EL AMOR QUE NUNCA TUVE

PROMESAS| 25

Luego de desayunar ambos nos cambiamos para salir de paseo un rato. Matthew llamó para avisar que Will y él se encontraban tomando un helado y que más tarde vendrían junto con Papá su esposa y su hija.

Cuando Cristopher se enteró que vendrían dijo que si quería salir inmediatamente ya que no le agrada mucho la presencia de ellos como a mi.

- Lista? -Dice Cristopher con una sonrisa que lo caracteriza.

- Lista!

Bajamos tomados de la mano, subimos al auto y de inmediato prendo la radio. Ambos volteamos a vernos cuando escuchamos la canción favorita de ambos, comenzamos a cantar como locos; cuando esta acaba me percato que hemos llegado.

Cristopher aparcó en un parque hermoso a decir verdad, se encuentran muchos niños jugando y corriendo por todo el espacio.

Ambos tomamos asiento en una banca, en silencio hasta que Cristopher decide romperlo.

- ¿Quieres un helado?

- Claro! - Digo sonriendo.

- ¿Que sabor?

- Sorprendeme - Digo guiñandole un ojo.

Mientras Cristopher se dirije a la carretilla de helados, pienso en que sucederá con ambos cuando terminemos el instituto. Estamos a unos días de acabarlo será el baile y cada quien por su lado y me da miedo el hecho de separarnos.

Él regresa con dos helados y yo le brindo una sonrisa, me ha traído uno de Vainilla y para él uno de Galleta.

- Tu favorito...

- Gracias - Digo con una sonrisa- Cris? Puedo preguntarte algo?

- Si,claro preciosa ¿dime?

- ¿Que pasará con nosotros luego del instituto? Es decir tu mandarás solicitud a una universidad y yo a otra y me cuesta pensar el hecho de separarnos cuando por fin estamos juntos.

Cristopher me mira a los ojos detenidamente para luego unirnos en un efusivo abrazo

- Solo prométeme una cosa - Dice él ahora con un tono preocupado y lleno de tristeza- Nunca me dejes de querer pase lo que pase ¿si?

No puedo evitar soltar algunas lágrimas por sus palabras. Él no respondió mí pregunta dejándome desconcertada por completo.

- Lo prometo - Digo limpiando mis ojos.

- No me olvidaré de ti nunca Reynolds -Dice él con una sonrisa triste.

¿Nunca han sentido algún abrazo que sabes que es más de despedida que de amor? Porque eso es justo lo que está pasando con ambos ahora. No sé que sucederá después de esto.

Cristopher está actuando como si fuera una despedida y nunca nos volviéramos a ver. Cómo si lo nuestro acabara ahora y lo poco que hemos construido se acabará en un dos por tres.

Luego de acabar el helado nos dirigimos hacia el auto. Después de esa conversación llena de tristeza ninguno de los dos volvió a hablar. Llegamos a mí casa y él no dice nada hasta que decido hacerlo yo.

- Bajas?

- No gracias, tengo algunas cosas por hacer. - Dice él viendo al frente - Nos vemos mañana.

- Está bien - Me acerco a él para darle un beso en la mejilla y bajo antes de comenzar a llorar.

Veo que él aún no arranca el auto así que vuelvo a él corriendo. Cristopher abre la puerta y me abraza igual que el abrazo de antes lleno de tristeza. Comienzo a llorar y él me besa la frente.

- No me gusta verte llorar, no a la persona que más amo en el mundo.

Dicho eso me separa de él, entra al auto de nuevo y arranca dejándome sola.