En un nuevo instituto, Hyunjin llegó atrayendo las miradas de casi todas las chicas, excepto de una en particular: Misuk. Una joven que destacaba por su carácter fuerte y su determinación, no se dejaba pisotear por nadie. A pesar de los intentos de...
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No hablamos en la mañana, más bien, no lo conseguí, seguía esquivandome cada vez que me acercaba y me ignoraba cada vez que intentaba decir una palabra, respire hondo varias veces repitiendo en mi mente que no debía rendirme tan fácil.
Dale tiempo, no es fácil para él. Me había dicho Yang.
Y tampoco lo era para mi, y si, podía sonar asquerosamente egoísta, pero yo también había pasado una semana volviendo una y otra vez a la escena de la pelea, a nuestra discusión antes de que todo pasará. Me sentía mal por haber soltado aquellas palabras sin pensar, tenía todo el derecho a estar enojado, claro que lo tenía, yo lo estaría si las cosas hubieran sido al revés.
Apenas tocó el timbre y la gente empezó a dispersarse para salir al descanso, Alexa se dirigió rápidamente Hwang para llenarlo de preguntas y revisarle el rostro en busca de cualquier moretón o raspadura, me mantuve al margen, observando, él no decía nada.
—Necesitamos hablar— Dije posicionandome a un lado de mi amiga, quien nos miro alternamente sin entender nada.
—Creo que debería irme— Retrocedió al ver el ambiente tenso que se formaba a nuestro alrededor después de que yo hablara.
Alexa se retiró, no sin antes lanzarme una mirada de: luego me lo cuentas todo. Petición a la que asenti disimuladamente. Devolvi mi mirada a Hwang quien pasó de mi y se sentó, tomando un libro y leyendo una página al azar. Mordi mi labio inferior esperando respuesta que no recibí, volví a repetir mis palabras por segunda vez, pero ni caso, parecía que no existía.
Le arrebate el libro de las manos mientras él me miraba levantando una ceja, y cuando pensé que se había dado por vencido y finalmente hablaríamos, sacó su celular.
Suficiente, es todo lo que aguantare.
—Hwang— Proteste—. Venga ya, no puedes ser tan infantil.
—¿Qué? — Respondió finalmente, con un tono tan seco que me hizo retroceder mentalmente.
—¿"Qué", es lo primero que dirás después de esta semana? , hablemos— Deje el libro en la mesa continua.
—¿Hablar? — Casi rió ante mi respuesta—. Ahora quieres hablar, después de una semana. Bien entonces dime ¿de qué quieres hablar conmigo, Mi-Suk? — Se cruzó de brazos—. Ah no, espera, verdad que no somos nada, ¿recuerdas? Me lo dejaste bien claro el otro día.
—Estaba molesta, no medi mis palabras— Jugue con mis manos—. No quise decir eso.
—No lo quisiste decir, nunca quieres, pero lo haces de todas formas, no mides tus palabras y el que tiene que entender soy yo, no, así no funciona, linda— Explotó acercándose a mi—. Después vas y defiendes a ese imbécil, ¿quieres que siga? — Frunció el ceño.
¿Defender? ¿Cuando yo...? Vale, definitivamente había entendido mal mis palabras y acciones, tenía que aclararlo de alguna forma, era ahora o nunca, sin embargo seguía enojado ¿me escucharía?
Y es que tampoco es que seas fácil de entender, chica.
Gracias conciencia.
—Espera, las cosas no son así — Mordi mi labio inferior buscando las palabras adecuadas.
—¿Y cómo son? Porque lo único que tengo claro es que yo soy la última persona en la que piensas siempre, no te importa en lo absoluto como me siento con tus palabras, con tus tratos...
Me quede callada, mirando mis zapatos y al levantar la mirada desee no haberlo hecho, sus ojos estaban cristalizados pero su mirada era dura, como si no quisiese verse débil a pesar de estar a punto de llorar. No entendía a que venía todo esto, pero si que debía disculparme. me estaba esperando, esperaba lo que fuera que estuviera a punto de salir de mi boca.
—Lo siento ¿okey? — Tome valor y lo encare—. Lo siento si te hice sentir así, no creí que podría llegar a herir tus sentimientos ni nada parecido, ¿por qué estarías herido de todas formas? Nunca te ha importado lo que los demás piensen de ti... — Trague en seco el nudo que se formaba en mi garganta—. Y nunca quise defender a Chan, solo no quería que... —Las palabras se quedaban atascadas en mi garganta, ¿por qué me costaba tanto decirlo?—. No quería que te lastimaras, estaba preocupada por ti, idiota. Con Chan ni siquiera he vuelto a hablar desde lo que pasó, no me interesa en lo absoluto lo que tenga que decir, por eso estoy aquí, contigo, porque quiero que tu me lo digas — Tome aire, su rostro se había suavizado ligeramente—. Tus palabras son las únicas que creeré.
Bien, lo había dicho, estaba hecho.
—Mi-Suk, ¿es que no lo entiendes? Cuantas veces debo repetir que tu no eres como los demás, todo lo que digas me importa, tu me importas— Mi corazón se detuvo para luego latir rápidamente ¿qué estaba pasando? —. Hablemos más tarde lo que pasó con Chan.
—Bien— Mire cualquier lugar menos a la persona que tenía enfrente—. Entonces, me voy, ya dije lo que tenía que decir y las cosas se aclararon.
La verdad era que tenía que volver a mis sentidos, y con él tan cerca en algún momento se había hecho difícil. Debía salir de ahí porque el chico que tenía enfrente era el mismo chico que le gustaba a mi mejor amiga, debía reaccionar antes de que fuera más tarde, pero estaba pasando, y mi corazón no paraba de alborotarse.
—¿Vas a huir de nuevo? — Al menos ahora no se veía enfadado y me miraba con una sonrisa burlona bailando en los labios—. No siempre podrás hacerlo.
—No estoy huyendo— Dije más segura.
—Entonces quédate.
No se porque lo hice, no se si fue mi orgullo, pero me quedé. Quizá solo quería demostrar que se equivocaba, quizá quería mostrarle que no me pasaba nada cuando lo tenía tan cerca. Los "quizá" se quedaron atrás, porque lo que en realidad quería era demostrarme a mi misma que no veía a Hwang Hyunjin con otros ojos, que me seguía pareciendo un imbécil conquistador de siempre. Porque era obvio, yo no era nadie, sus palabras me estaban endulzando los oídos, no podía gustarme alguien como él.
Has visto con tus propios ojos que quizá él no es así.
¿Pero y si me equivocaba? Si en realidad no era tan malo como quería pintarlo. Pero si confiaba en que no me haría daño...
