XLVIII

608 50 14
                                    

-¿Te casas conmigo?.- La pregunta salio tan repentina como la forma de verse, el pelirrojo estaba conmocionado antes de que la pregunta hiciera repetición en su mente que se aguanto una risa pero no el comentario.

-¿Que paso con "quieres casarte conmigo"?.- Pronuncio, el rubio fresa frunciendo el ceño antes de guardar la caja.

-Mejor esperamos un año.

-¡Estoy de broma! ¡Si quiero, si quiero!.

-Ahora te aguantas.- Siguió su camino sintiendo el sonrojo en sus mejillas por tal vergüenza, ¿es que ni el se podía equivocar? Ahora dejaría al omega sufrir por burlarse.

-Gakushuu.

-Vete para otro lado.

-Ya perdoname.- Pidió, llegando hasta este y deteniendo su paso.- No fue para tanto.

-Ya quisiera verte pedirlo.

-Te aceptó.- Respondió a la pregunta dicha en su momento, ambos viéndose antes del beta suspirar.

-Eres un caso perdido.- Le atrajo dando un beso en sus labios, este correspondió pasando sus manos por los lados de su cabeza.

-Perdón por la broma.

-Ya uno no puede ser original.- Se quejó, el ojo ámbar río por ello.

-Primero compremos una casa.- Menciona.- ¿Ya casi te recibes, no?.

-Si, gracias al cielo pudieron aceptarme a pesar de pasar todo un día haciendo un examen.

-Yo aun tengo mis ahorros.- Menciona, no era como si gastara mucho en todo el tiempo que estuvo ahí y al menos conseguía algo de dinero.

-Iremos a visitar algunas.- Asintió, juntando sus frentes mientras se miraban.

-Te amo, naranjita.

-También te amo, cereza.- Este asintió por el apodo, rara vez se lo decía pero le alegraba.

Pasaron algunos meses hasta que dieron con una casa de su agrado, no querían un departamento, seguro se quejarían por el ruido y todo eso.

-¿Esta es la casa?.- Pasaron los menores, mirando todo el lugar.

-Así es, solo nos queda ponerle nuestro toque.- Menciona el pelirrojo.

-¿Tendremos cuarto propio?.

-Tal vez Saya.

-¡Si!.

-¿Y yo?.

-Haru, comparte.

-Uff.- Suspiro, sintiendo su cabeza siendo acariciada. Alzo la cabeza mirando al beta.

-Sera durante unos meses.

-Bueno.- Asintió, traían sus pocas cosas y mostraban a los niños los lugares de la casa, claro que aun faltaban muchas cosas que comprarían mas adelante. Y acabar de pagarla, pero con el tiempo lo harían.

Al siguiente día su puerta fue tocada, la menor fue abrirla.

-¡Abuela!.

-¡Saya!.- La cargo con una mano.- ¿Y donde están los demás?.

-Papá esta en el trabajo, mis hermanos están arriba estudiando y estoy viendo con mamá unas cosas de la boda.

-¿Boda?.- Repitió, la niña asintió.- Ese niño no me ha dicho nada. Para el estudio, bien bueno que es, pero una boda es de gran importancia y no me ha dicho nada.- Comenzó a caminar adentro.- Karma.

(O&B) Omegaverse Asakar (AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora