las seis en punto te quiero en mi casa. Mi mamá nos va a llevar así que no te preocupes por eso—.
—Sí, ahí estaré—
Así pasó el día. Clases, dos exámenes reprobados, como siempre. En verdad no entiendo qué pasa conmigo aveces. Jamás he podido sacar un ocho como mínimo. En cambio mis amigas sí. Ellas eran chicas con calificaciones altas, en fin. Llegó la hora de irme a casa. Era viernes así que salía media hora más temprano. Gracias directora por esta gran ventaja. Nótese mi sarcasmo.
Iba caminando por el pasillo principal cuando me topé con él. Mi gran amor en la adolescencia, mi ex novio de secundaria. No podía aguantarme esas gigantescas ganas de sonreír. En verdad lo extrañaba. No teníamos mucho de haber terminado. Dos, tres meses tal vez. Ya no habíamos hablado desde entonces y aún así la herida seguía abierta. Mi celular se calló al suelo. Trate de agarrarlo con los audífonos pero lograron desconectarse.
—Perdona— Incomodo. No quiero que vea que aún tiene ese efecto en mí
—No te preocupes, no sería la primera ni ultima vez que se te cae el celular— cierto. En mi vida he estrellado al rededor de... Bueno, todos mis teléfonos.
—Si bueno, es una costumbre, ya sabes—.
—Siempre has sido muy tonta, ¿sabes?— dijo mientras se inclinaba para dármelo. Sabía que no lo decía como una ofensa. Siempre, cuando éramos novios, me decía tonta y después me daba un beso en la punta de la nariz. Extraño eso
—Gracias— sonreí como estúpida. Jamás me había puesto tan nerviosa. Casi estoy segura de que mi rostro está muy sonrojado. En tres meses que no habíamos cruza ni una palabra de ninguna manera. Vaya manera de empezar. —Tengo que irme. Mi papá me espera afuera para llevarme a con mi madre—.
—¿Segura?, nada más recojo a mi hermana y puedo llevarte al trabajo de tu mamá— siempre era así. Nos íbamos juntos después de la escuela íbamos por un helado con su hermana. Lo extraño.
—No, no es necesario. Yo puedo, enserio—.
—Bueno, te cuidas— se iba a despedir de un beso en la mejilla y la verdad es que solo decidí irme. No quería avergonzarme otra vez, aunque en vez de eso hubiera preferido que me insistiera. Claro que hubiera aceptado pero aún así sé que ya no siente nada por mí y no tendría caso.
Enrede mis audífonos en mi celular y me dirigí a la entrada de la escuela para irme. Mi papá no había llegado por mi, era más que obvio ya que estoy de pie al frente de la parada del autobús. Mi mochila está demasiado pesada. Parece que traigo piedras dentro de ella, pero no, son mis estúpidos linros. Mi espalda me estaba matando y el autobús no llegaba. Se supone que debió de pasar hace diez minutos. Para distraerme un rato esperando a que llegara, me puse a leer un libro cuando un auto se acercó.
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"𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒃𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂" #1 ||Christopher Vélez|| TERMINADA
FanficBESOS QUE ROBAN EL ALMA// Una historia dónde el amor superará las barreras de lo imposible. ¿O no? *EDITANDO* FECHA OFICIAL DE PUBLICACIÓN EN LA PLATAFORMA: 12/12/18