VII

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Se despertó, mirando al pequeño a su lado, acariciando su torso, acercándolo más a él por el leve frío que comenzaba a hacer. Dejando salir sus fermonas maternales, mirando al pequeño calmarse. Acercándose más para que este se sintiera seguro.

Estaba seguro de que cuando creciera comenzaría a preguntar por su padre, que para colmo conocía, sin embargo no iba a dejar que supiera quien era, ahora solo le quedaba él, era lo único que el pequeño necesitaba. Claro que desde que lo tenia, de sentía un poco más cansado, muchas veces su bebé despertaba por el miedo que tenia, y obviamente los bebés se sienten seguros teniendo el olor de su padre, sin embargo, hacia mucho frío para su pequeño cuerpo. Se giro para tomar algo de su cajón, sacando un suéter que reconoció enseguida. Había olvidado esa ropa, debería haberla regresado hace mucho. Sin embargo, recordó las palabras que le dijo.

Puedes quedarte con mi ropa.

Repitió en su mente, tomando el suéter con decisión, colocándoselo a su cachorro, y aunque este le quedaba grande. Solo miro como se calmaba, al parecer comenzaba a entrar en calor, sonriendo un poco antes de acercarse y abrazarlo contra su pecho.

Después de aquella noche, el pequeño no dejaba de pedir aquel suéter siempre que dormía. O casi la mayoría del día, siendo difícil que lo soltara aun cuando solo querían lavarlo. Fue así como Karma tomo la decisión de ponerle la camisa también, y aunque podía más feliz al niño, y este se dormía mejor teniéndolo, dejándole descansar un poco más. Karma se tensaba cuando metía el tema de su padre a medida este tomaba consciencia de lo que sucedía a su alrededor y comenzaba hablar.

-¿Donde esta papá?

-Se fue.

-¿Vendrá a verme en mi cumpleaños?

-No lo creo.

-¿De quien es la ropa que me gusta usar?

-Un rival.

-¿Como se llama mi papá?

-No lo se, paso hace años.

-¿Y mis abuelos?

-Viajando.

-¿Vendrán un día?

-Probablemente.

Así pasaban las charlas sobre su familia, todas con respuestas cortas, muchas veces se aburrían de seguir discutiendo sobre eso. Sin embargo, siempre que venían parejas a ver a los bebés adoptivos. Su hijo siempre se les quedaba viendo. Veía a las dos personas sostener el bebé, y tenia que llamarle muchas veces solo para que reaccionara. Su hijo se cansaba de sus respuestas secas. Lo notaba porque siempre su expresión se ponía más tensa y sería. Así que cambiaba el tema.

Pero habían sus momentos buenos, la mayoría de los días este se entretenía con algo, dejando aquellas preguntas de largo un buen tiempo. Sin embargo detectaba que este buscaba respuestas por base a sus compañeros de trabajo, al menos sabia que estos nunca le dirían nada a su pequeño. Claro, hasta que estos se lo cuentan a sus hijos y estos de chismosos se lo dicen.

-Mamá, ¿puedo preguntarte algo?.

-Si, ¿de que se trata?.

-¿Nací por una violación?.- Pregunto. Observando como el pelirrojo soltaba el tenedor, mirando de forma sorprendida y aterrada, sabia que su hijo no era tonto, y menos desconocía aquella palabra, tenia 9 años, joder, no era ningún tonto, sin embargo la pregunta le tomo con la guardia baja, pensando que le preguntaría lo mismo que siempre, permaneciendo así unos segundos antes de cambiarla por una seria.

-¿Quien te lo dijo?

-... Entonces es verdad.- Pronuncio, agachando la cabeza.- Por esa razón, no quieres decirme quien es mi padre.

-No lo necesitas saber.

-¿Y la ropa que uso? ¿También es de él?.

-Esa es otra persona.

-¿Otra persona? ¿Quien es? Quiero conocerla.

-Probablemente nunca la vuelva a ver.

-Mamá, dejare de preguntar por mi padre si me dices el nombre del propietario de esa ropa.

-No lo recuerdo.

-Mamá.

-Haru, no sigas hablando de eso, no lo recuerdo, en cerio.- Mentía, pero se le daba muy bien actuar. Y su hijo sabia eso, es por esa razón que se bajo de la silla.- ¿A donde vas?

-Ya no tengo hambre.

-Haru.- Este le ignoro, saliendo de la habitación.

Idearía un plan, quería saber el nombre del propietario de la ropa, quería conocerlo, saber quien ayudo a su madre cuando lo necesitaba, estaba seguro de que se trataba de una buena persona, con más razón quería conocerla. Y solo podía saberlo de la persona que recibió a su madre cuando llego a esa instalación.

Llego hasta esta persona, acercándose le.

-Makoto.- Le llamo, esta volteando se a verlo.

-Ah, Haru. Hola pequeño, ¿que se te ofrece?

-¿Quien fue la persona que vino con mi madre?

-¿La persona?.- Empezó a recordar, pero claro, la señora tenia una edad de al menos 47 años, debía regresar nueve años y 7 meses para recordarlo.- ..... Ummmm... En realidad nunca supe su nombre.

-¿Nunca?.- Sus ilusiones se perdieron.

-Ya, quita esa cara larga, solo recuerdo que tenia la misma edad que tu madre. Y era un beta. No recuerdo su apariencia.

-Mamá dijo que era su rival.

-Bueno, el nunca vio su rostro en aquel tiempo. Estoy segura de que él no sabia que era tu madre, pero Karma-kun si lo sabe. Puedes preguntarle a él.

-¿Como? No quiere decirme.

-Bueno, aun llevas su camisa, y tu madre tiene unos pantalones de la misma persona por hay guardados, puedes tenderle una trampa.

-Ummmm..... Pensare en algo. Gracias abuela Makoto.

-De nada, Haru.- Le dijo.

A lo que el niño comenzó a buscar, en los cajones de su cuarto, sacando uno que otro pantalón, sólo detectando el aroma de su madre. Hasta ver uno que nunca había visto, sonriendo al detectar ese aroma que creía que nunca había tenido su ropa pero hay estaba. Solo que sustituido por el de su madre. Se lo puso enseguida, mirando que le quedaba muy grande.

-En 6 años me quedará bien.- Dijo para si mismo. Vestiría como aquel sujeto que ayudo a su madre. Escuchó la puerta abrirse, sonriendo enseguida.

-Haru, termina tu-.... ¿Que hiciste?.- Pregunto mirando el desorden y las ropas tiradas en el suelo.

-Mamá, lo eh decidido.

-¿Que? Y esperó que sea buena opción para dejar un chiquero.

-Desde hoy decido que el propietario de esta ropa sera mi padre.- Dijo alegre. Mirando a su madre en el suelo sin entender.- ¿Porqué te caíste?.

-... Arh, es imposible que Gakushuu sea tu padre.

-¡Ah, se llama Gakushuu!

-.... Olvida lo que dije.

-¡Siii, se su nombre!

-Haru...

-Iré a contarle a todos.

-¡Haru, espera!

-¡Waaaa!

-.... Te vas a caer por el pantalón.- Dijo, soltando un suspiro. Sin embargo, el niño se veía tan alegre, sabia que Asano en el fondo no era tan malo, pero no podía pedirle ser el padre del pequeño. Por favor, solo le ayudo, puede que se haya olvidado de el.

(O&B) Omegaverse Asakar (AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora