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Los días de verdades y confesiones habían quedado atrás, o algo por el estilo. En realidad, lo que había quedado atrás era la mentira y la ilusión, ahora todos teníamos nuestras cartas sobre la mesa y podíamos esperar los siguientes movimientos.
¿Hace falta decir que las cosas entre Ale y yo estaban más que bien? Porque así era, todo iba sobre ruedas y no había nada capaz en este mundo que me hiciera más feliz que aquello. La muy listilla me había hecho prometer que priorizaría mis sentimientos, pero venga ya, que difícil que era ponerlo a la práctica.
—No te preocupes por mí. Que a mi la cosa no me ha funcionado, pero puede que a ti sí, mirate eres hermosa, mujer.
Había dicho y yo me había quedado de par en par, en trance, ni siquiera me lo podía creer. ¿qué se supone que debía contestar en situaciones como aquellas?
No supe que contestar, ni esa vez ni ahora, seguía plasmada con sus palabras. Y es que estos días tampoco es que hubiera hecho mucho caso a nada de lo que hablamos, trataba de cruzarme lo menos posible con Hyunjin, así que hablar de priorizar mis sentimientos, mejor que no. No es que lo evitará como una plaga ni mucho menos, pero si que tenía mis técnicas para que nuestro contacto no fuera más que el suficiente. Eso no quita que dejasemos de pelear, ni de molestarnos mutuamente, lo que realmente evitaba era estar ambos solos en una habitación.
"Me gustas. Me gustas, maldición. Y por más que intentes negarlo, sé que yo también te gusto."
Sus palabras me atravesaron la mente como una flecha y me dejaron fuera de combate, no era buena con los sentimientos ¿vale? Para nada buena, de hecho era un desastre.
Suspire para hallar calma, pero el universo no tenía los mismos planes.
—¿Qué pasa, estás de los nervios?— Hyunjin se paró a mi lado—. ¿No puede ser, me han robado el puesto?
—¿De qué estas hablando? — Lo mire confundida y con el ceño fruncido.
—Dime la verdad, que no me creo que otra persona que no sea yo te haga la vida cuadritos— Su tono era excesivamente dramático.
—Y mira que lo admites— Negue conteniendo las ganas de reírme—. Pero que solo he suspirado y tú ya has creado una película en tu cabeza. Vaya que tienes imaginación.
—A lo mejor y sería buen guionista de cine— Se encogió de hombros con una sonrisa divertida bailandole los labios.
—Ya, yo creo que te viene mejor el papel de actor, porque vaya escenitas que te montas.
Hyunjin soltó una risa, de esas que te estremecen el pecho y te dejan alucinando, cálida, viva. No tardé en unirme, era contagiosa y eso no se podía negar.
Y ahí estaba de nuevo, la razón por la que odiaba que estuviésemos solos, sin Alexa o Jeongin, sin alguien. Nuestras miradas se buscaban, cómplices de palabras que no expresabamos verbalmente, y mierda, me daba miedo. Me aterraba este nuevo sentimiento del que ahora era consciente, porque no sé cuando empezó, ni cuando se desarrolló, no sabía nada, pero sí sabía que ahora era consciente de aquello y... Que puta mierda.
Aparte la mirada, entre avergonzada y cohibida, cada vez que me miraba sentía que esperaba algo, y yo sabía lo que era, pero él no lo decía, ni yo afirmaba aquello que quedaba implícito en el aire.
—Me gustas— Soltó de repente.
Mi corazón dio un vuelco, pero es que parecía que me había tirado de un puto avión, me latía a toda velocidad y con un sonido casi ensordecedor. No me lo esperaba, para nada, el pánico se apoderó de mi...
Pestañee repetidas veces, con la boca seca.
—Hyunjin, no...
—Vale, esta ha sido mi segunda confesión, no pasa nada— Rascó su nuca con una media sonrisa y una risa nerviosa—. Me queda una, dicen que la tercera es la vencida.
No respondí, me límite a caminar en silencio a su lado.
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La graduación nos respiraba en la nuca, y venga, que luego de eso venía la gala, y todavía no había comprado nada para ese día, y se iban acabando los tiempos, todos compran con antelación estas cosas, pero es que con tantas prisas y vueltas de tuerca, a mi se me había olvidado por completo.
También se acercaban las postulaciones a universidades, que martirio...
—Ale, ¿ya compraste el vestido para la gala? — Cuando vi su cara de sorpresa ya me hice la idea de que no, me sentí aliviada.
—Mierda, mierda— Colocó ambas manos en sus cachetes—. ¿Cómo he podido olvidarlo? Y ya queda un mes y pico.
—Yo también lo he olvidado— Suspire con una media sonrisa—. Tampoco es tan grave ¿verdad?, me refiero, aún queda tiempo.
—Lo es—Me miro haciendo pucheros—. Con lo tikis mikis que soy para estos casos.
—¿Hablan de la gala? — Hyunjin dio vuelta la mitad de su cuerpo en la silla y nos quedo viendo.
Jeongin estaba a su lado, y también había optado por darse la vuelta, de vez en cuando podía sentir como sus ojos se fijaban en mi, por un buen rato y luego desviaba la mirada.
—¿Ustedes como van con eso? — Musite con más ánimos.
Los chicos siempre tenían su ropa lista antes que nadie, porque a veces solo re utilizaban un traje y ya está, o buscaban en sus armarios lo menos casual que tenían.
—Tengo que comprarlo, a ver si vamos juntos— Ofreció hyunjin, mirándome con una sonrisa perversa.
Me puse nerviosa, un poquito, casi nada, lo normal. A quien engaño, me ardían las mejillas y puede que me gustase un poco mucho la idea de que escogieramos la ropa juntos. Malditos pensamientos.
—Todos, claro. Así nos damos opiniones ¿qué piensan? — Terminó de hablar, en sus ojos se notaba la burla. Me la había jugado de lo lindo.
—Como te odio— Mascullé por lo bajo sin poder contenerme.
—Yo también te amo— Me susurró como si fuese un secreto y guiñó uno de sus ojos con coquetería.
Resultó en un acuerdo, no estabecimos una fecha, pero ya lo haríamos, seguimos hablando un poco más antes de que acabará el receso. Cuando los chicos voltearon Alexa me miro sonriente, una sonrisa que no me gustaba para nada, pues la conocía a la perfección, eran de esas típicas: lo he visto todo.
—Ahora que no estoy, ya sabes... ¿Enamorada? ¿Enganchada? Bueno eso— Le quitó importancia encogiendose de hombros—. La cosa es que veo claramente como se coquetean, dios santo, podría cortar esa tensión con tijeras.
Todo ello lo dijo entre susurros, a mi me había parecido que lo había gritado. Intente ocultar la sonrisa tonta que se quería asomar por mis labios, pero sin mucho resultado, pues igual que yo a ella, Alexa me conocía bastante bien.
—Sonríe, no seas tonta— Me picó las costillas entre pequeñas risas—. Si son tan lindos.
Me deje llevar por su tonteo, nos reíamos y molestabamos como dos niñas pequeñas emocionadas, y enserio me deje llevar, hasta que nos llevamos un regaño por ruidosas de parte de la profesora.
¿Y saben qué? quizá, solo quizá, la última confesión no la haría Hwang... La haría yo.
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Chico Arrogante | Hyunjin
FanfictionEn un nuevo instituto, Hyunjin llegó atrayendo las miradas de casi todas las chicas, excepto de una en particular: Misuk. Una joven que destacaba por su carácter fuerte y su determinación, no se dejaba pisotear por nadie. A pesar de los intentos de...