Mi interior estaba hecho un torbellino de emociones que intenté controlar hasta donde mi cuerpo pudo, e incluso un poco más.
Estábamos en una cafetería, nos habíamos sentado en un gabinete junto a una ventana que daba a la calle; la camarera nos tomaba la orden, y aunque no podía siquiera hablar, él había ordenado por mí. Pidió una malteada de fresa y un sándwich de pollo; sabía exactamente qué era lo que pedía siempre que iba a una cafetería. Él me conocía como nadie, inclusive más que yo misma me podía conocer.
Mi mente, aún daba vueltas, pero ahora estaba un poco menos ruidosa. No sabía por dónde comenzar. No podía decirle a John lo que sentía por él; lo que he aprendido es que el primero que ama pierde... sin embargo no sé si él se ha enamorado de verdad o sólo es... un juego. Tampoco podría decirle sobre Cynthia y la culpa que cargo, ya que no podía llegar más lejos con él, por mis principios.
-Quiero volver por George. -Dije rompiendo con mi mutismo.-No puedo dejarlo así.
-Estará bien Sadie, puede cuidarse él solo.
-Él tiene sólo 15 años; y considerando lo que pasó hace rato, dudo que pueda cuidarse solo, John.
Entonces, me miró y esbozó una tranquila sonrisa.
-Sé que es como tu hermano, y que siempre has procurado por él; pero debes de empezar a dejarlo vivir experiencias, tanto agradables como no agradables, para que aprenda a defenderse.
Era increíble verlo frente de mí, escuchando atentamente cada palabra que decía y demostrarlo, respondiendo a mis preocupaciones. Parecía como si él sólo quisiera escucharme por horas y horas sin cansancio. No creí que él fuera así, cómo estaba siendo en aquellos momentos. Además que sus palabras sonaban maduras y serias. Y eso me gustó de él.
****
Su rostro lleno de angustia me preocupó, sin embargo me alegró ver que ella estaba aquí conmigo, al fin. No podía decirle lo que quería escuchar, porque sé que ella pensaría que no la estaba escuchando; pero ¿Cómo no escucharla? Es decir, su voz era perfecta, la manera en que remojaba sus labios antes de hablar, la manera en que sus ojos brillaban al verme mientras me decía lo que le acongojaba; no creía en Dios, pero si existe una prueba de que es real, definitivamente ella sería, pues perfecta ella es.
No sabía a dónde más llevarla, ya que Hamburgo no es un lugar tan interesante. Pero antes de que pudiera sugerir algo ella habló.
-Pasa la noche en el hotel. No tienes a dónde dormir hoy.
-No puedo, Sadie.
-¿Por qué no puedes?
-Porque sé que te besaré de nuevo y tengo muchas cosas que quiero hacerte, pero no puedo.
-Dormiremos en camas distintas.
Y sin más, nos dirigimos al hotel mientras nos tomábamos de la mano. Intenté hacerle la charla para que olvidara sus problemas, para hacerla reír, porque amaba el sonido de su ruidosa risa. Y sí, no sabía lo que sentía exactamente, pero de lo que estaba seguro, era que quería tenerla, quería hacerla mía, quería que fuera mía y de nadie más.
***
Cada vez estábamos más cerca del hotel, y la tensión se podía sentir. Él pensaba en lo mismo que yo. Quería hacerlo, pero cómo él, estaba aterrada, pues nunca había imaginado que llegaríamos algún día hasta este punto.
A veces estaba segura de que pasaría, y otras estaba completamente aterrada. Necesitaba respirar, pensar claramente antes de hacer alguna otra cosa. ¿Qué era lo que sentía? ¿De verdad lo amaba? Es decir... siempre habíamos tenido alguna conexión pero... ¿esta era la clase de conexión de la que se trataba, o estaría confundiendo las conexiones? ¿Es el destino el que me ha traído hasta aquí con el propósito de que siempre estaremos juntos?
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«The Quarry Girl»
Fanfiction-Aléjate Lennon -Jamás -¿No entiendes que te odio? -Y porque lo entiendo, es porque te amo -Winston, eres un vil Idiota -Y tu eres mi baby Holly Esta es la historia de Sadie y John Lennon en donde un simple juego terminó por unirlos.