24. "Misery"

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7 de Abril, 1963.

Era noche. Estaba preparándome para dormir. Mis vacaciones en París estaban llegando a su fin y con ellas, una etapa que definirá mi futuro pues estaba a punto de graduarme.

Maddison se había ido de fiesta esa noche, mientras yo tenía demasiado cansancio. Cuando me estaba acostando, sonó el teléfono del hotel.

-¿Hola?

-¿Sadie?

-Sí, ella habla, ¿con quién hablo?

-Sadie, Soy John... John Lennon.- Cuando escuché su voz, mi corazón se detuvo.

-¿Cómo sabes en dónde estoy?

-Eso no importa. Sadie lo que sucede es...

-No, John ya te dije que me dejaras de hablar. Sé que ahora eres famoso, pero no tienes el derecho de irrumpir mi...

-Cynthia va a tener al bebé.-Me interrumpió sin gritar pero con un tono de exasperación en su voz- Sólo quería que lo supieras. Cynthia quería que lo supieras y si tienes tiempo, venir a visitarla.

-¿En dónde están? -dije tragándome mis palabras, intentando recuperar el aliento.

-En el hospital de mujeres, aquí en Liverpool.

-¿Ya entró en labor de parto? -pregunté rápidamente., olivando con quien estaba hablando.

-Aún no, sólo tiene pequeñas contracciones.

-Estaré allá en unas dos horas.

-Les diré a los de seguridad que te escolten hasta la habitación donde estamos.

-Muy bien- le dije, y colgué.

Estaba en shock, no podía creer que Cynthia por fin tendría un hijo... de John.

Sin soltar el teléfono, llamé a la recepción del hotel.

-Bonjour... Je voudrais commander un taxi....oui... je vais à l'aéroport. Oui. Merci.

Había pedido un taxi para el aeropuerto y llegaría pronto. Entonces tomé lo primero que vi en el cajón donde guardé mi ropa y la metí en una maleta lo más rápido posible.

Cuando salí del hotel el taxi ya estaba esperando mi arribo. Una de mis mejores amigas tendría un bebé, me sentía emocionada, pese a que sabía quién era el padre, me sentí feliz.

Sin embargo, llegó un momento de nostalgia donde recordé mi triste realidad que jamás podría experimentar el ser madre.

El taxi llegó al aeropuerto. Pedí un boleto para el próximo avión a liverpool y salí de París.

Cuando iba abordando, sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Sentí una repentina necesidad de voltear hacia atrás. Cuando mis ojos percibieron los de él que me miraban con extrema intensidad sentí a mi corazón a punto de colapsar.

Intenté hacer como que no había visto nada e intenté avanzar rápidamente hacia la puerta para ingresar el avión pero justo cuando iba a darle mi boleto a la señorita su mano tocó con la dulzura de siempre mi brazo.

Lo miré asombrada y él a mi. No nos habíamos visto en años, sólo lo habría visto en fotografías o en la televisión.

-¿Vienen juntos? -preguntó la señorita al ver aquella acción-

-Sí , respondió él rápidamente. -al escuchar su voz, la señorita se asombró.

- Discúlpeme la intromisión pero, ¿usted es Paul McCartney?

-Sí señorita, el mismo.

-¡Ay!, una disculpa pero de verdad me encantan sus canciones y usted por supuesto. Y disculpe señorita por decir aquello de su novio.

Entonces ambos nos miramos.

-No, no, no. No somos novios, - me apresuré a decir- así que no tiene nada de qué preocuparse. Sólo somos buenos amigos.

La señorita me miró de una manera extraña al decir aquello de una manera tan atrabancada cuando la realidad era que cualquier otra chica quisiera estar en mi situación y decir con orgullo que era mi novio. Pero yo no era cualquier otra chica. Yo los conocía bien.

Subimos sin decir una palabra al avión; él me sostenía del brazo hasta que tuvimos que dejar nuestro equipaje.

-¿Qué asiento te tocó? -me preguntó con un susurro.

-Eso no te importa.

-Me tocó en primera clase.

-Bien, pues ve a la primera clase señor importante y déjame aquí en la clase promedio donde quiero estar.

-Sadie, por favor acompáñame.

-¿Y para qué?, ¿Para platicar de lo "nuestro"?

-Quiero hablar con alguien sobre lo que está pasando. Sadie, eres en la única persona en quien confío.

-Ay, por favor. No me vengas con esos cuentos. -alejé mi brazo de su mano para que me soltara.

Avancé hasta mi asiento dejándolo atrás y tomé asiento a lado de un señor de mediana edad. Intenté distraerme viendo desde la ventana lo que fuese, pero no podía, mi mente estaba tan aturdida con demasiados eventos en un solo día.

"Compermiso señor...." "señorita, sí soy el mismo" -escuché su voz acercándose a donde estaba.

-Sadie por favor, necesito hablar contigo. -su cabeza se asomaba con un rostro desesperado.- no es sobre mí, es sobre Cynthia.

-¿Qué puedes saber de ella? Largo de aquí. -le dije molesta.

-Señor, ¿le gustaría viajar en primera clase? -soltó. Miré al señor y él asintió. Entonces Paul le extendió su boleto de primra clase. Y el señor se levantó, y se fue.

-Eres lo peor que me ha pasado James Paul McCartney, ¿cuál es tu afán de molestar? Te perdono, ¿está bien? eras jóven y te dejaste influenciar por Lennon. No fue tanto tu culpa.

-Sadie, hablé con Johnny antes de subir al avión y... el doctor dice que Cynthia tuvo que ser transferida a cirugía, dicen que el bebé puede nacer sano pero ella...

-¿De qué mierda hablas?

-Sadie.... -dijo tomándome la mano- Es probable que Cynthia no sobreviva a la cirugía...

Entonces sentí cómo mi respiración paró.

-¿A qué te refieres? -dije intentando sostener mis lágrimas.

-Es nueva este tipo de operación y los doctores no...

-¡Ya, dilo!

Sadie... los doctores no están seguros que Cynthia sobreviva.

-Quieres decir que ...

-Ella va a morir.

No podía respirar, mi pecho se comprimía rápidamente, mi visión se volvió borrosa, ya no podía escuchar, mis manos comenzaron a temblar y mi temperatura bajó súbitamente. Mi mejor amiga... iba a morir.

Paul me abrazó y yo le acepté su afecto ya que no podía siquiera pensar en estar molesta con nadie. Mis pensamientos pararon.

Escondí mi cara en su hombro y lo abracé con fuerza.

-No... no está pasando... 

«The Quarry Girl»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora