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Comiendo un poco de tarta de manzana, el silencio sepulcral En el lugar lo estaba asfixiando, últimamente no le estaba gustando para nada esos silencios pero ¿que podía hacer? Su hermano no estaba en la casa y su madre solo había llegado para encerrarse en su cuarto. Realmente a le estaba afectando esto, Las cosas ya no estaban siendo como antes y su madre no se digna a tan siquiera a saludarlo o despedirlo.

Bebió un poco de leche tibia y miro la tarta de manzana que estaba en la mesa. hace unos días se había calmado cuando estaba con Bunnie y Amy, le había agradecido mucho a amy por a ver lo llevado a ese lugar y de presentarle a su madre, claro que esta estaba más agradecida ya que le había parecido tierno que el pequeño cobalto le pidiera un abrazo.

Después de eso solo había regresado a su casa solo para encontrarla totalmente a oscuras y sin señal de ninguno de sus familiares. Solo había una pequeña nota en la mesa que era de su hermano, Conocia la letra de hermano perfectamente y sabia que esa nota la había escrito el

“hoy no estaré en casa hermanito, hice un poco de comida para que comas, mama no llegara hasta mañana.

Lo siento si no estoy ahora pero tuve que hacer algo importante.

Te quiero

Manic”

Eso era lo que decía la nota, hace días que la encontró en la mesa, hace días que no ha vuelto su hermano y no puede dejar de sentir preocupación al pensar que le haya pasado algo.
No tenía teléfono para comunicarse con el, y estaba seguro que su madre no le querría prestar el suyo.

Suspiro, ya era la quinta noche que manic no llegaba a la casa. Su madre últimamente no llegaba a casa o simplemente llegaba pero se encerraba en su habitación y de en vez de en cuando salia solo para checar la correspondencia, facturas entre otras cosas.

Lavo el vaso y plato que uso y camino a dirección a su habitación.

Al llegar a su habitación se dispuso a buscar su ropa para dormir y sacar uno de sus cuadernos para dibujar. Saco su pijama y se fue al baño a cambiarse, al terminar de hacer sus necesidades Camino hacia su cama, se subió y se sentó agarrando el cuaderno que había dejado. Agarro un lápiz y empezo a dibujar lo que en su imaginación tenía.

Eso era lo único que le entretenía cuando estaba solo pero no se enseñaba a nadie excepto manic y también la peli-rosa, había visto uno de sus dibujos y le había dicho que tenía un don para dibujar pero el no lo creia.

Había veces en que la inspiración le llegaba y le ponia más detalles al dibujo o «como el pensaba» no quedaba feo.

Miro por la ventana, la noche Tan oscura pero tan bella con aquellas estrellas y la luna iluminando La ciudad e iluminando su habitación Ya que la luz pasaba por su ventana. Eso le hizo inspirar más.

Pasaron los minutos y el ya había terminado.

Suspiro triste, no podría enseñarle el dibujo a su hermano, no escucharía algo alagador o por lo menos diciendole que era lindo y le acariciarla su cabecita.
Lo extrañaba.

Guardo las cosas y se acostó esperando, como siempre, a que su hermano llegara para así abrazarlo y decirle lo tanto que le quería.

Aunque eso seria imposible.

(🥀)

—Sonic ¿estas seguro de que no quieres irte a casa? —pregunto La peli-rosa preocupada por el estado de su amigo.

—no Amy, estoy bien—contesto el cobalto sorbiendo su nariz.

Noviembre era uno de los meses en donde el frío se hacia presente, y el cobalto no estaba muy feliz.

Primero: últimamente no dormía bien por las noches sintiéndose angustioso al pensar que le habría pasado algo a su hermano.

Si, su hermano no había vuelto a casa y el estaba pensado lo peor.

Segundo: había empezado a enflacar.

Y no era que estuviera enfermo era solo que en su casa la única que cocina ahora era su madre pero esta casi no estaba y el no sabia hacer de comer así que comía lo que quedaba del día anterior o solo compraba una golosina para calamar el hambre.

Tercero y más importante: shadow.

El no superaba lo que había pasado pero no podía dejar ir a su único amor.

Si, eso ya era algo enfermizo pero simplemente no podía dejar de verlo por los pasillos del colegio, no podía dejar de sentir como su corazoncito latia rápidamente al verlo sonreír.

Aunque no sea por el.

Y eso era lo más doloroso, verlo sonreír por alguien más, Alguien quien se gano el corazón de aquel azabache.

“entonces si era cierto...” pensó al verlo tan abrazo de una chica. Desconocía el nombre pero la Había visto algunas por pasar por la cafetería.

Esto iba a de mal en peor.

Lo peor era que no quería preocupar a la única persona que lo a apoyado durante todo este tiempo, la única persona que alegraba sus día y le daba motivos para ir al colegio.

Amy rose había llegado inconscientemente para ser parte importante de su vida.

—oye Amy—llamo el cobalto a la rosada quien le vio después de escuchara llamarle.

—¿si?

—podemos ir a...aquel lugar a donde me llevaste

—¿quiere ir a la cafetería?—pregunto feliz la rosada.

—si...quiero tranquilizarme un poco.

—oh si...no has sabido nada de manic ¿verdad?—dijo la rosada con tristeza.

Ella ya conocía al hermano del menor, aunque fueron muy pocas la veces que lo vio le había caído bien que ahora que su mejor amigo Le contara que su hermano no había regresado a casa era muy preocupante saber el como estaba o si estaba con alguien, tampoco quieria pensar lo peor.

El Cobalto Solo nego despacio, no queria hablar de eso hasta llegar a la cafetería y comer tranquilo para pensar un poco las cosas.

Solo esperaba que su hermano este bien en donde quiera que este.








➼ shy 愛らしい Donde viven las historias. Descúbrelo ahora