XXXV

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No entendieron ni como paso, pero el dulce e inocente choque de sus labios juntarse, había significado más de lo esperado. Solo era un beso, sin nada atrevido o si quiera un movimiento, solo sentían el sabor de estos en sus bocas, embriagándose por ese leve dulce. El solo contacto hizo que sus corazones estallaran de felicidad, sus lobos aullaron y se habían juntado entre ellos cuando estos se abrazaron, manteniendo la cercanía de sus cuerpos.

Dándole a entender al otro que era correspondido. Sonriéndose cuando se separaron, rompiendo aquel pequeño toque que simplemente los enganchó en el primer segundo que sus labios se habían besado.

-¿Solo amigos?.- Le volvió a preguntar, este negando y a la vez respiraba hondo.

-D- dame otro y te lo digo.- Respondió, su omega estaba tan contento al igual que el, uno más no les haría daño. Pero a diferencia del anterior, en ese si abrieron la boca, dando paso a la lengua y saliva del otro, profundizando más de lo necesario. Sus ojos se encontraron mientras sus lenguas y bocas hacían tales actos, el sonido obscenos de estos al chocar contra el otro y el leve jadeo que soltaban. Cada vez más cerca, cada vez más hondo, hasta el punto en el que la saliva se notaba en sus labios, cayendo por su barbilla.

De nueva cuenta la falta de aire se hizo presente, obligándoles a separarse de aquellas caricias de lengua, del éxtasis que provocaba estar en la boca del otro, jadeando cerca del otro. Esperando llenar todo su cuerpo con el aroma del otro. Sus brazos siguieron sin moverse de su lugar, en vez de eso hicieron más fuerte el agarre, esperando nunca separarse.

-¿Y bien?.

-Se oirá mejor en tu boca.

-Solo buscas un escusa para que te vuelva a besar.- Le dice, haciendo a ambos sonreír.

-¿Y no es verdad?.- Preguntó con respeto a lo que dijo, sin perder ni un momento más para volver hacerlo.

-¿Quieres que lo diga yo?.- Le preguntó, susurrando en los labios de este, haciendo a sus labios picar porque vuelvan a ser presionados y lamidos por aquellos labios.

-Me encantaría.- Susurro de igual forma, besando sus labios de nuevo, sintiendo su espalda chocar contra la pared de nueva cuenta, sus mejillas siendo sujetadas con delicadeza, y su cabeza levemente hacia atrás, sintiendo los labios y lengua de Gakushuu tomar el control. Sin quejarse por aquello. Disfrutando de aquella acción. Su lado omega dando paso a su actitud sumisa, dejándose llevar por lo que ese beta le causaba, el estremecimiento de todo su cuerpo que le provocaba un gozo total por su acciones.- Nhg... Más.- Pidió, atrayendo de nueva cuenta el rostro del beta al suyo, sin soltarle aun sabiendo que no se iba alejar.

-¡¿¡Mamá!?!.- Escucharon un grito, tomándoles de sorpresa a la vez volteaban ambos a mirar al azabache, sus ojos mostrando desconcierto, y sin embargo su rostro mostraba miedo. Se separaron enseguida, manteniendo la distancia.

-Haru..... Esto-....- Intento explicar el pelirrojo sin tener alguna escusa, y sin embargo, su hijo parecía sin querer cooperar con lo que él sentía por el beta.

-Haru, tranquilizate, te explicaremos todo.- Le intento convencer el rubio fresa, notando que cuando se acercaba Haru retrocedía. Como si no quisiera estar cerca de el.

-¡No quiero explicaciones!.- Respondió después de quedarse callado dos minutos, bajo la atenta mirada de los dos adultos.- ¡Quiero que estés lejos de mi mamá! ¡El no quiere estar con nadie, no quiero que lo obligues!.

-Haru, no estoy siendo obligado.- Respondió a lo ultimo, mirando a su hijo aun paranoico. Este negando enseguida.

-¡No es cierto, te estaba forzando!.- Se intentaba convencer, a su mente había llegado como el padre e hijo se trataban, tanta frialdad y tan poco cariño. Mientras que cuando el fue su alumno, había aquel sentimiento paterno rodearle. Y no quería arriesgarse a sentir aquello.- ¡No te quiero ver cerca de mamá, me basta con solo tenerlo a él como mi familia!.- Le dolía, su voz se había desgarrado al final, y ambos lo notaron. Mirándose antes de acercarse, atrapando al azabache que tardó en reaccionar y en vez de eso fue atrapado por ambos adultos.- ¡Bajenme, no quiero estar cerca de Asano! ¡¿Que les pasa?!.

-Eso deberíamos decirte nosotros.- Responde el beta, mirándole a lo que este desvío la mirada.

-¿Que te sucede? De repente odias tanto a Gakushuu sin ninguna razón.

-¿Te eh hecho algo que te incomode, Haru?.- Le preguntaron ambos, este mirándoles sin querer dar una respuesta. Haciendo a estos mirarse entre si, y sabiendo que ahora más que nunca Haru no se apartara de Karma, su momento de dejarle por completo sus sentimientos claros al otro se fueron, y tal vez este haga lo imposible porque estos no salgan juntos. Ambos desviaron la mirada antes de separarse, Haru abrazo fuerte al pelirrojo, esperando llenar ese vacío.

-..... D- debo irme..... Hasta luego, Gakushuu.

-Hasta luego, Karma.- Respondió, dirigiendo su mano a la mejilla del omega, acariciándola para intentar quitar ese rostro dolido. Y aunque hizo a este levantar la mirada y tranquilizarlo con eso, cuando la mano del pequeño provoco que la mano del beta se alejara del otro. Sintió a su omega interior gruñir le en reproche.

¿Así iban a hacer? Estaban dando el paso, primero fue malo pero después, Haru se había encariñado tanto con él que le hizo pensar al omega que si salían no lo tomaría a mal. Y ahora le detestaba, justo cuando el paso de una futura relación se veía por la forma en como jugaban con las palabras, por la forma en como los besos se hacían presentes.

No supo ni cuando ambos se comenzaron alejar del otro.

El lobo aullaba y rasguñaba, pidiendo que el otro le escuchara, regañando de sobre manera al beta, que casi nunca había sentido a su lobo tan desesperado en volver con alguien o exigirle con tanto desespero.

(O&B) Omegaverse Asakar (AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora