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—Detente, no digas ese tipo de cosas— Negue, no podía seguir confundiendome más.
—¿Que no diga qué? — Sentí su cuerpo acercarse al mío y me tense, él en cambio alzó mi barbilla para mirarme mejor, ese acto se le estaba haciendo costumbre... —. Ahora estoy siendo sincero, ¿acaso te pone nerviosa?
—Hyunjin— Era casi una suplica—. Basta— Voltee mi rostro justo en el momento que acercó el suyo.
—Como quieras— Se alejó en un suspiro y yo por fin sentí que podía soltar todo el aire que tenía retenido en mis pulmones—. Solo dejame decirte una cosa más.
—¿Qué es? — Humedeci mis labios.
—Puede que no te des cuenta que eres especial, por como actúo contigo, admito que si he sido un idiota, pero mirame, mirame ahora, te haré ver lo que te digo con algo más que palabras.
Lo mire una última vez, y mi retícula no pudo evitar grabar cada detalle de su rostro, aquellas palabras me habían dado un escalofrío.
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—Buenos días— Fue casi como si lo cantara, hoy se veía de un extraño buen humor—. Pasaba por la máquina y te traje esto.
Mire la botella de jugó que acababa de colocar en mi lugar. Bien, no era difícil saber que ese era mi favorito, pero el detalle había calentado mínimamente mi corazón.
Alexa nos miro a ambos y asintió como si entendiera algo que yo no acababa de comprender, luego de eso se retiró con una sonrisa y no volvió hasta que comenzó la clase. Como si no fuera suficiente, hoy Jeongin se veía desanimado, podía verlo claramente desde mi lugar ¿qué pasaba el día de hoy?
—Amiga— Susurro Alexa. Voltee a verla de inmediato y ella simplemente deslizó un papelito por la mesa.
«Hoy es el día, deseame suerte (≡^∇^≡)»
No tuve necesidad de preguntar a que se refería con aquella nota, era obvio y ambas lo sabíamos. Pero yo me sentía inquieta, necesitaba hablar con ella, no era justo que me quedará callada en esta situación, pero no habíamos tenido tiempo para vernos y charlar, ni siquiera en los descansos.
Pero ¿cómo debía contarle? Más bien ¿qué debía contarle?
En lo que algunas ideas me daban vueltas, mi mirada topo con la de Jeongin, cosa que me hizo sonreír de inmediato, él dio un respingo sorprendido y se volteo a ver la pizarra con ojos nerviosos. Vi como intercambiaba palabras con Hyunjin y se veía más desanimado aún, luego miraba su libreta y apretaba los labios, acaso... ¿Jeongin estába aguantando las ganas de llorar?
—Eso fue todo por hoy, nos vemos la próxima clase— El profesor vio su reloj y sonrió—. Salimos antes, disfruten su descanso.
En lo que todos celebraban, vi como Yang se escabulló fuera de la sala casi corriendo, no sabía que es lo que le pasaba, pero último que me apetecía era dejarlo solo. Deje mis cosas tal cual y me levante con urgencia.
—Espera ¿a donde vas? — Alexa me retuvo tomando la manga de mi camisa.
—Dame un momento, regresó enseguida— Le lance una sonrisa suplicante y ella me soltó.
Esperaba llegar antes de que mi amiga decidiera confesarse, lo mínimo que podía hacer era sincerarme con ella al respecto. Pero otra cosa que me preocupaba era aquella persona que había salido sin decir nada de aquel salón, y mientras apuraba mi paso escuche los llantos provenientes del baño, dudé si debía entrar, ¿y si había alguien más?
Mire cuidadosamente y me acerque a Jeongin, estaba de cuclillas en el piso, con la espalda apoyada en la pared y ocultando su rostro entre sus manos. Acerque mi mano y la deje suspendida un momento.
—Jeongin— Él me miro con ojos cristalinos—. Hey, ¿qué pasa? — Me senté a su lado.
—No e-es nada— Sorbio su nariz y negó—. Vete, no quiero que me veas así.
—Mírame— Tome su rostro entre mis manos, pero no me miro en lo absoluto—. No se que te pasa, pero estoy aquí para ti.
Hubo un momento de silencio en donde ninguno dijo nada, solo me abrazo con fuerza y nada más. Como si hubiese parado de llorar, pero era una mentira de cristal, ya que podía notar mi ropa algo húmeda por sus lágrimas, estuvimos así un rato, hasta que se separó con gran cuidado de mi.
—Perdoname, no puedo contarte— Su voz era apenas un hilo audible, pero lo entendí de inmediato.
—Tranquilo, no era una obligación que me cuentes. Para nada— Sonreí para darle más tranquilidad—. ¿Quieres que volvamos? —Me levante y exendi mi mano hacia él.
—Si, volvamos— Tomó mi mano y se impuso con la otra para poder levantarse.
Después de refrescarse y quitar todo rastro de tristeza tomó mi mano, caminó así hasta la salida del baño, yo quedé mirando nuestras manos juntas, ¿estaba bien, verdad?
En el camino nos topamos a hyunjin, quien miraba a todos lados con una expresión preocupada, apenas nos vio su rostro se iluminó, como si fuese aquello que estaba buscando con tanto esmero hace un segundo.
—Chicos—Dijo a forma de saludo—. Estaba preocupado, te fuiste sin decir nada— Dijo mirando directamente a su amigo.
—Estoy bien, necesitaba aire— Trato de explicarse, apretó mi mano, como si aquello le diera más seguridad a sus palabras, le mire y asenti.
—Gracias por encontrarlo— Hyunjin me sonrió, me sonrió... Mierda, mi corazón había comenzado a acelerarse. Su mirada nos recorrió y se detuvo ahí, en nuestras manos aún unidas—. Esto... ¿Podríamos hablar más tarde?
Sonreí, e inmediatamente recordé la notita de Alexa esta mañana, no podía seguir con esto.
—Lo siento, no puedo hoy...— Innie me dió un apretón y carraspee—. Estoy algo ocupada, quizá otro día.
Como si mis pensamientos la hubiesen invocado, Alexa apareció a lo lejos, Hyunjin no podía verla pues estaba a sus espaldas, yo en cambio la estaba viendo mientras se acercaba trotando hacia nosotros.
—¡Hyunjin, chicos!
Era ahora o nunca, tenía que hablar con mi mejor amiga. Solté la mano de Jeongin para caminar hacia ella, auque ya estaba lo suficientemente cerca como para que no caminará más de cinco pasos.
—Alexa, tengo que hablar contigo.
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Holaa, ¿cómo están? Desapareci un buen tiempo, perdón 😔. Como disculpa prepare varios capítulos, así que actualizare más seguido. Gracias por leer 💜.
-BNJA
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Chico Arrogante | Hyunjin
FanfictionEn un nuevo instituto, Hyunjin llegó atrayendo las miradas de casi todas las chicas, excepto de una en particular: Misuk. Una joven que destacaba por su carácter fuerte y su determinación, no se dejaba pisotear por nadie. A pesar de los intentos de...