21. "Ask me Why".

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-Después de tanto tiempo... después de tantos años... al fin lo has descubierto.

-¿Descubrir qué , Maddison?

-Que él es el hombre al que siempre has amado, al que siempre amaste tanto que lo rechazaste porque tenías miedo que la persona que más te importa te hiciera daño. -No pude responderle pues no había palabras qué decir- Es curioso, te diste cuenta que lo amabas cuando aprovechaste la oportunidad de hacerle daño.

-Pero Maddison, yo no quise jugar con él. Si yo hubiera querido jugar con él, ¿me sentiría como me siento ahora? Siento que no puedo respirar, que no puedo estar un segundo más aquí, no puedo seguir viendo a Cynthia a los ojos, no puedo verlo a él tras saber que lo dejé y que yo les hice esto.

-No te eches toda la culpa -Dijo en un tono comprensivo.- tu no tenías culpa en que él sintiendo lo que siente por ti se hubiera conseguido a alguien, no tienes la culpa que en esa relación no hubiera amor. Tu nos los obligaste a nada.-Se acercó a mí y me ofreció sus brazos para poder esconder mi rostro y poder desahogar todo lo que me estaba matando.

-No puedo seguir aquí, no puedo estar aquí un segundo más Maddison. Llévame a Cambridge contigo, esta noche vámonos. No quiero verlo.

- Sadie pero, ¿de qué estás hablando?

- Que no soporto estar cerca de Cynthia, de Paul... de John. Si lo viera no sé cómo reaccionaría.

-Vamos, tenemos que regresar a la casa, tienes que comer.

-Mira, con este sentimiento atravesado ni ganas de tomar agua tengo.

-Lo sé Sadie, pero tienes que soportarlo un rato más por tu tía que ella no sabe absolutamente nada y supongo que no quieres que se entere.

-Claro que no, pero Cynthia... no sé cómo verle la cara.

- Mira Sadie, yo me las voy a arreglar para poder sacarte de aquí lo más pronto posible, pero sólo dame tiempo para planearlo, para que todo salga bien y que nadie, pero absolutamente nadie se entere de lo que sucedió en Hamburgo, ¿Está bien? - no pude hacer otra cosa más que a sentir y tener que hacerme la idea qué tendré que mirar a Cynthia, tendré que mirar a mi tía, tendré que fingir que todo está completamente bien cuando en realidad el mundo nuestro mundo se ha destruido por culpa mía.

Caminamos lo más rápido que pudimos para llegar a casa para no levantar muchas sospechas. Cuando llegamos a la puerta al corazón pálpito fuertemente porque sentí que al traspasar esa puerta me encontraría con algo desagradable. Y así fue.

Paul McCartney estaba sentado en el sofá con un par de moretones en el rostro y con la ropa sucia. Estaba ahí, en mi casa fingiendo que todo estaba bien, como si nunca se hubiera revolcado con una zuripanta.

-McCartney - le dije en un tono serio rayando en el odio.

- Sadie, mi amor. Estaba tan preocupado por ti, te desapareciste de la nada no sabía dónde estabas.

M Addison me miró sabiendo lo que en mi interior yacía y que ahora iba a salir a la luz.

-Voy a decirle a Cherryl y a Cynthia que ya llegamos. -Asentí y ella se fue a la cocina. Tomé aire e intenté calmarme para no gritarle. Entonces comencé a hablar.

-No tienes que preocuparte por mí, yo estoy perfectamente preocuparte por la maldita suripanta que te tiraste aquella noche.

-¿De qué estás hablando?

-Ay lo siento, seguro no lo recuerdas. Estoy hablando de la mujer que estabas besando y toqueteando con tanta vehemencia antes de que la metiera en este cuarto e hicieran No sé qué cosas.

Su cara de confusión y nerviosismo no se hizo esperar.

-Pero claro, -continué hablando- debes de estar confundido porque ¿cómo es posible que yo sepa eso? sí yo no estaba ahí. Pero si lo estaba. Estaba con John, él y yo íbamos llegando al bar cuando, lo presenciamos. Él me llevó de vuelta al hotel en donde estaba hospedada, porque sabía que me había roto estaba rota por completo. Y tú disfrutando de aquella maldita zorra.

-Ella no era ninguna zorra.

-¡Ah! Y la defiendes. Bueno pues discúlpame por llamarla zorra, quise decir, que la mujer extravagante con la que te estabas revolcando te haya dejado satisfecho.

-¡Sadie, por Dios! -exclamó susurrando

- ¿Qué? ¿qué es lo que tanto le molesta al señor?, ¿que hable esto en mi casa en donde prácticamente vivo todos los días, en dónde te pueden escuchar a ti y todas las porquerías que has hecho hasta ahora? No, no me importa, no me importa que ella te escuchen, quiero que sepan la clase de persona que eres. ¿Por qué? dime, ¿por qué me engañaste de esa manera? ¿Por qué? ¿qué es lo que me hace falta para tener tu amor? ¿no soy suficiente acaso? O es que nunca me amaste, que solamente estabas aquí para pesarme y aprovechar mi cuerpo, ¿sólo querías ser popular por salir con una mujer que es tres años mayor que tú? Pues no. pero sabes que esta es la última vez que nos vamos a ver Paul McCartney la última vez.

-¿De qué hablas?

- Que mañana me voy a Londres a estudiar a Cambridge Maddison. Pasa que jamás voy a verte de nuevo. 

«The Quarry Girl»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora