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Se escuchaba las pisadas de alguien.

Mientras caminaba se empezaba a dar cuenta de que alguien lo estaba siguiendo.

Empezó a caminar un poco más rápido tratando de ignorar el sonido de los pasos de alguien más.

Eran las 2:30 de la tarde cuando salió del colegio e iba caminando a dirección a su hogar, tenía tareas que hacer y aparte la rosada había quedado de acompañarle hasta su casa (como todos los días) pero, se sorprendió de no verla en donde siempre lo esperaba, decidio seguir su camino pensando que la rosada se había ido primero.

Ahora se sentía observado como si alguien estuviese viendolo, esperando a que se descuidara y al instante lo atacará.

Sus manos comenzaron a sudar al escuchar el sonido de unos zapatos detrás de él Aparte de los suyos, tenía miedo de voltear para ver quien era pero luego recordó de que nadie más que Amy le hablaba y nadie se le acercaba, se sentía confuso y a la vez nervioso, eso solo lo hacia pensar que querían robarlo.

Decidido volteo a ver quien era el que lo estaba siguiendo pero se sorprendió de no ver nadie detrás de él.

"lo habré imaginado" pensó el pequeño mientras volteaba a ver a todos lados para captar si había alguien escondido pero fracaso al no encontrarlo.

—¡sonic!—gritaron detras de el y volteo suspirando de alivio al ver que era la eriza rosada.

—Amy que bueno que te veo—dijo tocándose el pecho mientras soltaba el aire del alivio.

—¿sucede algo? —inquierio curiosa al ver a su amigo en un estado nervioso mientras volteaba a ver a todos lados

—Amy siento que alguien me ve—respondió.

¿como? Pero no hay nadie aquí, sonic

—¡ya lo se! Pero lo siento—dijo y bajo la mirada al piso como si fuera lo más interesante que hay visto.

no te preocupes ahora estas conmigo y yo te voy a proteger—hablo la niña mientras sonreía en grande.

Sonic se sonrojo, no esperaba eso de la eriza.

—o-oye...se supone que yo debo protegerte—tartamudeo y el sonrojo se extendió hasta sus orejitas causándole ternura a la rosada.

Awww claro que puedes protegerme pero yo, por ahora, te protegeré a ti.

El pequeño cobalto no dijo nada y siguió caminando ahora junto con la eriza y empezaron a hablar para no aburrirse durante el camino.

Mientras tanto unos ojos rojos lo miraban desde lejos, su ceño estaba levemente fruncido al presenciar la escena.

“se supone que yo debía protegerte”

»es triste ¿verdad?

»¿que?

»Que diga promesas que no puedo cumplir.


➼ shy 愛らしい Donde viven las historias. Descúbrelo ahora