CAPÍTULO 1

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Tenía puesto del despertador para que sonara en cualquier momento. Me havia pasado la mayor parte de la noche despierta, no podia parar de dar vueltas en la cama, repitiendo mentalmente el horario del curso. Mi mente nunca para de planificar, y menos hoy, el dia más importante de mis dieciocho años de vida.

-¡Poché!- escucho gritar a mi padre des del piso de abajo.

Me obligo a salir se mi cómoda cama gruñendo internamente. Me tomó un tiempo haciendo mi pequeña cama por ultima vez antes de que esto deje de ser parte de mi rutina habitual. A partir de hoy me adentro en un mundo muy desconocido para mi.

-¡Poché!- lo escucho gritar de nuevo.

-¡Que ya me he levantado!- le contesto.

Escucho como algunos armarios de la cocina suenan al cerrarse y eso me indica que el esta tan nervioso y asustado como yo.

Me dispongo a tomar una ducha e intentar que esta ansiedad que siento vaya disminuyendo mientras las gotas calientes recorren todo mi cuerpo. Toda mi vida la he dedicado a llegar donde estoy ahora, a horas de mi primer dia de universidad.
He pasado los últimos años dedicandome unicamente a ser la mejor academicamente. Me he pasado los fines de semana estudiando y preparándome para esto mientras mis amigos salían por ahí, bebían y hacían las típicas locuras de adolescentes para meterse en líos. Yo era todo lo contrario. Yo era la chica que pasaba las noches sentada en el suelo del salon estudiando junto a mi padre, mientras el mirava los típicos programas de la televisión.

El dia que mi padre entro corriendo en mi habitación con la carta de admisión de la Universidad Nacional de Colombia, sentí que todo lo que havia hacho porfin tenía su recompensa. Mi padre se pasó horas llorando. Me sentí muy orgullosa de mi misma y de que al fin podría cumplir uno de los sueños de mi madre...

Ella era la mujer más espectacular y fuerte que jamás he conocido, era una mujer muy perfeccionista, también era una mujer muy temperamental y muy tímida. Hace años cuándo yo era mas pequeña le diagnosticaron cáncer y por la enfermedad falleció, siento que lo que sucedió ha sido un punto muy doloroso tanto para mi como para mi padre. Eso hizo que yo quisiera ir a la misma universidad que ella y lograr cumplir uno de sus mayores sueños. La verdad es que siento que ahi arriba hay un angelito que me proteje y me aconseja 24/7 y siempre va a estar muy presente en mi vida.
Mientras me envuelvo con la toalla, mi padre grita mi nombre de nuevo. Me tomo mi tiempo para secar mi pelo, llevo meses planeando esto hasta el más minimo detalle.

Me tiemblan las manos cuando intento subierme la cremayera de mi vestido.Me daba igual que qué ponerme, pero mi padre insistió en que llevará esto.
Mi novia, Laura, llegará pronto para acompañarnos. Es un año menor que yo, aunque pronto cumplirá los dieciocho. Es muy inteligente y tambien saca las mejores notas. Estoy muy emocionada con que ella tambien tanga planeado ir a la misma universidad que yo, igualmente me ha prometido que vendrá a visitarme siempre que pueda. Ahora mismo solo espero que me toqué con una compañera de habitación similar a mi, es lo unico que no he podido planificar ni controlar.

-¡Pocheeeeeee!-

-Papá, ya bajo. ¡Deja de gritar mi nombre!- digo mientras bajo por las escaleras.

Laura está sentada enfrente de mi madre, mirando la hora en su celular.

-Hola,universitaria- me saluda con una sonrisa perfecta y amplia mientras se pone de pie.

Mi padre nunca ha tenido ningún problema con que seá bisexual, siempre me ha apoyado en todo y en esto no iba a ser una excepción. Me siento muy afortunada de como es mi padre, hay mucha gente que no tiene la misma suerte que yo en el momento de hablar sinceramente de su orientación sexual.
Me abraza con fuerza y cierro la boca al percibir la excesiva cantida de colonia que se ha hechado. Sí, a veces se pasa un poco con eso.

-Hola- le sonrío de la misma manera, intentando ocultar mi nerviosismo, y recojo mi pelo oscuro anque medio pintado de azul en una coleta alta.

-Cielo, podemos esperar un par de minutos para que te peines- dice mi novia tranquilamente.

Me acerco a un espejo y si, efectivamente tiene razón. Mi pelo tiene que estar presentable hoy, y , por supuesto ella no dudó en recordármelo. Debería havbérmelo rizado como a ella le gusta, a modo de regalo de despedida.

-Voy a ir metiendo las maletas en el coche- se ofrece Laura mientras le pide las llaves a mi padre.

-Claro pero yo te ayudo- dice mi padre con una gran sonrísa, la verdad es que des del principio se han llevado muy bien, los dos se adoran profundamente.
De mientras hago un segundo intento de peinarme que milagrosamente acaba con un resultado mejor que el anterior.

Cuando salgo y me aproximo al coche, cargado con mis cosas, no puedo evitar pensar en lo orgullosa que estaria mi madre si estubiera aqui en estos momentos, de pronto noto como mis ojos empiezan a humedecerse así que rapidamente empiezo a pensar en las horas que mes esperan de vieje para distraerme.

No tengo ni idea de cómo será la universidad, y de repente la pregunta que sigue dominando mis pensamientos vuelve: «¿Haré amigos allí?»

Y llegaste tú... [CACHÉ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora