"𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒃𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂" #1 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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Mi alarma me despertó justo a la hora que la había programado. La verdad es que no podía levantarme. No había dormido bien pero algo tenía que hacer. Tomé un baño y me cambié. Las chicas estaban en la cocina preparando el desayuno. Karina seguía feliz por anoche. Había obtenido una foto y autógrafo de su ídolo al igual que Zara. Las chicas se mudaban la próxima semana a Nueva York y tan solo quedaban cinco días para mi cumpleaños así que ellas estarían aquí conmigo para festejarme. No pensaba hacer algo grande. Dean y Charly vendrían a L.A. así que será algo íntimo con mis amigos. Los chicos tenían aquí concierto justo un día antes. El cinco de febrero estarían tocando en el Teatro Nokia así que tal vez estén aquí. La verdad es que quería arreglarlo todo con Christopher. No quería estar enojado con él el día de mi cumpleaños. Quería estar rodeada de la gente que más amaba en este mundo, salvo mi familia, ellos no pueden venir a L.A. Llegué a mi empleo nuevo y una chica ya estaba esperándome en la entrada.

-Tú debes de ser Lucina. ¿Verdad? -me pregunta una chica que se ve muy simpática de pelo rubio y ojos cafés.

-Así es. Pero dime Ina. No me gusta Lucina. Prefiero Ina -dije riéndome.

-Una gusto Ina. Mi nombre es Lizziabelle, pero me dicen Lizzie -ambas estrechamos la mano- Muy bien Ina. Te mostraré que tienes qué hacer y cómo -empezamos a caminar por toda la tienda. Había cosas muy desordenadas y otras que no -empecemos por aquí. Hay libros que tenemos que acomodar por Best-sellers y otros por libros que tienen películas y aquí te entrego una lista de como tiene que ir cada unos. Te recomiendo que guardes las listas que te doy. Somos una tienda que quiere empezar a ser amigable con el medio ambiente -sonríe. Esta chica es dulce y amable- ahora vamos con los discos, es básicamente lo mismo al igual que los vinilos y revistas -seguimos caminando- Ahora. La pregunta del millón. ¿Sabes doblar ropa? -asentí- Perfecto, veamos que tan bien lo haces -caminamos hacia el área de ropa y juguetes. Desdobló una camiseta y la colocó en el mostrador- dóblala -eso hice. La tomé y fui doblándola tal y como mi madre me había enseñado, nada difícil, algo que he hecho toda mi vida -genial -dice emocionada- pues sin más preámbulos, te presentaré al equipo de trabajo. Chicos, vayamos al almacén de arriba. Los espero. -grita en toda la tienda, dado a que es temprano, no había gente aún dentro de la tienda, por lo cual, todos escucharon y comenzaron a subir las escaleras a un almacén donde habían discos y libros -bueno chicos. Ella es...

-Ina, Lizzie, Ina -dije interrumpiéndola.

-...Ina. Ella es Ina. Es una nueva chica que se una al equipo de trabajo. Trátenla bien, sabe doblar camisetas impecablemente.

-Entonces se merece nuestro respeto -dice un chico alto de cabello alborotado. Muy atractivo. Todos rieron después de sus palabras.

-¿Que tiene de emocionante que pueda doblar unas camisetas? -dije riendo.

-Bueno -empieza a decir el chico- nadie en esta tienda sabe hacerlo, por eso todas están colgadas. Así que sí, te mereces nuestro respeto.

-Bueno, mi madre me enseñó desde niña. Supongo que está bien ¿no? -dije mirándolo.

-Claro que sí -dice Izzie- Bueno chicos, vayamos a trabajar. Debe de haber gente en la tienda ya -todos comenzaron a bajar las escaleras. Fácilmente éramos al rededor de treinta personas trabajando aquí, lo cual no creo que sea suficiente.

-¿Entonces eres una maestra doblando camisetas -me dice aquel chico.

-Si bueno, es un don al parecer. O tal vez soy una bruja.

-Uy -dijo haciendo un ruido de susto- entonces me alejaré antes de que me vayas a matar para seguir obteniendo poderes -dice bromeando mientras bajábamos las escaleras.